¿La violencia doméstica puede causar un trastorno por estrés postraumático (TEPT)?

La violencia doméstica se suele producir en un marco cerrado, el del hogar. Así, este tipo de violencia encierra una paradoja: se produce donde la persona debería sentirse más segura. Hablamos de sus consecuencias, centrándonos en uno en particular: el estrés postraumático.
¿La violencia doméstica puede causar un trastorno por estrés postraumático (TEPT)?
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 16 noviembre, 2022

La violencia doméstica no se trata de simples “malentendidos o problemas de pareja” ni de “padres excesivamente autoritarios”. Se trata de personas que viven una situación traumática a largo plazo que genera secuelas psicológicas y afecta no solo al bienestar, sino también a la capacidad para relacionarse con otros. De hecho, en muchas ocasiones, estas experiencias pueden derivar en un trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Este tipo de violencia es sumamente dolorosa para quien la vive, ya que es ejercida por quien, en teoría, debería ser su mayor apoyo o su refugio seguro: es decir, su pareja o sus progenitores. En los niños esto puede causar graves problemas de apego que afectarán de por vida. En los adultos también genera síntomas muy limitantes y un fuerte empobrecimiento en la calidad de vida.

Mujer con mucho miedo
La violencia doméstica puede provocar trastornos psicológicos en las víctimas.

¿Qué es el trastorno de estrés postraumático?

El TEPT se engloba en la categoría de trastornos relacionados con traumas y factores de estrés dentro del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5). Es una posible respuesta psicológica a la exposición ante un suceso traumático y puede comenzar hasta varios meses después del evento.

En un primer momento, este trastorno fue estudiado en veteranos de guerra, pero hoy se sabe que cualquier persona expuesta a una situación potencialmente traumática es susceptible a desarrollarlo. Ahora bien, ¿qué consideramos una situación potencialmente traumática?

Pues bien, consideramos como situación potencialmente traumática a todo evento/entorno que amenaza o atenta contra la integridad física o psicológica de la persona. Una experiencia en la que la persona puede llegar a sentir que no cuenta con los recursos necesarios para enfrentarse a esa amenaza; de alguna manera se siente encerrada, entre una “espada” que pude terminar con su vida y la pared.

Cabe mencionar que no ante todo trauma se desarrolla un TEPT, ya que cada persona vivencia y procesa el evento de una forma diferente. Por ejemplo, se ha visto que cerca del 70 % de los adultos en Estados Unidos han experimentado un evento traumático, pero solo el 20 % de ellos ha terminado padeciendo este trastorno.

La violencia doméstica implica una situación de amenaza crónica, en la que la persona no se siente a salvo ni en su hogar ni con su figura de apego. Esto activa el mecanismo de lucha-huida-parálisis y pone todo su organismo en alerta. Así, es posible que finalmente se desencadene un TEPT.

Síntomas principales del TEPT

Si un adulto o un niño que ha sufrido violencia doméstica termina desarrollando un trastorno de estrés postraumático, presentará los siguientes síntomas:

  • Recuerdos intrusivos sobre el evento traumático que aparecen en forma de flashbacks o pesadillas muy vividas.
  • Evasión y evitación persistente de estímulos relacionados al trauma vivido. Se evitan tanto los pensamientos como las situaciones, personas u objetos que recuerden al suceso.
  • Alteraciones del pensamiento y del estado de ánimo. Aparecen emociones negativas intensas (como miedo, ira, culpa o vergüenza) así como apatía y pérdida de interés en actividades significativas. Además, la persona suele desarrollar creencias muy negativas hacia sí misma y hacia los demás.
  • Hiperactivación. Se produce una alteración del estado de alerta que lleva a la persona a estar en constante vigilancia, a reaccionar con gran sobresalto y a estar irritable y desconcentrada.

La violencia doméstica puede causar TEPT

Los síntomas anteriormente descritos son muy limitantes y causan un gran sufrimiento. Por esto es importante no menospreciar las vivencias de quienes han sufrido violencia doméstica. Y es que el impacto a nivel psicológico puede ser equivalente al causado por un atentado, un desastre natural o una guerra, dado que todos constituyen eventos traumáticos.

Además, la violencia doméstica tiene ciertos componentes que constituyen factores de riesgo. Esto es, que aumentan la probabilidad de que se desencadene un TEPT:

  • Se produce violencia interpersonal. Al contrario de lo que ocurre, por ejemplo, en un desastre natural, en este caso es un ser humano quien agrede deliberadamente.
  • El trauma es perpetrado por un cuidador o por una figura de apego importante. Esto coloca a la víctima en una situación imposible en la que quien debería defenderla o ser su apoyo es realmente su verdugo o abusador.
  • En el caso de los niños que presencian violencia doméstica entre sus padres, el hecho de ver que un cuidador está en peligro genera un enorme impacto que incrementa el riesgo.
  • El trauma es crónico y se acumulan diversos sucesos de la misma índole. No se trata de un evento puntual, sino de una experiencia sumamente negativa que se vive casi a diario, con lo que el daño es constante y la persona se ve obligada a mantenerse alerta.
Niño triste
La violencia doméstica puede causar en los niños problemas de apego.

Consecuencias y abordaje del TEPT causado por violencia doméstica

Cuando una persona sufre violencia por parte de su pareja o de su progenitor puede verse seriamente afectada a nivel psicológico. De hecho, se ha comprobado que en el TEPT se ve afectada la estructura y el funcionamiento de diversas áreas cerebrales que median la adaptación al estrés, el miedo condicionado y la toma de decisiones.

Así, para las víctimas no es fácil volver a confiar en los demás o establecer relaciones a una profundidad suficiente para que se dé eso que llamamos intimidad. De hecho, distintas investigaciones han evidenciado que los niños que sufren abusos físicos antes de los 12 años parecen ser también más vulnerables frente a los iguales que también intenten abusar de ellos. Igualmente, la revictimización es común en quienes salen de una relación de violencia doméstica, y es que la persona interioriza la idea de que no merece una relación en la que el otro no abuse de ella.

Por otro lado, es frecuente que las víctimas sufran ante la aparición de disparadores. Esto es, estímulos que asocian con la experiencia traumática y que activan toda su alerta, terror y sufrimiento. Puede ser, por ejemplo, el sonido de unas llaves en la cerradura, un tipo determinado de coche o el olor de un perfume; cualquier cosa que recuerde al trauma o al perpetrador.

En definitiva, estas personas enfrentan un gran sufrimiento; siendo aún mayor el impacto en niños que crecen con un apego desorganizado. Por ello, es fundamental ponerse en manos de profesionales y recurrir a los tratamientos efectivos para TEPT. No obstante, dado que en una situación de violencia doméstica el miedo puede paralizar a la víctima e impedirle pedir ayuda, contar con una red social de apoyo será de gran ayuda para poner en marcha el proceso.


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