Te deseo amor del bueno, del que te hace cosquillas en la tripa
Te deseo amor, pero amor del bueno, del que te hace cosquillas en la tripa, del que te hace quedarte con cara de tonto y da brillo a tu sonrisa. De ese del que no se puede escapar por mucho que quieras, de ese que te hace adicto a querer más, a querer con más fuerza y sobre todo a querer bien.
Te deseo amor del verdadero, no del fácil, que de ese ya nos sobra, sino del que se riega todos los días, del que te hace sorprenderte de lo bueno y querer buscar refugio en él cuando estás perdido. Amor, sí, solo esas cuatro letras, pero te deseo que lo encuentres porque harán que sumen más y más palabras. Además, también hará que sumes a tu persona, porque hay mil significados para el amor y… ¿sabes cuál es el más importante? Aquel que te representa a ti.
Te deseo amor del bueno, ese que te hace vibrar, sonreír y ver la vida de una manera mucho más positiva.
Ese amor te deseo, el amor que abraza fuerte y seguro, aquel que besa con pasión, aquel que hace temblar tus piernas, el que da calor cuando hace frío y el que te da aire cuando quema. El amor que hace que te olvides de tus nunca más, de tus límites y tus promesas tontas y vacías, ese amor que te da historias y que te empuja a la vida, porque no lo olvides, si no te da vida, no es amor.
Te deseo mucho más que palabras
No nos va a ser suficiente con que suene a amor, vamos a necesitar que represente amor, que no solo se quede en palabras, sino que vaya más allá, porque si estamos solo con letras, no te deseo amor.
Cuando una mirada no necesita nada más, cuando un gesto ya lo ha dicho todo, cuando sin tocarte ya te hace temblar o cuando hay tanta química que todo fluye sin necesidad de palabras de más. Aquí sí que hablamos de amor y de ese que nos gusta, amor del bueno.
Quiero desearte sonrisas, de las que tienen un porqué y también de las que no lo tienen. Quiero que te emociones cuando hables y que no me lo cuentes, quiero que me lo hagas sentir para disfrutarlo yo también. Te deseo amor y que te quieras tanto que te siga sobrando amor para regalar, y que lo regales con ataques de risa, con hechos, con mucho más que solo palabras.
Que tengas ganas de aventuras, de saltar al vacío y de comerte el mundo y todo lo que venga. Que todo esto que te deseo no se quede en palabras, quiero que lo cojas, lo hagas tuyo y lo sientas, porque sino, no nos vale de nada.
No pierdas el deseo de seguir trabajándolo
Y puestos a desear… por qué no, te deseo también que no pierdas la ilusión, que después de haber sentido todo esto sigas teniendo ganas de experimentarlo y no dejes de buscarlo. Piensa que el amor no son solo flores, también es el agua que se necesita para que crezcan y no mueran, solo con una de ellas no nos vale.
Sigue buscando tu pasión y con pasión, sigue sintiéndola, sigue derrochando amor por cada poro de tu piel y en cada una de tus risas, sigue trabajando y haciendo porque el amor no muera. Y cuando tú ya estés satisfecho es hora de regalárselo al mundo, porque se necesita amor, porque se necesita gente que reparta amor.
Cuando lo pierdas busca dónde ha desaparecido, dentro de ti o fuera, sigue esforzándote porque el amor lo mueve todo, no te rindas y sácalo de nuevo, enamórate cada segundo. Si de algo hay que arrepentirse es de no haberlo intentado, de no haber luchado por ello, porque el amor, todo lo cura.
Así que sin hacer uso de los acentos solo diré: Amen.