¡¡¡Toc, toc!!! ¿Todos somos obsesivos compulsivos?
Dentro de los trastornos de ansiedad más comunes hoy en día, encontramos el TOC: (trastorno obsesivo compulsivo).
Ajenos a nosotros, obsesiones y compulsiones se apoderan de nuestra mente tomando forma de pensamientos e imágenes incoherentes, y adoptando conductas repetitivas y metódicas sin que podamos resistirnos a dejar de realizarlas. Son obsesiones frecuentes, el miedo a hacer daño a otros, a ser portadores de agresividad incontrolable, miedo a soportar catástrofes domiciliarias, o hacia sus familiares, a padecer enfermedades, a contaminarse en la vida diaria.
Igualmente, lavarse las manos de manera repetitiva, cerrar la puerta varias veces, tocar en multitud de ocasiones el mismo objeto, ordenar, acumular comida, y enseres, rezar de manera intensa, son indicativos claros de estar dominados por la compulsión. Manifestaciones variables de TOC:
1) Comprobadores
Inspeccionan todas sus acciones intentando evitar catástrofes.
2) Limpiadores
Obsesionados con la suciedad, tratan de evitarla a toda costa.
3) Reiterativos
Sus acciones son infinitamente repetitivas.
4) Acumuladores
Coleccionan todo tipo de objetos sin poder abandonar ninguno de ellos.
5) Obsesivos puros
Se alimentan de pensamientos pesimistas reiteradamente, y de forma terriblemente perturbadora.
6) Ordenadores
Todos los objetos son ordenados de forma particular y de acuerdo a normas rígidas. Son personas que siempre se mantienen en alerta y concentrados. Necesitan controlarlo absolutamente todo, desde sus emociones y actitudes hasta los sentimientos de los demás. Su conducta está sometida a unas reglas morales firmes y estrictas que los hace ser inflexibles. Cada decisión que toman, tiene que ser estrictamente analizada y perfecta.
Y esa búsqueda inalcanzable de perfección, les obliga a ser dubitativos. Por ello, se detienen a veces y no son capaces de realizar una vida normal por miedo a equivocarse. Un futuro incierto y con imperfecciones, les genera ansiedad y desesperación. Pues el drama más grande para ellos es fracasar. Situaciones absolutamente vulgares y comunes, son evaluadas por ellos como autenticas catástrofes. Son terriblemente críticos y se auto culpan para así pelear y alcanzar su ideal de perfección.
Su pensamiento es claramente dicotómico: “o todo o nada”, o” blanco o negro” Se inquietan exageradamente por los detalles, las reglas, la organización. El trabajo absorbe desmedidamente su vida y jamás delegan tareas. Económicamente, son excesivamente cuidadosos, se imponen tener ahorros de manera inquisitiva, ya que no saben qué puede depararles el futuro y deben asumir ese riesgo. El tratamiento consiste en terapia cognitiva conductual y en algunas situaciones la valoración psiquiátrica.