¿Qué factores influyen en nuestro voto político?

¿Qué factores influyen en nuestro voto político?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 06 agosto, 2023

Nuestro sistema político basa una buena parte de su funcionamiento en la democracia, de manera que los representantes de las principales cámaras (congreso y senado) son elegidos por el voto ciudadano de manera indirecta, a través de las listas de candidatos que completan las listas de los partidos. Estos políticos serán los encargados de representar nuestros intereses, por lo tanto son depositarios de los mismos.

La pregunta que nos hacemos es: ¿qué nos lleva a preferir que nos representen unos y no otros? La respuesta más sencilla sería, como hemos dicho en el párrafo anterior, elegir a aquellos que pensamos van a defender mejor nuestros intereses. Sin embargo, si empezamos a bucear un poco en el tema, nos daremos cuenta de que la respuesta no es tan sencilla…

La psicología social política se ha encargado de investigar de forma amplia los factores que influyen en la dirección de nuestro voto . Los estudios nos muestran datos llamativos: parece ser que la estabilidad del voto y la identificación partidista son los que determinan nuestro voto político. La ideología apenas parece ser importante si comparamos su influencia con la de estos dos factores.

La estabilidad del voto político

Uno de los aspectos destacados en torno a la conducta de voto es su estabilidad temporal. Podemos observar que cuando una persona ha votado a un partido político, vuelve a votar al mismo partido en las próximas elecciones. Esta estabilidad suele mantenerse con independencia de la tendencia política del partido, el candidato y el tipo de elecciones (nacionales o autonómicas).

Aunque la gran mayoría de personas son constantes en su voto, otras no. ¿Qué factores influyen en la estabilidad del voto? Los estudios nos muestran que las “personas de derechas” cambian menos su voto. Por otro lado, siguiendo con la división entre “personas de derechas” y “personas de izquierdas”, se puede observar que es más fácil un cambio de voto hacia partidos que se encuentran más próximos en ideología a los últimos votados. De cambiar, lo más probable es que las personas que votaron en las últimas elecciones a un “partido de derechas” sigan votando a este partido o a otro de “derechas”. En la izquierda ocurre lo mismo.

Manos con votos

Estos resultados nos hacen entender que lo que realmente hay detrás de la estabilidad del voto es un proceso de socialización política. Un proceso por el cual los partidos consiguen socios leales a pesar de los cambios: pesa más la tradición de la ideología política del partido que el programa concreto que presenten a unas determinadas elecciones. En esta socialización política entra un concepto muy importante llamado identificación partidista.

Identificación partidista

La identificación partidista se define como una vinculación psicológica entre un individuo y un partido político que implica un sentimiento de identidad de grupo. A través de diferentes métodos, como la utilización de símbolos, himnos y eventos grupales, los partidos consiguen crear en sus votantes una sensación de unión tan fuerte que sobrepasa las diferencias ideológicas intragrupales.

No obstante, ¿cuán importante es la identificación partidista frente a la ideología del individuo a la hora de determinar su voto? En 2009 se realizó un estudio en España para determinar qué nivel de ideología compartían los individuos con su partido político. Los resultados son altamente sorprendentes. En el caso de los votantes del PSOE y del PP, estos comparten menos del 50 por 100 de la ideología de su partido. En el caso de IU el porcentaje sube hasta un 61 por 100.

Estos datos nos muestran que los votantes de un partido no comparten la mayoría de los intereses ni ideología con su partido. ¿Cómo es posible identificarte con un partido en estas condiciones? La respuesta está en los fuertes mecanismos de propaganda de los partidos, que buscan empatizar con la gente para lograr en ellos un sentimiento de pertenencia a su grupo, para en última instancia conseguir tu voto en las próximas elecciones.

La responsabilidad política del ciudadano

Estos datos son como mínimo sorprendentes, ya que la ideología de los votantes no se está llevando al parlamento. Estos estudios nos muestran un panorama en el cual los partidos políticos captan a individuos, y generan en ellos una identificación grupal más típica de equipos de fútbol que de la identificación política. Esto se traduce en un congreso que no representa a la población, y por lo tanto va a llevar políticas en contra de la misma.

Chico leyendo papel informativo

La educación política es sin duda una de las mejores herramientas para cambiar este panorama. Una educación que nos permita entender correctamente las políticas y leyes que se llevan a cabo y cómo nos afectan, aumentando de paso el espíritu crítico con la opción votada y el castigo por no cumplir el programa electoral. Esos que hoy parecen papel mojado incluso antes de presentarse.

Aunque las medidas políticas raramente producen cambios inmediatos y además muchos de sus efectos son difusos, no dejan de ser importantes en el sentido que marcan el rumbo y la forma de navegar de nuestro país. La democracia y el sufragio universal han sido un logro que nos ha costado varios siglos y mucha sangre conseguir. Ahora, para que funcionen, necesitan de la implicación activa e inteligente del ciudadano. De ti, de mí y de todo aquel al que le asista el derecho de voto.

 

 


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