La teoría del cambio conceptual: ¿Cómo se debe instruir en ciencia?
Las materias relacionadas con la ciencia suponen un gran esfuerzo cognitivo para muchos alumnos. Esto se debe, principalmente, a la necesidad de una comprensión profunda del contenido; un objetivo que muchos de los métodos pedagógicos actuales están lejos de conseguir. Por ello, desde la psicología educativa se ha creado la teoría del cambio conceptual, la cual nos aporta una serie de conocimientos sobre cómo se debe instruir en ciencia.
Un aspecto esencial para entender la formación en ciencia es comprender que el sujeto tiene teorías intuitivas sobre el mundo. El niño no llega al colegio como un saco vacío, antes de recibir la información sobre cómo funciona su entorno, él ya ha teorizado acerca de ello. Lo más probable es que esas teorías intuitivas sean erróneas y condicionen el nuevo aprendizaje, por lo que es necesario que los profesores tengan este aspecto en cuenta.
Fases de la teoría del cambio conceptual
En este artículo vamos a ilustrar cómo desarrollar una comprensión profunda de la ciencia en los alumnos. Para ello, a continuación explicaremos las tres fases de la teoría del cambio conceptual:
- Reconocimiento de una anomalía.
- Construcción de un nuevo modelo.
- Utilización del nuevo modelo.
Reconocimiento de una anomalía
Este es el primer paso para que un alumno desarrolle una comprensión profunda acerca de un hecho. La tarea del profesor es romper con la teoría intuitiva del estudiante. El alumno t iene que abandonar sus antiguas ideas y descubrir por qué están equivocadas.
Si la teoría intuitiva se mantiene,afectará al aprendizaje posterior alterándolo o haciendo que el alumno lo rechace. En muchas ocasiones, esto derivará en un aprendizaje superficial de la ciencia; así, el alumno no se verá obligado a dejar atrás su teoría intuitiva. Por ello, es esencial prestar atención a las ideas preconcebidas de una clase, para enfocar la enseñanza a que los alumnos sean conscientes de sus equivocaciones.
Desde la teoría del cambio conceptual, se proponen dos métodos para lograr este objetivo. El primero de ellos sería la experimentación directa: si el estudiante ve con sus propios ojos que su teoría intuitiva es errónea, esto ayudará en gran medida a que reconozca la anomalía.
El otro método es el debate, en el que el profesor ataca las ideas equivocadas de los estudiantes en un diálogo sano y constructivo. Este método muy útil para despertar en ellos la visión crítica de los hechos.
Construcción de un nuevo modelo
Una vez desmontada la teoría intuitiva del alumno, el siguiente paso es dotarle de una nueva explicación. Un aspecto esencial para que el estudiante asuma el modelo correcto, es que este sea construido por él mismo. Si un profesor simplemente expone en formato de ponencia cómo se desarrolla un hecho científico a su clase, es difícil que se comprenda realmente; lo más probable es que se produzca un aprendizaje memorístico y superficial.
Desde los paradigmas constructivistas, nos proponen que sea el alumno el que construya el conocimiento. El papel del profesor sería guiar al estudiante mientras explora las diferentes posibilidades. Es una técnica pedagógica complicada pero da resultados increíbles, por lo tanto no podemos prescindir de ella.
Ahora bien, llevar esto a nivel de clase es aun más complicado, ya que ya no se trata de hacerlo con un solo alumno. Un método altamente probado y eficaz para conseguirlo es la generación de debates entre los estudiantes. Serían ellos mismos los que se refutarían y ampliarían las teorías e ideas que tuvieran. En este caso, el papel del profesor sería preparar el material y los recursos necesarios para el debate y actuar de guía para alejar a los alumnos de los errores.
Este paso es el más difícil dentro de la teoría del cambio conceptual, ya que es donde se realiza la comprensión profunda. Por ello, es necesario que los docentes estén bien entrenados en el uso de este tipo de modelo de enseñanza.
Utilización del nuevo modelo
No tendría sentido romper con los errores y construir un nuevo modelo si no se aplicara en problemas futuros. Por tanto, el último paso del proceso es que los estudiantes aprendan a utilizar su nueva teoría. Para ello, es útil que los alumnos se enfrenten a ejercicios o situaciones donde tengan que utilizar el nuevo conocimiento adquirido.
Por otra parte, es esencial que este nuevo modelo quede integrado y relacionado con los conocimientos previos. Así, para que la aplicación de cualquier conocimiento sea correcta, es necesario contemplarlo desde una perspectiva amplia y fundamentada desde otros campos del saber.
Como vemos, la teoría del cambio conceptual nos proporciona una técnica pedagógica ampliamente validada y con unos resultados increíbles. Si de verdad queremos estudiantes que comprendan en profundidad los contenidos lectivos y sepan utilizarlos de manera crítica y constructiva, no podemos esperar para aplicar técnicas como esta en las aulas.