5 maneras de encontrar la felicidad en los pequeños actos
Es posible encontrar la felicidad en los pequeños actos. ¿Quién dijo que solo se encontraba la plenitud en los grandes acontecimientos y logros de la vida? Cada día tiene su propio valor y cada acto su propio significado. Por más rutinario que sea ese acto, incide en tu manera de ver y de experimentar tu existencia.
La capacidad de sentir felicidad en los pequeños actos es casi un don. No venimos al mundo con él. Lo vamos construyendo a medida que descubrimos que esto es una clave para estar bien. Demanda esfuerzo y constancia para que se convierta en una actitud estable frente a la vida.
“Esperar una felicidad demasiado grande es un obstáculo para la felicidad”.
-Bernard Le Bouvier de Fontenelle
Si lo miras bien, en realidad no existen las acciones insignificantes. Las vemos así porque las asumimos como cotidianas y suponemos que no tienen mayor efecto sobre nuestras vidas. Sin embargo, si lo piensas, te das cuenta de que hasta la forma de despertarte impacta de alguna manera tu día a día. Lo mismo sucede con las demás acciones rutinarias. Aprende entonces a encontrar la felicidad en los pequeños actos como los que siguen.
1. Un inventario de felicidad
Antes de mencionar algunas maneras de encontrar la felicidad en los pequeños actos, digamos primero que cada persona debería hacer su propio inventario. Una lista que contenga todas esas cosas que parecen insignificantes, pero que generan una sensación de bienestar o agrado.
El objetivo de esa lista es hacerte consciente de cómo los pequeños momentos de felicidad están a tu alcance todo el tiempo. Puedes echar mano de ellos cuando lo necesites. Esto alude a acciones como comerte un helado, observar llover desde tu ventana o levantarte temprano y salir a respirar aire fresco. No importa lo que sea. Cada quien tiene su propio catálogo de pequeñas cosas que lo hacen feliz.
2. Organiza, tira y recicla
Aunque te parezca extraño, eso de organizar los espacios y los objetos personales trae consigo una importante sensación de bienestar. Aunque realices esta labor con objetos externos a ti mismo, al final se produce una sensación de orden interior, que resulta muy agradable.
Cuando te sientas desanimado, nada mejor que dedicarle un poco de tiempo a ordenar tu espacio, tus cosas, tus pertenencias. No te lo tomes demasiado a pecho, ni pretendas organizar todo el mundo de una vez. Disfruta de ese repasar las cosas que te rodean y cuidarlas.
3. La naturaleza y los pies descalzos
El encuentro con la naturaleza siempre será una buena opción para recordar que estamos vivos y merecemos ser felices. No tienes que salir de la ciudad, ni organizar un plan complicado para sentir el verde. Basta con que vayas a un parque en el que te sientas bien y pases un rato contemplando la vegetación.
Caminar descalzo sobre la hierba es una auténtica terapia. Se trata de una actividad que te devuelve la energía y que te relaja profundamente. De hecho, caminar descalzo en cualquier espacio siempre es una buena opción. Pero si es sobre el pasto o la arena, mejor que mejor.
4. Sonríe y abraza
De seguro amamos mucho a las personas de nuestra familia, a nuestra pareja y a nuestros amigos. Sin embargo, no siempre lo expresamos concretamente. Uno de los pequeños actos que nos hacen felices es crear situaciones para demostrar ese amor de una forma más evidente.
¿Qué tal si hoy abrazas a tu hijo, sin una razón en especial, y le dices cuánto lo amas? Lo mismo cabe para tu pareja, para tus padres, o para esas personas que son importantes para ti. Es renovador y maravilloso hacerlo así, sin ningún acartonamiento. Igual, no olvides regalar al menos una sonrisa al día a las personas con las que te encuentres.
5. Camina y oxigénate
Jamás olvides el enorme valor del descanso. Acostúmbrate a respetar sagradamente esos espacios de ocio, que son determinantes para tu salud física y mental. Descansar es algo que debes hacer diariamente, varias veces.
Una manera genial de descansar es permitirte hacer una pequeña caminata, ojalá de día y ojalá cuando el sol esté todavía en el cielo. Se trata de uno de los actos más relajantes, que además te liberan del estrés y te hacen sentir mejor. Es importante respirar aire fresco, no confinarte todo el tiempo en espacios encerrados.
Como lo anotábamos al principio, se puede encontrar la felicidad en los pequeños actos. Es una suma de momentos agradables. Se puede construir un estilo de vida en el que esas pequeñas acciones cobren verdadero significado. De seguro, la consecuencia de ello es un mejor estado de ánimo y una mayor alegría de vivir.