3 formas en las que la planta del amor se marchita
Empezar una relación de pareja supone liberar adrenalina, las emociones están a flor de piel y todo en la otra persona nos encanta. Pero el tiempo va pasando y cada uno puede empezar a adoptar un rol diferente al esperado por el otro en la relación de pareja. Ya no es todo tan bonito como cuando empezó y sin que ninguno de los dos se dé cuenta, la planta del amor se puede empezar a marchitar.
El amor es como una planta que se debe regar todos los días, si no se le echa agua suficiente simplemente se seca y se marchita. Por el contrario, si se le echa demasiada agua a la planta del amor las raíces se pudren y la planta finalmente también acaba muriendo. Por eso, en una relación de pareja, es tan importante encontrar ese estado en el que el amor está en equilibrio con la libertad.
Existen algunas formas en las que la planta del amor se puede marchitar y que ni siquiera te estés dando cuenta. Fíate de las intuiciones y fíjate en las señales para valorar si es necesario hacer algún cambio más radical o, si por el contrario, gozas de un amor sano y equilibrado.
“La edad no protege del amor. Pero el amor protege de la edad.”
-Jeanne Moreau-
Alimentar la negatividad
Un trabajo estresante, no tener tiempo para hacer la compra, un vecino maleducado o que la nevera se estropee… son situaciones cotidianas que, si las convertimos en una suma a la que no le restamos aquellas situaciones positivas, harán que nos volvamos muy negativos. Una negatividad que trasladaremos a muchos ámbitos, incluido el de nuestra pareja.
Volcar todos tus pensamientos negativos sobre tu pareja es cargarle emocionalmente con un peso que no le corresponde. La negatividad no desaparece, se mete en una mochila emocional que puede pesar tanto que, al final, consiga que la espalda se quiebre. Las quejas solo ahogan el alma de quien las dice y de quien las escucha, es por eso que en lugar de quejarte tanto, ¿por qué no centrarse en resolver los problemas?
Una actitud negativa en momentos puntuales no es una amenaza peligrosa para la pareja, pero cuando todos los días son oscuros y se convierte en una forma de vida, entonces sin duda, la planta del amor se empezará a marchitar.
Anteponer otras cosas antes que a la pareja
La vida puede ser bastante estresante: los hijos, los amigos, el trabajo, los hobbies, el estudio… todo parece que se antepone a encontrar un hueco para disfrutar en pareja. ¿Te imaginas que tu pareja antepusiera a ti cualquier cosa y no encontrase tiempo para pasar a tu lado? Entonces, la pareja se rompe, porque ninguna pareja soporta ser la segunda opción constantemente.
Anteponer a la persona con la que compartes tu vida, hacer que se siente importante y poder contar con su opinión son tres de los mejores alimentos para el amor. No se trata de renunciar a tus amigos, sino de que tu pareja tenga también sus momentos y que estos estén asociados con emociones positivas, que refuercen su repetición como algo natural, por encima del estrés diario.
“El verdadero amor no es el amor propio, es el que consigue que el amante se abra a las demás personas y a la vida; no atosiga, no aísla, no rechaza, no persigue: solamente acepta.”
-Antonio Gala-
Dejar que la pasión se apague
Si bien es cierto que en una pareja es fundamental la comunicación honesta, también es verdad que la pasión es un ingrediente imprescindible para que una relación de pareja siga por buen camino y para ello de vez en cuando no viene mal cierto misterio.
Tanto los hombres como las mujeres desean y necesitan afecto físico de sus parejas y cuando se rechaza constantemente esta intimidad, el desgaste es inminente. El sexo es un momento maravilloso para acercar a una pareja y potenciar su vínculo emocional al máximo.
Hay días que no hay tiempo o que se está más cansado, pero es importante que para regar la planta del amor, se haga también con el agua de la pasión. ¡El sexo y el amor deben ir unidos de la mano para conseguir que una relación funcione!
Si estás en una relación estable de pareja, es posible que te sorprendas e incluso que te sientas abrumado ante la responsabilidad de amar y cuidar de ti y de otra persona. Una gran parte del bienestar y de la felicidad de tu pareja está condicionado por tus elecciones y tus acciones. Por eso que es importante ser consciente de que las pequeñas cosas en la pareja son las que consiguen grandes resultados.