Psicosis anfetamínica: síntomas, causas y tratamiento

La psicosis anfetamínica no solo se diferencia de la psicosis primaria por sus causas, sino que también lo hace por sus síntomas y su desarrollo.
Psicosis anfetamínica: síntomas, causas y tratamiento
Ebiezer López

Escrito y verificado por el psicólogo Ebiezer López.

Última actualización: 05 noviembre, 2021

Las anfetaminas son un grupo de sustancias psicoactivas que pueden tener diferentes efectos sobre el organismo. Estas se pueden usar con fines medicinales o como una droga recreativa, en los dos casos con un amplio abanico de efectos secundarios probables. Uno de los más graves es la psicosis anfetamínica, un trastorno mental derivado del consumo de estos fármacos.

Debido a que el cuadro se relaciona con el consumo, es diferente de otras afecciones, como la esquizofrenia o el delirio. Los síntomas, su duración e intensidad varían de forma significativa y el tratamiento también es distinto.

Anfetaminas y psicosis anfetamínica

Las anfetaminas son un grupo de sustancias que estimulan el sistema nervioso dependiendo de su composición. Estas se recetan en forma de medicina para abordar alteraciones, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, obesidad y narcolepsia. Por otro lado, es común que se usen como drogas recreativas o para mejorar el rendimiento deportivo. Aunque se debe destacar que su uso para el rendimiento o recreación está penado por la ley.

Este tipo de sustancias causan una sensación de “aceleración” en todo el organismo. Al consumirlas, las personas describen sentirse con energía, sociables, alegres y afirman que piensan con más claridad. Es por eso que hay gente que recurre a ellas para estudiar o ser más activos.

Ahora bien, como cualquier otra sustancia psicoactiva, las anfetaminas pueden tener efectos secundarios. Uno de los más comunes es la adicción y consecuente dependencia de ellas. Además, es posible desarrollar una psicosis anfetamínica, bien sea que lo recete un médico o si se usa de forma ilegal.

Hombre con anfetaminas

Síntomas de la psicosis anfetamínica

Los síntomas de la psicosis inducida por anfetaminas pueden ser similares a los de la esquizofrenia y otros trastornos. Pero, es importante diferenciar entre una psicosis inducida y una común. Los diagnósticos errados pueden derivar en tratamientos no específicos. En este sentido, los síntomas más comunes son los siguientes:

  • Delirios. En este caso, con frecuencia se observan delirios de tipo paranoide y persecutorio. Por ejemplo, el paciente puede afirmar que hay personas siguiéndolo para hacerle daño. Aunque también es posible ver ideas autorreferenciales, cuando el paciente cree que ciertos eventos tienen que ver con su persona, aun si ninguna prueba.
  • Alucinaciones. Las más frecuentes son las auditivas y visuales, pero pueden presentarse de tipo olfativo, cenestésico o táctil.
  • Comportamientos obsesivo-compulsivos. Algunos pacientes pueden desarrollar ciertos hábitos compulsivos como limpiar en exceso o arrancarse vellos del cuerpo (tricotilomanía).

La diferencia más importante entre la psicosis común y la relacionada con anfetaminas es la presencia de síntomas negativos. Se habla de síntomas negativos cuando la persona no puede realizar ciertos procesos con normalidad cuando debería ser capaz. Por ejemplo, no poder mantener una conversación coherente o seguir un hilo de pensamiento.

Causas

El consumo de anfetaminas produce varias reacciones en el organismo, la principal es la liberación de dopamina. Este neurotransmisor se libera en grandes cantidades, pudiendo producir los efectos mencionados. Una vez que pasan los efectos, disminuye la dopamina y el consumo repetido poco a poco acaba con las reservas naturales. Así, se va desarrollando tolerancia y el paciente tiene que aumentar la dosis para sentir los mismos efectos.

Siguiendo esta línea, se ha establecido que la segregación de dopamina estimula el lóbulo temporal y la amígdala. De este modo, el consumo excesivo termina alterando las funciones cerebrales de estas áreas como la capacidad auditiva, gestión emocional, etc.

Factores de riesgo

Por otro lado, hay una serie de factores de riesgos que unidos al consumo pueden contribuir al desarrollo de psicosis anfetamínica.

  • Uso recreacional. Un estudio menciona que consumir anfetaminas con fines recreativos se asocia con un mayor riesgo de presentar psicosis en comparación con los no consumidores. Este riesgo es todavía más elevado en pacientes con dependencia y que usan estas sustancias de manera crónica (Rognli y Bramness, 2015).
  • Deterioro cognitivo. Otro trabajo señala que los pacientes que presentan deterioro cognitivo tienen más probabilidades de manifestar la afección. Además, el consumo de anfetaminas y la psicosis pueden agravar el deterioro cognitivo. A su vez, esto podría empeorar los síntomas psicóticos (Bramness y Rognli, 2016).
  • Historia familiar. Si existen antecedentes familiares de psicosis, hay una mayor predisposición a desarrollar cualquier tipo de trastorno psicótico.
  • Consumo cruzado o combinado. Se habla de consumo cruzado cuando se usan anfetaminas junto a otras sustancias. Como resultado, el desequilibrio neurológico es aún más marcado y es más probable la psicosis.
Mujer con alucinaciones por psicosis anfetamínica

Tratamiento

En vista de que la causa principal de la psicosis anfetamínica es el consumo de anfetaminas, el primer paso es detenerlo. Cabe resaltar que esto se debe hacer bajo supervisión de profesionales de la salud. En el caso de los consumidores, la abstinencia puede desencadenar síntomas depresivos y es importante vigilarlos. Por su parte, quienes las consumen por razones médicas necesitan de la orientación experta para hallar alternativas de tratamiento.

Una vez que se detiene el consumo, los síntomas más agudos, como las alucinaciones, desaparecen al poco tiempo. Mientras tanto, los delirios pueden tardar más tiempo en desaparecer.

La evidencia muestra que el uso de antipsicóticos podría ser positivo para aliviar las alteraciones psicóticas. No obstante, es importante mencionar que no hay suficiente evidencia para afirmar que estas medicinas son 100% efectivas. En esta misma línea, algunos de estos fármacos tienen efectos secundarios serios que pueden agravar el cuadro. Por lo tanto, se debe tener cautela al momento de administrarlos.

Para finalizar, se recomienda recibir atención psicológica con el objetivo de psicoeducar al paciente sobre la psicosis anfetamínica. De igual forma, la psicoterapia puede ser útil para combatir las ideas delirantes y trabajar conflictos emocionales que pueden asociarse al consumo.


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  • Bramness, J. G., & Rognli, E. B. (2016). Psychosis induced by amphetamines. Current opinion in psychiatry, 29(4), 236-241.
  • Rognli, E. B., & Bramness, J. G. (2015). Understanding the relationship between amphetamines and psychosis. Current Addiction Reports, 2(4), 285-292.

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