Adicción al móvil: síntomas, consecuencias y qué hacer

La adicción a los celulares se refleja en su uso excesivo y en la dependencia psicológica hacia ellos. Esta situación repercute de forma negativa en la salud mental y física de los usuarios. Sigue leyendo y conoce más detalles.
Adicción al móvil: síntomas, consecuencias y qué hacer
Cristina Roda Rivera

Escrito y verificado por la psicóloga Cristina Roda Rivera.

Última actualización: 15 noviembre, 2023

En las sociedades tecnológicas actuales, el móvil se ha transformado en un dispositivo integral de la existencia de las personas. Sin embargo, su utilización abusiva ha llevado a muchos investigadores y expertos a cuestionar si estamos cruzando la línea entre una herramienta útil y un problema adictivo.

La «adicción al móvil» es un término que ha ganado relevancia en los últimos años, y aunque no se reconoce de manera oficial, como un trastorno mental, en el sentido clínico, su impacto en la vida diaria de las personas es innegable.

¿Qué es la adicción al móvil?

Es un patrón conductual caracterizado por un uso excesivo del celular que causa consecuencias negativas en diferentes ámbitos de la vida de la persona: familiar, social, laboral, pasional, académica. Además, afecta de manera significativa su funcionamiento cotidiano y su bienestar.

A pesar de que la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) no la reconoce como un trastorno adictivo en su clasificación, algunos la consideran una adicción como tal. De igual forma, la APA (American Psychological Association) no la categoriza como un trastorno, debido a que no existen los suficientes datos científicos para definir sus criterios diagnósticos. Tampoco se cuenta con la suficiente información para determinar su curso.

En general, hay mucho debate sobre si es o no una adicción. En este contexto, en el 2018, Tayana Panova y Xavier Carbonell realizaron una revisión de la literatura para determinar si existe o no esta adicción. Después de analizar diversos estudios, descubrieron que, pese a que muchos investigadores sostienen que los teléfonos inteligentes generan adicción, no hay evidencia contundente que respalde esta afirmación.

Las acciones relacionadas con el uso del smartphone se describen, según estos investigadores, como comportamientos problemáticos o inapropiados, cuyos efectos resultantes no alcanzan la severidad típica de las adicciones.

Pese a que no se reconoce de manera formal la «adicción al móvil», en este artículo emplearemos dicho término, debido a su amplia aceptación social. Sin embargo, es crucial subrayar que, aunque recurramos a esta expresión, en esencia nos referimos a un uso problemático, abusivo o excesivo del celular.

Síntomas

La adicción al móvil se manifiesta a través de una serie de síntomas que afectan el bienestar de la persona que los padece y las relaciones que ella tiene en diferentes ámbitos. A continuación, describiremos la sintomatología de esta afección.

1. Uso peligroso del móvil

Las personas con una adicción al celular tienden a usar sus dispositivos incluso en situaciones que pueden ser descritas como peligrosas o en contextos donde está prohibido. Esto puede incluir momentos, como conducir o cruzar la calle.

2. Conflictos interpersonales

La adicción puede causar conflictos con amigos y familiares, y generar confrontaciones que terminan en distanciamiento, desconexión social y peleas. Sumado a esto, la persona puede perder interés en actividades que solía disfrutar debido a la priorización del uso del celular. Esto puede recrudecer su aislamiento.

3. Ignorar los efectos perjudiciales

A pesar de los problemas que el uso continuo del teléfono puede generar, los adictos a estos aparatos no pueden dejar de utilizarlos. Ignoran las consecuencias negativas en aras de la satisfacción inmediata que el dispositivo proporciona.

4. Perturbaciones físicas y mentales

El uso excesivo del celular, no solo afecta el tiempo y las relaciones, sino que también puede causar daño a nivel físico: dolores en el cuello, en los dedos; afecciones mentales: depresión, estrés, ansiedad) y social: aislamiento, conflictos. Estos problemas interfieren en la vida laboral y familiar del adicto.

5. Problemas de control de impulso

La persona siente un fuerte impulso que le dificulta controlar la necesidad de usar el móvil. La falta de control se nota en situaciones donde el sujeto tiene la intención de no emplear el celular o de tomar un descanso, sin embargo, el deseo irrefrenable de utilizarlo le impide cumplir su propósito.

6. Verificación compulsiva

Los individuos con adicción al móvil sienten la necesidad de revisar sus dispositivos de forma constante, incluso en intervalos cortos de tiempo. Esta acción repetitiva puede llevarlos a despertar por las noches para revisar el celular, lo que genera alteración del sueño a corto y largo plazo.

7. Tolerancia

La persona experimenta la necesidad de usar su celular por periodos de tiempo más largos, para sentir el mismo nivel de satisfacción (tolerancia). También puede usarlo para contrarrestar sentimientos negativos.

8. Conexión compulsiva

Este síntoma refleja una necesidad imperante y urgente de estar conectado o pendiente del móvil. Su uso se convierte en una prioridad sobre otras tareas o actividades.

9. Prioridad a la virtualidad

Quienes padecen adicción al móvil le asignan mayor importancia a los encuentros virtuales, ya que priorizan el uso del celular. Por lo tanto, relegan el contacto personal, cara a cara, y le dan mayor prioridad a la interacción virtual mediada por el uso de aplicaciones de mensajería instantánea.

10. Síndrome de abstinencia

Cuando el adicto al celular no puede usar el dispositivo, empieza a sentir diferentes síntomas asociados al síndrome de abstinencia: irritabilidad, ansiedad, malestar general, sudoración, problemas de sueño, entre otros.

Aunado a la adicción al móvil, pueden aparecer otras manifestaciones de uso problemático, como las siguientes:

  • Nomofobia: Temor relacionado con no tener acceso a un teléfono móvil.
  • Textafrenia: Preocupación por no poder mandar o recibir mensajes de texto.
  • Ringxiety: Creer que el teléfono ha recibido una alerta o notificación, aunque no sea el caso.
  • Textiety: Inquietud o ansiedad por la necesidad de contestar mensajes de texto de forma instantánea.


Factores de riesgo para desarrollar una adicción al celular

No existe un listado definitivo de causas o factores de riesgo para consolidar una adicción al celular. A pesar de ello, a continuación, revisaremos y explicaremos algunas variables que podrían ser claves en el desarrllo de este tipo de problemas.

  • Ser adolescente: durante esta etapa todavía no se ha terminado de desarrollar la corteza prefrontal, encargada, entre otras cosas, de la regulación y el control de impulsos. Esto puede entorpecer la capacidad de evitar la tentación de usar el móvil. En esta fase del desarrollo, donde se está buscando una identidad, el celular y las redes sociales también son un medio para explorar el mundo y configurar así una manera de ser.
  • Baja autoestima: quienes tienen esta característica tienden a buscar aprobación externa para sentirse bien consigo mismos. Esto puede propiciar el uso excesivo del celular y las redes sociales, como un medio para obtener aceptación, atención y validación, lo cual les porporciona una sensación de valor.
  • Pocas habilidades sociales: hay personas que prefieren comunicarse mediante medios digitales, debido a que tienen problemas para relacionarse cara a cara con otras personas en situaciones sociales. Aunque el celular los protege de esa incomodidad, puede llevarlos a depender mucho de él.
  • Incapacidad de resolver problemas: aquellos que no saben cómo lidiar con los conflictos (familiares, sociales, académicos, laborales) pueden terminar recluyéndose en el celular, como una estrategia de evitación que les permite eludir el estrés y la ansiedad que les genera el problema.
  • Bajo control de impulsos: los individuos a los que se les dificulta regular sus impulsos son proclives al uso problemático del celular, ya que no son capaces de resistir la tentación de revisarlo. La gratificación que les genera el móvil es muy atractiva y difícil de eludir.
  • Ansiedad: el celular puede funcionar como un mecanismo de afrontamiento para quienes padecen de algún trastorno de ansiedad. Mediante él, pueden conseguir distraerse de sus pensamientos y de el malestar que les genera estar ansiosos. Según una revisión de la Revista Chilena de neuro-psiquiatría, el uso desmedido del teléfono celular predispone a un comportamiento no verbal, al limitar la interacción cara a cara, lo cual podría generar crisis de ansiedad, depresión y comportamientos agresivos.

Es necesario aclarar que tener uno o más de estos factores no garantiza que una persona desarrolle una conducta adictiva. Ser conscientes de estos riesgos puede ayudar a las personas a prevenir el mal uso del móvil y promover decisiones más informadas acerca de su utilización.

Los efectos del uso continuado del móvil

Existen múltiples consecuencias negativas asociadas al empleo desmedido, inadaptativo y problemático del celular. Muchos de sus efectos se reflejan, tanto a nivel físico, como a nivel mental.

1. Aumento del estrés

El uso frecuente del teléfono móvil eleva los niveles de estrés en los usuarios. Esto puede deberse a la constante necesidad de estar disponible, lo que posibilita generar presión y ansiedad en las personas.

2. Síntomas de depresión

El uso desmedido del teléfono móvil se asocia con síntomas de depresión. Esto podría estar relacionado con la sensación de estar siempre conectado y las presiones asociadas con la comunicación constante.

3. Problemas de atención

Al revisar las redes sociales, el correo electrónico, las opiniones, las solicitudes y la publicidad de otras personas saturan la mente. La propagación de todas esas estimulaciones genera mucha distracción y disminuye la atención.

4. Dificultades en la regulación cognitivo-emocional

Los sujetos con adicción al móvil pueden presentar dificultades para regular sus emociones y  empezar a suprimir la expresión de sus emociones negativas. El uso excesivo del teléfono conduce, también, a la evitación afectiva, lo que a largo plazo entorpece la capacidad de afrontar y procesar emociones desagradables.

5. Impulsividad

El celular y el uso frecuente de las redes sociales genera una gratificación inmediata a través de la liberación de dopamina. Estas recompensas instantáneas pueden habituar a la persona a recibir satisfacción de manera rápida, lo que motiva a llevarla a tomar decisiones impulsivas con la finalidad de conseguir enseguida el placer que desea. 

6. Deterioro de la función cognitiva

En general, el uso problemático del móvil puede producir problemas en distintos procesos cognitivos: atención, memoria, pensamiento, regulación afectiva. Asimismo, puede afectar el rendimiento cognitivo en tareas que exigen una demanda alta de recursos mentales.

7. Timidez y baja autoestima

Cuando la adicción al móvil se relaciona con el abuso de las redes sociales, puede provocar un deterioro de la autoestima a través de las comparaciones negativas con la vida de los otros. Ver la «vida perfecta» de los demás genera una sensación de inadecuación e insatisfacción.

Por otro lado, la dependencia al celular reduce las interacciones cara a cara, lo que podría comprometer la capacidad de socializar. Esto posibilitaría la aparición de conductas tímidas, ya que no se desarrollan buenas habilidades sociales para interactuar con los demás.

8. Trastornos del sueño

La adicción al móvil puede provocar trastornos del sueño. Una posible razón es que las llamadas, las notificaciones, los mensajes y el deseo de revisar el teléfono interrumpen el ciclo del sueño de la persona.

9. Rigidez y dolor muscular

La utilización del celular en posturas corporales inadecuadas puede generar tensiones y dolores en los músculos, sobre todo en los del cuello y la espalda. Esto podría generar el síndrome tech- neck o cuello de texto, que se caracteriza por contracturas y dolores en al zona del cuello y la cabeza.

10. Afecciones oculares

La exposición prolongada al celular puede causar fatiga visual. La luz de la pantalla puede ser perjudicial para los ojos, si se expone durante largos períodos. Esto puede ocasionar sequedad en los ojos, picazón, enrojecimiento y visión borrosa.

11. Condición física reducida

La utilización del celular puede conducir a un estilo de vida sedentario. Al pasar largas horas frente a la pantalla del móvil, la actividad física de la persona puede reducirse. Esta falta de ejercicio puede generar otros problemas, como: obesidad, enfermedades cardíacas, colesterol alto, entre otros malestares asociados al sedentarismo.

12. Hábitos alimentarios poco saludables

La adicción al móvil está relacionado con trastornos de la alimentación y con hábitos de nutrición y estilos de vida poco saludables. A largo plazo, esto causa otros problemas médicos asociados a la dieta.

13. Dolor y migrañas

La pantalla del celular, sobre todo cuando se expone a ella en ambientes oscuros, provoca tensión en los ojos y en la cabeza, ya que fuerza la vista al recibir tanta luz. Todo esto puede suscitar dolores de cabeza o migrañas.



Recomendaciones para lidiar con la adicción al móvil

A continuación ofrecemos una serie de consejos basándonos en las sugerencias que ofrece el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social para combatir este tipo de problema adictivo.

  1. Identifica y evita los desencadenantes: elude momentos que te inciten a usar el móvil de manera excesiva, como el tedio o la soledad. En lugar de recurrir al dispositivo, busca actividades alternas que te distraigan y te aporten bienestar.
  2. Prioriza la comunicación presencial: la interacción cara a cara es insustituible. Proporciona una conexión emocional profunda y alivia el estrés de manera más efectiva que la comunicación digital. Prioriza encuentros personales y disfruta de los beneficios emocionales que estos ofrecen.
  3. Desarrolla tus habilidades de afrontamiento: si utilizas el móvil como mecanismo de escape ante el estrés o la frustración, es esencial desarrollar otras habilidades de afrontamiento. Practica técnicas de relajación, meditación o incluso haz deportes para gestionar tus emociones.
  4. Reflexiona sobre dependencias pasadas: si has tenido adicciones anteriores, como al alcohol o drogas, es crucial que seas consciente de que el uso excesivo del móvil puede ser una nueva forma de evasión. Reconoce estos patrones y busca ayuda profesional.
  5. Fortalecimiento del círculo social: dedica tiempo a fortalecer tus relaciones personales. Participa en actividades grupales, únete a clubes o realiza un voluntariado. Estas acciones te permitirán construir conexiones genuinas y enriquecer tu bienestar emocional.

Para combatir cualquier tipo de adicción o exceso problemático, es necesario recurrir a un especialista de la salud mental que diseñe el plan de intervención más adecuado, según el caso de la persona. Por eso, la principal recomendación siempre será buscar ayuda profesional.

Un buen uso puede cambiar nuestra rutina

El uso del móvil es casi imprescindible en muchas esferas de nuestra vida, no podemos evitarlo. Por ello, seguir unos simples consejos pueden ayudarte a utilizar el móvil a tu favor:

  • Activa el modo avión si quieres poner el despertador del móvil.
  • Elimina aplicaciones que no usas nunca.
  • Deshabilita las notificaciones de aplicaciones con información prescindible de la pantalla de inicio. Puedes consultarlas de manera específica al estar en un momento de ocio.
  • No utilices el móvil, al menos la primera hora de la mañana. Una estrategia para solucionar esta costumbre es automatizar una conducta incompatible con tener el móvil en la mano, como levantarte e ir de forma directa a la ducha o a lavarte la cara.
  • Establece una hora exacta para realizar llamadas o contestar mensajes.
  • Utiliza el correo electrónico en los horarios de trabajo a través del ordenador.
  • Asume que, si existe algo urgente, puedes ser localizado sin problema. Para ello, no es necesario mirar el móvil con frecuencia.
  • Realiza un seguimiento del tiempo que pasas frente a la pantalla, a través de aplicaciones destinadas a esto.

Consideraciones finales

Tras ver todos sus efectos nocivos, puede parecer que hemos demonizado el uso del móvil, pero nada más lejos de la realidad, pues estamos advirtiendo sus consecuencias, cuando el uso es irracional, ya que usarlo con moderación no acarrea ningún problema

El celular, como cualquier herramienta, tiene el potencial de ser beneficioso o perjudicial dependiendo de cómo se utilice. Aunque, no se haya establecido como una «adicción» en el sentido tradicional, es evidente que un uso inapropiado puede tener consecuencias negativas en la vida de una persona. No obstante, en el año 2013, se inscribió de manera oficial a la Nomofobia (ansiedad y miedo irracional a no tener acceso al móvil) en el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders)

Por lo tanto, es esencial ser conscientes de nuestros hábitos relacionados con el móvil y tomar medidas proactivas para garantizar que su uso mejore, y no perjudique nuestra calidad de vida. Tenemos que velar por el bienestar propio y el de los adolescentes.


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