5 mitos sobre el sonambulismo
El sonambulismo es un trastorno del sueño que provoca que la persona que lo sufre se levante de la cama, camine e incluso hable. De hecho, actúa como si estuviera despierta y los familiares suelen tener miedo de que le pueda suceder algo. Por ejemplo, si abre la puerta de casa y sale a la calle, corre el riesgo de ser atropellada.
A pesar de lo que sabemos sobre este trastorno, hoy vamos a descubrir algunos mitos sobre el sonambulismo que creíamos ciertos, pero que no lo son. De hecho, algunos de ellos están muy extendidos y los hemos adoptado como verdades absolutas. Sin embargo, muchos de los mitos sobre el sonambulismo son solo el fruto de creencias que no hemos sabido cuestionar ni comprobar su veracidad.
1. Existe peligro al despertar a una persona sonámbula
Varios de los mitos sobre el sonambulismo que circulan tratan sobre un tema principal: despertar a una persona sonámbula es muy peligroso. Algunos dicen que le puede dar un ataque al corazón y morir; otros señalan que la persona sonámbula puede volverse loca. Todo esto no es del todo verdad.
¿Qué ocurre cuándo nos despertamos desorientados? En ocasiones, soñamos de una manera tan vívida que al despertarnos no sabemos dónde nos encontramos. Pues algo similar le sucede a una persona con sonambulismo cuando se despierta en un lugar diferente al que se había acostado para dormir.
Puede que persona sufra del corazón y le de un infarto por la impresión, pero esto no suele suceder. Lo que sí sucede es que esté confundida, desorientada y puede que muestre cierta irritación. La manera de actuar en estos momentos es tranquilizar, calmar y decirle a la persona lo que ha sucedido. Lo más probable es que sea consciente de su condición y vaya a su cama para volver a dormir.
2. Si se golpean con algo no se hacen daño
Existe otro de los mitos sobre el sonambulismo que hace referencia a la incapacidad para sentir dolor o hacerse daño de las personas que sufren este trastorno. Por eso, en muchas ocasiones, las personas que dirigen a quien sufre sonambulismo a la cama de nuevo, no se preocupan si se tropieza o golpea con algo.
Una persona sonámbula no pierde sensibilidad, ni se vuelve de repente inmune a cualquier estímulo. Continua haciéndose daño, por lo que hay que tener mucho cuidado cuando sea trasladada a la cama. De hecho, si el golpe es muy fuerte esto puede incluso despertarla.
Los episodios de sonambulismo tienden a darse más en personas jóvenes, en concreto son muy característicos en niños de 3 a 13 años aproximadamente. A medida que se avanza en edad, los episodios son cada vez menos frecuentes.
3. Siempre llevan los ojos cerrados
Todos hemos visto películas de miedo en donde los sonámbulos aparecen como una sombra, con los ojos cerrados y en actitud siniestra, pero como hemos dicho solo sucede en las películas. La realidad es bastante distinta.
Las personas sonámbulas no van con los ojos completamente cerrados. ¿Cómo una persona sonámbula abre una puerta? ¿Cómo sabe que tiene que subir ese peldaño de escalera? Esto ocurre porque tiene los ojos abiertos y pueden ver lo que hay a su alrededor, a pesar de que su cerebro está en estado de sueño.
4. Tienen episodios de sonambulismo todos los días
Este es otro de los mitos sobre el sonambulismo que está bastante extendido. Se tiende a creer que una persona sonámbula sufre de esta característica todos los días. Es decir, que cada día hay que estar alerta porque es muy probable que se levante. Es un error.
Las personas sonámbulas no se levantan siempre. Suele ocurrir cuando están viviendo un fuerte periodo de estrés. Es el estrés quien condiciona que una persona sufra sonambulismo a lo largo de toda una semana, un mes o tan solo unos días esporádicos. Por eso, tratarlo es tan importante.
Una persona tendrá más episodios sonámbulos cuanto más estresada esté. Sin embargo, estos se reducirán si la intensidad del estrés también lo hace.
5. Deben estar encerrados
La preocupación que puede tener la familia acerca del bienestar de la persona que sufre sonambulismo puede llevarles a encerrarla. Sin embargo, esto no es muy positivo. El motivo se encuentra en que encerrar a una persona sonámbula en un espacio relativamente pequeño donde se limite su movilidad provocará que exista más riesgo de que se haga daño con algo.
Lo ideal es tomar medidas como cerrar la puerta de casa y las ventanas. Si tenemos persianas es genial, pues si la persona sonámbula las levanta con el ruido nos despertará. También es importante que estemos alerta para no dejar nada punzante o con lo que se pueda hacer daño a su alcance. Por ejemplo, un cuchillo bien afilado o mecheros que pueda encender y quemarse.
Las medidas de seguridad serán diferentes para cada persona sonámbula, ya que hay algunas a las que les da por salir de casa, pero otras tienden a ir a la despensa a comer o incluso pueden llegar a cocinar. De ahí que se recomiende poner todos los elementos que pongan en riesgo su salud fuera de su alcance.
Aunque a día de hoy no exista un tratamiento específico para el sonambulismo, se recomienda tener una buena higiene del sueño. Por ejemplo, no cenar copiosamente, irse a la cama a la misma hora todos los días, dormir las horas suficientes e incluso hacer terapia para lidiar con el estrés son algunas de las recomendaciones que pueden ayudar.