Sé el amor de tu vida
Quererse y amarse es una experiencia, una emoción, que debemos comenzar a hacer ahora mismo, en este preciso instante.
Amarse y ser egoísta, son dos cosas diferentes.
Amarse a uno mismo, constituye ante todo una aceptación completa e incondicional de todos y cada uno de nuestros aspectos, tanto positivos como negativos. Amarse a uno mismo, no significa ser egoísta, porque la persona egoísta en realidad no se ama ni se acepta sino que se odia y castiga, por eso se compara y aprovecha de los demás, porque no tiene amor para dar. Ni se ama a sí mismo, ni ama a los demás. Mientras que la persona que se ama a sí misma, es capaz de dar, ayudar y compartir con los demás sin ningún esfuerzo o trabajo, ya que el amor fluye dentro de él, sin ataduras, ni límites, sino con total libertad.
¿Cómo comenzar?
Amar a nuestro cuerpo tal cual es, sin necesidad de compararlo con los modelos impuestos es un buen comienzo. Quiere cada centímetro de tu cuerpo.
Aceptarnos y arrojar todo nuestro repertorio de “deberías”, siendo tan sólo, nosotros mismos, dejando así nuestra propia firma.
Aceptar y expresar de manera adecuada nuestras emociones es fundamental para llevar una vida sana.
Conocer y aprender a usar nuestra mente constituye una herramienta valiosa para nuestro crecimiento personal y social.
Pero sobre todo para ponerla a nuestro favor, y evitar boicotearnos a nosotros mismos. Como dice una gran amiga mía, “Quiérete porque vas a estar contigo toda la vida”, y que razón lleva. Podemos cruzarnos con miles de personas en nuestro camino, algunas se van, y otras vienen, incluso algunas se mantienen, pero eres tú mismo el que a cada instante se acompaña así mismo. Por eso, no encuentro otra razón más importante para que comiences ahora a amarte a ti mismo. “Amarse a sí mismo es el comienzo de un idilio que durará toda la vida” (Oscar Wilde)