¿Puede existir la amistad después del amor?
¿Se puede realmente llegar a ser amigo de las ex-parejas? ¿Se puede seguir manteniendo una buena relación de amistad después del amor? ¿Es sano este tipo de relación cuando entre dos personas se ha acabado el amor? ¿Se llega a tener amistad o es solo un tipo de relación cordial?
Sería una pena pensar que después de una bonita relación y de una parte del camino compartido, no pudiera quedar ningún vinculo más allá de los recuerdos. Me niego a pensar que no se puede hacer mejor, me niego a pensar que acabado el amor, también se acaban las palabras comunes y los momentos juntos. Seguro que existe alguna posibilidad de establecer una relación de amistad después del amor.
Puede que la clave esté en no desgastar tanto la relación, en no llegar a un punto en el que la herida rasgue al hueso. En no sumergir en odio el cariño que ha sobrevivido, en decir, hasta pronto y de otra forma, en vez de adiós; en saber alejar y recuperar distancia.
Igual no podremos llamarle amistad, igual nunca vuelve a ser una relación cercana, pero en ocasiones no dejan de ser personas que nos conocen bien y de esas no hay muchas. También muchas de ellas son personas en las que un día vimos algo que merecía la pena y ese algo sigue presente, de manera que lo malo se va cuando se deshace la pareja. De todas formas, la respuesta no es la misma para todas las relaciones, cada una en sí merecería un capítulo.
¿Siempre quedan cenizas donde hubo amor?
El tiempo, utilizado para elaborar bien una historia, puede ser nuestro mejor aliado. Para cerrar heridas, trazar cicatrices y facilitarnos un nuevo punto de vista en el que el resentimiento se haya disipado: ese en el que somos capaces de recuperar cierta objetividad para calibrar la balanza en la que se pesa lo bueno y lo no tan bueno.
¿Siguen quedando cenizas? Puede que sí, será difícil ver a nuestra ex-pareja como una persona extraña, también lo será verla como una amiga. Cuando se ha compartido una parte de nuestra vida con otra persona será complicado que el otro deje de significar para nosotros algo importante, si llegó a ser mi pareja quiere decir que algo nos unió. A veces, aunque acabe la relación, no tiene por qué dejar de existir parte de la complicidad de antaño.
Que queden cenizas no es algo malo, podremos aprovecharlo para saber que aunque hoy ha cambiado, hubo un día en que algo nos unió y seguimos teniendo el placer de poder quedar de vez en cuando y saborear un bonito vínculo, sano y divertido con quien un día nos hizo tan felices y actualmente nos sigue regalando momentos que suman.
Primero tendré que cuidarme yo, a veces necesitaré alejarme y cuando esté sano y todas mis heridas emocionales hayan sido cubiertas podré volver a ver a la otra persona que un día fue amor, pero hoy ya solo es amistad. Una bonita relación con quien podemos compartir una parte de nosotros, sin ser ya, algo imprescindible y del día a día de mi vida.
Aspectos positivos y negativos de la amistad después del amor
Si pretendemos que al poco tiempo se forje una amistad después del amor, quizás cometamos un error. Como hemos dicho antes, lo más habitual es que necesitemos un tiempo para reorganizarnos nosotros antes de ponernos a reorganizar la relación. Las prisas no son buenas consejeras en la mayoría de los casos y quizás el seguir manteniendo contacto, cuando los sentimientos y el dolor siguen ahí, puede hacernos más daño.
Si un día llegó a existir el amor entre dos quiere decir que hay conexión, que las dos personas se conocen, que el cariño hizo que se unieran y cuando las dos personas están sanas, por qué no seguir cuidándose y manteniendo una relación de amistad. Si las heridas están cerradas, puede suponer el comienzo de una nueva etapa, en la que la amistad después del amor es posible, siempre y cuando se quiera.
No desgastar tanto el amor hasta hacer que duela puede ser una clave importante. Cuando actuamos mal con el otro, hay terceras personas de por medio, hay dolor, hay rencor, hay venganza… esta es una barrera para cualquier tipo de amistad posterior, este es un freno para cualquier relación o vínculo después de acabar con el amor.
¿Por qué no mantener una bonita relación con alguien tan especial con el que un día compartí mi vida? ¿Por qué querer cortar contacto cuando alguien significó tanto para mí? Las respuestas las tienes tú, sana y luego date la oportunidad de conocer nuevos vínculos con la persona que compartió parte de tu camino. La intimidad será distinta, la complicidad no tendrá por qué serlo.
No existe una respuesta definitiva
Si preguntamos, a nivel general nos encontramos con dos respuestas: “no se puede ser amigo de una ex pareja” y “sí se puede ser”. La mente tiende a la dicotomía. Al “sí” y al “no”. Pero no siempre es así. No hay que forzar una relación de amistad con nuestra expareja por mucho que nos conozca. No todas las relaciones acaban igual.
Primero de todo hay que cerrar cicatrices, y esto lleva tiempo. Una vez cerradas deberíamos experimentar el sentimiento de acercamiento a nuestra ex pareja. Mucha gente no lo siente. Sabe que fue una época que ya pasó y no ve sentido establecer una amistad. Luego, ¿para qué hacerlo? La vida se compone de etapas. Esto no es sinónimo de acabar mal. Sino, que algo bonito ya pasó y nada en nuestro interior nos impulsa a esa amistad.
Hay parejas, que de forma natural y sin forzarlo, han seguido con una bonita amistad. Pero no debemos empeñarnos en establecer la relación de amistad porque nos parezca bonito o ideal. Si lo hacemos, es porque ambos lo sentimos. Si no es así, no tiene sentido.
Porque otro aspecto a tener en cuenta es que muchas parejas no acaban bien y se percatan que tampoco serían buenos amigos. Así pues, cada relación es un mundo y no se debe generalizar sobre si debemos o no ser amigos después de una ruptura.
Barreras que dificultan una amistad después del amor
Por lo general, existen algunas situaciones que impiden o dificultan que una pareja que ha roto su relación consigan ser amigos. Las más comunes son:
El orgullo herido
En esta situación, uno de los miembros se ha sentido humillado por las razones que llevaron a la ruptura. Esto hace que la parte herida se niegue a cualquier contacto después del rompimiento.
Este escenario es bastante común en aquellas relaciones donde se produjeron infidelidades, malos tratos y engaños.
Círculo social en común
También es común que una amistad entre ex parejas se inicie porque comparten el mismo círculo de amigos. De manera que se ven obligados a frecuentar los mismos lugares y compartir experiencias juntos, para lo cual no están preparados.
En estos casos, la amistad, al no surgir por un deseo genuino de ambos, puede empezar a incomodar y es muy probable que la simple presencia del otro genere malestar porque se sienten invadidos. De esta forma, se generan roces que dificultan el establecimiento sano de una relación de amigos.
Sentimientos de culpa
Otra situación que dificulta la amistad entre ex parejas son los sentimientos de vergüenza y culpabilidad, productos de la forma en que se trataron durante la relación. En este caso, es probable que en el futuro rehúyan de cualquier intento de contacto.
No obstante, estos sentimientos pueden tener el efecto contrario: intentar mantener el contacto como una forma de reparar el vínculo y sobreponer los sentimientos de culpa. En estos casos, es probable que la “amistad” dure poco tiempo. Pues, se está construyendo sobre bases erróneas y no por intenciones genuinas.
Proyectos económicos compartidos
Si durante la relación ambos contrajeron compromisos económicos juntos (como iniciar un negocio o comprar una casa), es probable que el establecimiento de una amistad se vea comprometido. Pues, el dinero suele ser una fuente de disgustos y conflictos en estos casos, sobre todo si existen heridas no sanadas y rencores no resueltos.
Un enfrentamiento en el ámbito económico suele provocar grandes resentimientos, pues no solo se ve afectado el ámbito emocional, sino también el profesional y el doméstico, según sea el caso.
La custodia de los hijos
En muchas ocasiones, los hijos son el motivo que permite establecer un vinculo sólido entre las ex parejas.
Sin embargo, también existen casos donde las decisiones concernientes a los niños puede provocar una discordia en la ex pareja. Especialmente cuando se trata de la custodia de los mismos.
Contacto poco después de la ruptura
Después de una ruptura cada miembro necesita sanar sus heridas emocionales y darse el tiempo para superar el duelo por el rompimiento.
Si se fuerza la amistad cuando uno o ambos miembros no han sanado del todo, es muy probable que hayan conflictos y resentimientos. El tiempo para volver a establecer contacto es bastante relativo, solo sabremos que lo hemos superado cuando el contacto no incomode en lo absoluto.
Impacto emocional retardado
También es posible que los efectos de la ruptura se presenten a largo plazo como consecuencia de una evitación o negación inconsciente de las emociones. En estos casos, es común que la separación se haya dado de una forma aparentemente amistosa y decidan ser amigos después de todo.
No obstante, con el paso del tiempo, uno puede empezar a experimentar sentimientos de dolor o ira por la ausencia del otro.
Para concluir, recalcamos que la amistad después del amor sí es posible, siempre y cuando haya un deseo genuino de ambos y las heridas del pasado hayan sanado como se debe. Asimismo, recordemos que este tipo de amistad será conveniente dependiendo de las circunstancias de la relación y los involucrados.
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