¿Cómo vencer el miedo a las alturas?

¿Cómo vencer el miedo a las alturas?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Francisco Pérez

Última actualización: 28 febrero, 2018

El miedo a las alturas o acrofobia genera fuertes niveles de ansiedad en las personas que lo padecen. Las situaciones con una altura notable, como asomarse a un balcón, encontrarse al borde de un precipicio o estar en un mirador elevado, son típicas de este tipo de fobia.

Cuando hablamos de miedo a las alturas o acrofobia, nos estamos refiriendo a una fobia específica. Una fobia específica se caracteriza por miedo o ansiedad a objetos o situaciones claramente delimitados, que pueden denominarse estímulos fóbicos.

Características de las fobias específicas

Las fobias específicas, como el miedo a las alturas, cumplen las siguientes características:

  • Miedo o ansiedad intensa por un objeto o situación específica (p. ej., volar, alturas, animales, administración de una inyección, ver sangre…)
  • El objeto o situación fóbica casi siempre provoca miedo o ansiedad inmediata.
  • La situación fóbica se evita o resiste activamente con miedo o ansiedad intensa.
  • El miedo o la ansiedad es desproporcionado si analizamos el peligro real que plantea el objeto o situación específica y el contexto sociocultural.
  • El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, y dura típicamente seis o más meses.
  • La ansiedad, el miedo o la evitación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en la dimensión social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

Es común que las personas tengan múltiples fobias específicas. La persona con fobia específica teme a un promedio de tres objetos o situaciones. Aproximadamente el 75% de las personas con fobia específica temen a más de una situación u objeto.

Mujer tapándose los ojos

Acrofobia o el miedo a las alturas

No debemos confundir la acrofobia con el vértigo, aunque exista una relación entre los dos términos. La acrofobia, como su propio nombre indica, es una fobia; el vértigo sería más bine una sensación muy característica en la que sentimos que todo se mueve. La confusión de los dos términos deriva en que la acrofobia está relacionada con la altura y el vértigo también puede estarlo (la misma sensación puede aparecer ante otros estímulos, como hablar en público). 

Una persona que sufre de miedo a las alturas puede llegar a presentar diferentes síntomas fisiológicos. Entre ellos, encontramos los mareos, taquicardia, parálisis motora, sudoración, etc. Otra reacción común a la altura es bajar el centro de gravedad del cuerpo, adoptando medidas como arrastrarse por el suelo, ponerse de cuclillas o agacharse. Así, los síntomas del miedo a las alturas o acrofobia son similares a los de cualquier otra fobia específica.

Causas de la acrofobia

Las investigaciones han confirmado que el miedo a las alturas se encuentra en casi la totalidad de las personas y animales con sentido de la vista. En unos será más débil y en otros más fuerte, pero casi siempre se encuentra presente. Y es que la acrofobia es un mecanismo de defensa. Tiene lógica si lo pensamos. Si no padeciéramos de miedo a las alturas, tendríamos todas las papeletas de tener un accidente.

Existe un famoso experimento que demuestra esto. El experimento del acantilado visual fue realizado por los psicólogos Gibson y Walk en 1960. Consistía en poner un cristal sobre un pequeño acantilado y hacer que un bebé gateara por encima. El bebé se negó a cruzar el pequeño acantilado, aun en presencia de sus madres llamándolos desde el otro lado. Por lo tanto, parece que el miedo a las alturas es un mecanismo de supervivencia evolutiva.

Niño gateando

¿Cómo puedo vencer el miedo a las alturas?

Como hemos visto, el miedo a las alturas es una emoción adaptativa que nos ayuda a sobrevivir. De esta forma, no es deseable vencer dicho miedo. Sin embargo, si este miedo se convierte en fobia (ya vimos anteriormente las características de una fobia específica) entonces puede que sea necesario acudir a un especialista.

El tratamiento de elección para la acrofobia es la exposición en vivo al estímulo temido, en este caso a las alturas. En algunos casos también resulta útil completar la exposición en vivo con técnicas de relajación.

La relajación puede ser utilizada como complemento de la exposición debido a que la relajación por sí misma apenas tiene efectos terapéuticos en los trastornos fóbicos. Exponerse en vivo a las alturas significa estar presente en la situación que tememos, por ejemplo un balcón en una octava planta de un edificio.

Uno de los problemas habituales en el tratamiento de las fobias tiene que ver con la aparición de ataques de pánico. En este sentido, parece que practicar la exposición habitualmente resulta incompatible con la ocurrencia de los mismos.

Sin embargo, su probabilidad de ocurrencia se incrementa si el paciente hace interpretaciones catastróficas de la situación. En estos casos hay que intentar contrarrestar este tipo de pensamientos mediante el entrenamiento en el uso de pensamientos adecuados.

Si aparece el ataque de pánico hay que procurar permanecer en la situación hasta que disminuya. Hay que alejarse lo menos posible de la situación y volver a la misma lo antes que se pueda.

Mujer con miedo

La exposición en vivo

Como decíamos, durante este tipo de tratamiento el paciente es llevado a enfrentarse directamente con sus miedos, en este caso a las alturas. Se trata de encararse con las distintas situaciones que antes evitaba.

La exposición en vivo puede realizarse de diferentes maneras. Las más importantes son las siguientes:

  • Inundación. Consiste en la exposición rápida a estímulos ansiógenos impidiendo que se produzca la huída. Es la más eficaz en el caso de fobias específicas como el miedo a las alturas.
  • Desensibilización sistemática en vivo. Consiste en la exposición directa al estímulo temido pero de forma gradual.
  • Modelado participante. Se basa en el refuerzo vicario y en las estrategias de afrontamiento centradas en los efectos de la ejecución. Es útil cuando se requieren habilidades conductuales que la persona no posee para afrontar la situación.

Como hemos visto, el tratamiento más eficaz para el miedo a las alturas consiste en exponerse a ellas sin escapar hasta que desciendan los niveles de ansiedad. Esto puede realizarse de distintas maneras, pero la más eficaz es mediante la inundación.

De todas formas, nuestra recomendación es que se acuda a un psicólogo especializado en caso de sufrir de acrofobia. Sólo él prodrá diseñar un plan de tratamiento acorde a tus niveles de miedo.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.