7 señales de que tu salud mental está siendo amenazada
Evaluar tu salud mental es una tarea compleja. Como tiene que ver con algo que sucede dentro de ti, y eres tú quien hace la valoración, existe un componente alto de subjetividad. Por lo tanto, es posible que notes en exceso, o dejes de notar, conductas propias que resultan llamativas o problemáticas.
Precisamente, tus percepciones suelen alterarse cuando tu salud mental está viéndose comprometida. Por ejemplo, no te das cuenta de que te has vuelto más silencioso. Si alguien te lo hace ver, es probable que lo adjudiques al mucho trabajo que tienes o a la poca disposición de la gente a escuchar y no a una depresión en ciernes.
Lo usual es que la salud mental se deteriore de forma gradual y, casi siempre, imperceptible. Como ocurre con algunos problemas de salud física, no te das cuenta de cuan graves eran, hasta que ya están muy avanzados. Para evitar que esto ocurra, toma nota de las siete señales de deterioro, que exponemos enseguida.
“La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibrio tienes que avanzar”.
-Albert Einstein-
1. Sensación continua de cansancio y falta de energía
Una de las señales de que tu salud mental se ha deteriorado es la de sentirte cansado casi todo el tiempo, como si no tuvieras energía para realizar las actividades normales de tu vida diaria. Si no hay un motivo para esa fatiga, es posible que se trate de una manifestación emocional.
La depresión y la ansiedad provocan este tipo de condiciones. Por lo tanto, es importante que te preguntes a ti mismo si hay algo que te hace sentir triste, te produce decepción, dolor o preocupación en exceso. Allí puede estar la clave.
2. Problemas para dormir
Dormir bien se ha vuelto un lujo en la sociedad actual. Las dificultades para tener un sueño reparador están muy extendidas. Sin embargo, algo va de tener insomnio de vez en cuando a padecerlo con mucha frecuencia. En este último caso, es posible que exista algo lo suficientemente importante como para intranquilizarte de forma severa.
Siempre que tengas problemas para dormir , presta mucha atención. El sueño es una de las realidades que refleja con más nitidez los problemas de salud mental. Si presentas insomnio con frecuencia, debes tomar cartas en el asunto. No es algo que convenga dejar avanzar.
3. Procrastinación, una señal de salud mental a tomar en cuenta
La procrastinación habla de un cierto desfase entre el pensamiento, la emoción y la acción. Ocurre cuando se posponen de forma indefinida las actividades, las tareas o los compromisos que se tienen. ¿Por qué? Sientes pereza de hacerlo, o al menos eso es lo que te dices a ti mismo.
Es normal que todos pospongamos alguna actividad, una que otra vez. Solo debe causar inquietud si esto ocurre con mucha frecuencia. Puede ser señal de que te estás planteando objetivos muy exigentes o de que te cuesta mucho pasar a la acción. En ese caso, no tiene que ver con la pereza, sino con el estado de ánimo.
4. Somatización
La mente y el cuerpo forman una unidad y por eso lo que sucede en una dimensión termina teniendo efectos en la otra. Algunos problemas de salud física suelen asociarse a problemas de salud mental. Si se presentan con frecuencia, toma nota y consulta. En particular, presta atención a los siguientes:
- Dolores de cabeza.
- Problemas de la piel.
- Dificultades digestivas.
- Dolores musculares.
- Resfriados o infecciones frecuentes.
5. Más conflictos interpersonales
Es habitual que el deterioro en la salud mental se manifieste a través de un incremento en los conflictos con otras personas. Es posible que sientas que nadie te comprende, o que estás rodeado solo de cretinos. Quizás sea así, pero también existe la posibilidad de que esa tensión continua con los demás sea fruto de algún conflicto contigo mismo, que no has resuelto.
6. Aislamiento
Si notas que cada vez disfrutas menos de la compañía de la gente, cuando antes no te ocurría esto, es posible que esté empeorando tu salud mental.
No tiene que ver con que seas extrovertido o introvertido, sino con la tendencia a aislarte de otros, debido al rechazo o el miedo que te originan. Si te das cuenta de que esto te ocurre, es momento de hacer un alto y ver qué pasa.
7. Consumos problemáticos
Casi todo el mundo se permite algún exceso de vez en cuando. Comer demasiado o pasarse de tragos alguna vez son descuidos en los que se puede incurrir, sin que esto sea problemático. Nuevamente, aquí lo que importa es la frecuencia con la que se presentan esos episodios. Si se repiten mucho, hay problemas.
No pases por alto ninguna de las anteriores señales. Tampoco cualquier otra que suponga algún malestar frecuente para ti. Si no logras por ti mismo identificar el problema y su solución, lo más inteligente es pedirle ayuda a un profesional.
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