¿Sabes qué es la amaxofobia?
Hace cinco años que el coche de Marta está aparcado en la puerta de su casa. Dice sentirse incapaz de cogerlo, casi de mirarlo desde que tuvo aquel accidente. La realidad es que por suerte no le ocurrió nada grave, pero sí que le dejó bastantes secuelas psicológicas. Ese miedo intenso a volver conducir tiene un nombre: amaxofobia.
Para Marta esto es un problema, ya que necesita su coche para desplazarse, su pareja vive en un pueblo y siempre tiene que depender de otros transportes. Además, se ha negado a aceptar diversos trabajos porque se veía obligada a desplazarse en coche. La amaxofobia supone un freno en la vida de quien la padece.
Como sabemos, las fobias constituyen un trastorno psicológico encuadrado dentro del grupo de los trastornos de ansiedad. Las fobias son miedos muy intensos e irracionales a diversas situaciones, estímulos, etc, que realmente son inofensivos.
Sin embargo, nuestro cerebro los percibe sesgadamente como una gran amenaza de la que debemos escapar si queremos sobrevivir. Resultan muy incapacitantes para la persona que las sufre ya que como a Marta, le limitan mucho su vida diaria.
Pero, ¿qué es la amaxofobia?
La amaxofobia es un miedo exagerado y distorsionado hacia el acto de conducir cualquier vehículo. La persona no puede controlar ese miedo y evita o huye de la situación de conducir, lo que hace que se refuerce y se mantenga en el tiempo.La padece un 4% de la población y se da más en mujeres, aunque también hay muchos hombres, pero estos no suelen informar tanto de su trastorno debido a que suelen esconder más sus miedos y “vulnerabilidades”.
Las causas que pueden llevar a que una persona padezca amaxofobia son muchas. Puede aparecer tras haber tenido un accidente traumático o conocer que otra persona lo ha tenido. También son causas tener un historial de ansiedad u otros trastornos psicológicos, tener baja autoestima o ser una persona miedosa en general.
Estas personas además son muy incomprendidas por la sociedad, teniendo que soportar en ocasiones burlas, lo que hace que se evite hasta hablar del tema.
Seguimos con Marta
Marta nos cuenta, que en una ocasión decidió vencer sus miedos y coger su coche para ir a ver a su pareja, pero fue el simple sonido del motor arrancándose lo que hizo que pensara “¿Y si se vuelve a repetir el accidente?
Esto hizo que en su cuerpo se desencadenaran todas las respuestas fisiológicas de ansiedad que ya conocemos: sudores, taquicardias, hiperventilación, temblores, mareos…
Este episodio hizo que no volviera a confiar en sí misma y que lo diera todo por perdido “Nunca más volveré a conducir, lo tendré que asumir, no soy capaz de superarlo”. Estos pensamientos negativos más aún reforzaban el miedo de Marta. Al final se quedó en su casa rumiando “lo inútil que es”.
¿Cómo ayudamos a Marta?
Una vez más, enfrentarme a mis miedos me libra de ellos. Y sí, esta es la única manera de que Marta vuelva a conducir con calma y autoconfianza.Ella se propuso anteriormente un objetivo demasiado exigente: ir al pueblo de su novio, que estaba a una distancia considerable. Su cerebro en ese momento iba a mil: “Tengo que cruzar la autovía”, “A medio camino hay un tramo que los coches van muy rápido”.
Hay que empezar por metas más realistas, como por ejemplo (esto dependerá del caso concreto), montarse en el coche cinco minutos y observarlo, sin más hasta que el nivel de ansiedad se reduzca.
Luego, podemos meter la llave, encender las luces y arrancar y esperar un tiempo, pasado ese tiempo, podemos intentar movernos con el coche y, a medida que vayamos superando estas situaciones, seremos capaces de enfrentarnos a las siguientes.
Esto requiere tiempo, esfuerzo y motivación y gracias a estas tres cualidades la persona superará su fobia.
Pero esto no es todo, no podemos olvidarnos de las técnicas cognitivas. Si no cambiamos nuestra manera de pensar, no podremos cambiar nuestra manera de actuar. Algunos pensamientos anticipatorios de estas personas son: ¿Y si tengo un accidente otra vez? ¿Y si choco con un camión al intentar adelantarlo?
Hay que entrenar a estos pacientes para que detecten estos pensamientos y los modifiquen, ya que se creen sus pensamientos negativos y los hacen su realidad. Cuando alguien se cree algo actúa como si esto realmente fuese así, por lo que debemos cuestionarlos.
¿Qué probabilidades hay de que tener un accidente si conduces bien, tu vista está bien…? ¿Qué indicios tienes de que vas a chocar con un camión si lo adelantas? Es verdad que tuviste un accidente, pero ¿eso significa que se va a volver a repetir?
Marta lo consiguió
Finalmente Marta, consiguió superar la amaxofobia, su miedo a conducir. Se expuso gradualmente y cambio sus cogniciones y sus errores de pensamiento, lo que hizo que su calidad de vida fuese mejor.
Ahora, nos cuenta, siente un respeto normal hacia la conducción con unos niveles de ansiedad normales lo que la hace que tome medidas como ponerse el cinturón, conducir a la velocidad establecida por ley, poner las luces cuando es necesario, etc.
Porque el miedo o las preocupaciones normales nos ayudan a poner en marcha ciertas medidas necesarias para salir airosos de la situación, la ansiedad es buena y útil hasta cierto punto. Cuando es desmesurado, exagerado e irracional ya es patológico y aquí es donde debemos actuar para vivir mejor.