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Qué significa ser una persona migajera y por qué es una "red flag"

4 minutos
Por miedo a quedarse solas, muchas personas terminan aceptando migajas emocionales de parejas distantes, celebrando gestos mínimos y suplicando atención de quien no da lo justo.
Qué significa ser una persona migajera y por qué es una "red flag"
Última actualización: 16 agosto, 2025

¿Sales con alguien que te encanta, pero casi siempre te hace sentir en segundo lugar? ¿O eres de los que se ilusionan con un “te extraño” después de días sin hablar? Si sabes que recibes poco para todo el amor que das, lo más probable es que seas una persona migajera y te conformes con muestras mínimas de afecto.

Sí, nadie manda en el corazón y, a veces, terminamos en relaciones donde no somos amados ni elegidos con plenitud, pensando que “algo es mejor que nada”. Pero esta actitud esconde señales como miedo al abandono, baja autoestima y la mala costumbre de aceptar amores a medias.

¿Qué es ser una persona migajera?

La palabra “migajero” está de moda, despertando conversaciones en redes sociales sobre las dinámicas de pareja y lo poco con lo que podemos conformarnos en nuestras relaciones. Es un término actual y proviene de la expresión inglesa breadcrumbing (migajas emocionales), una tendencia que fue descrita por el Urban Dictionary de la siguiente manera:

Es cuando la persona que te gusta no tiene intención de ir más allá, pero le gusta la atención. Así que coquetea aquí y allá, envía mensajes directos o mensajes de texto solo para mantener el interés de la persona, a sabiendas de que seguirá soltera.

Urban Dictionary (2018)

Con los años, el concepto evolucionó y ahora una persona migajera es quien se queda en relaciones tibias y sin etiquetas, donde el amor viene en dosis mínimas. Los migajeros rebajan sus estándares románticos y creen que el poco afecto que reciben es más que suficiente, cuando en el fondo les gustaría sentirse amados sin excepciones.

Son quienes se conforman con estar en relaciones donde no hay compromiso en sí, solo muestras ambiguas de interés. Una mujer u hombre migajero se siente feliz cuando le envían un mensaje tras dos semanas de ghosting. Celebran un like en una foto como si fuera una declaración de amor y excusan que su pareja no haga planes con ellos.

¿Por qué ser migajero es una red flag?

Quienes practican el breadcrumbing son una red flag andante, pero ojo, los que se conforman con migajas tampoco están libres de responsabilidad. Por lo general, detrás de esta actitud hay patrones dañinos que, si no se reconocen, atan a relaciones muy tóxicas. Estas son las razones por las que ser una persona migajera también es una señal de alerta.

1. Esconde el miedo al abandono

Un estudio publicado en la revista académica Personal Relationships resaltó que el miedo a estar solteros y a quedar solos puede hacer que nos conformemos con menos en nuestras relaciones románticas. Esto causa una dependencia a la otra persona que hace difícil terminar el vínculo, incluso cuando se trata de relaciones insatisfactorias.

2. Refleja baja autoestima

De acuerdo con los expertos, alguien con baja autoestima no expresa lo que necesita por miedo a que sea demasiado e interpreta las señales ambiguas como rechazo, lo que incrementa sus inseguridades. Así, las personas migajeras aceptan parejas que no las valoran ni les demuestran su cariño. Se aferran a vínculos donde la indiferencia y el abandono son comunes, porque están convencidas de que no encontrarán alguien mejor.

3. Minimiza el maltrato emocional

Los migajeros tienen la capacidad de ver gestos románticos donde no los hay y justifican el comportamiento distante de sus parejas, aunque muy en el fondo les duele. Muchos prefieren creer que las migajas son pruebas de amor sincero antes que aceptar la falta de interés real. Entonces, normalizan el breadcrumbing sin cuestionar la manipulación y falta de inteligencia emocional que hay detrás.

4. Normaliza los amores mediocres

Esta es una de las mayores red flags de las personas migajeras, pues pueden distorsionar lo que en realidad significa estar en una relación sana. Cuando te acostumbras a recibir migajas, crees que exigir más compromiso, respeto y reciprocidad es pedir demasiado. Lo que lleva a que te vincules en relaciones donde das mucho, pero recibes poco.

¿Cómo dejar de ser una persona migajera?

Si todo lo anterior resuena contigo y sientes que sueles caer en relaciones donde el breadcrumbing es protagonista, reconocer esta dinámica es el primer paso para salir de ella. Exigir un amor real, honesto y recíproco no es ser dramático o pedir de más, es expresar y respetar nuestras necesidades emocionales.

Por tanto, si sientes que tu pareja o “casi algo” te da puras migajas de amor, habla con ella sobre cómo te hace sentir su actitud. Si a esa persona le importan tus sentimientos, reconocerá su error y hará lo posible para cambiar. Pero si solo hace promesas vacías y te sigue teniendo en segundo plano, es tu decisión quedarte o irte.

Asimismo, trabaja en tu autoestima y amor propio para que salgas sin remordimiento de relaciones en las que no te valoran. No permitas que la baja autoestima y el miedo a la soledad te hagan quedar donde no eres feliz. Mereces alguien que te ame y que con sus acciones te demuestre su afecto. Busca ayuda profesional si es necesario y no pierdas tu tiempo en relaciones donde el cariño, el respeto y el compromiso vienen en dosis mínimas.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.