Nomofobia: qué es y cómo te afecta la adicción al celular

Desde hace tiempo, el móvil se ha convertido en un objeto indispensable para nuestra vida. Pasamos horas en las redes sociales o conversando con conocidos; y no hay nada de malo siempre que su uso sea equilibrado. El problema aparece si sentimos miedo al no tenerlo con nosotros, lo que se conoce como nomofobia.
Cuando la dependencia es extrema, puede ocasionar problemas de salud y dificultades para relacionarse con los demás. Por suerte, existen maneras de sobrellevarla, tanto en adultos como en niños. Quédate para descubrirlo.
¿Qué es la nomofobia? Más que usar mucho el móvil
La nomofobia es el miedo intenso a la desconexión por no tener el móvil o no poder usarlo. El término surge de la expresión en inglés “no mobile phone phobia”, que significa “fobia a no tener el teléfono celular”.
Esto ocurre porque recibir notificaciones libera dopamina, una sustancia que da placer y nos incentiva a tener el móvil cerca. Además, “la dependencia que el ser humano ha creado a la información y comunicación inmediata y simultánea le genera la necesidad de tenerlo siempre disponible”, tal como destaca un estudio de la revista Perspectivas en Psicología.
Pero no solo se trata de una dependencia o un uso desmedido, como ocurre con la adicción al celular. Más bien es un miedo exagerado a perder el móvil, a que no tenga batería o falle la conexión.
La nomofobia se relaciona con el “miedo o nerviosismo por no poder comunicarse con otras personas, miedo a no poder contactarse, miedo a no tener acceso inmediato a la información y miedo a renunciar a la comodidad.
Señales de que eres nomofóbico
Algunas pistas pueden indicar que tu adicción al celular es, en realidad, nomofobia.
- Sufrir ansiedad o irritabilidad: cuando no tienes cerca el móvil o no puedes usarlo.
- Obsesionarte con él: a tal punto que descuidas tu trabajo, estudios, relaciones o salud.
- Dormir con el celular cerca: además de revisarlo de manera constante o interrumpir tus actividades para mirarlo.
- Sentir temor a quedarte sin batería, cobertura o sin el móvil: Por eso, tomas muchos recaudos para pasar el menor tiempo posible sin él. Por ejemplo, llevas el cargador o una batería portátil a todos lados.
Consecuencias: el impacto en tu mente, cuerpo y relaciones
El uso excesivo del celular y la necesidad de tenerlo cerca no solo puede dar ansiedad. También hay otras consecuencias.
Para tu cerebro
Al estar tan pendiente del móvil, la nomofobia puede ocasionar distracción y dificultad para concentrarse. Por este motivo, puede afectar el trabajo o los estudios.
También, puede disparar depresión y ansiedad, preocupación o nerviosismo, sobre todo al tener que desprenderte del teléfono.
Para tu cuerpo
Pasar tantas horas con el teléfono se relaciona con sedentarismo, cansancio, dolores de cabeza, problemas de visión y musculares. A largo plazo podría influir en problemas de alimentación y sobrepeso.
Para tus relaciones
Es común que muchas personas adictas al teléfono celular se aíslen de los demás por su uso excesivo. Suelen tener más relaciones virtuales y, por ello, más problemas al relacionarse con los demás en persona.
Cómo prevenir y gestionar la nomofobia: Guía práctica
Ante los primeros indicios de nomofobia, es importante actuar para recuperar el equilibrio.
- Haz ejercicios de mindfulness: La atención plena ayuda a relajar la mente y reducir la ansiedad.
- Usa técnicas de concienciación: como la respiración consciente o la conciencia corporal para relajarte.
- Gestiona las notificaciones: Silencia las notificaciones o limítalas a aquellas que sean en verdad importantes, como las llamadas.
- Busca alternativas: Empieza otro tipo de actividades, como puede ser practicar un deporte, leer, pintar, tocar un instrumento musical, aprender un idioma, etc.
- Practica la desintoxicación digital: Apaga el móvil en ciertos momentos del día, como al dormir, al comer o cuando te reúnes con amigos y familia.
Cómo prevenir y superar la nomofobia para los niños
Los niños y adolescentes son los grandes perjudicados por el uso desmedido de los teléfonos celulares, lo que puede influir en su rendimiento escolar y en problemas de conducta. Estas son algunas formas de controlarlo.
- Den el ejemplo como padres: Si tú pones frenos al uso del móvil, será más fácil que ellos también lo hagan.
- Establezcan reglas juntos: Incentiva a los niños a realizar actividades sin pantallas y a pautar horarios para que usen el celular.
- Usen apps de control parental: Las apps de control parental te ayudan a administrar el tiempo de uso del celular y los contenidos a los que el niño accede. Puedes bloquear su móvil o determinados sitios web después de cierto tiempo y establecer horarios para que estudie o duerma.

El miedo a no tener el celular está presente en la gran mayoría de las personas, en mayor o menor medida. Eso no significa que todos suframos de nomofobia; pero sí es una señal para reflexionar sobre cómo usamos la tecnología. Da hoy el primer paso, apagando el móvil un rato y disfrutando más de la vida que te rodea.
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