5 preguntas para ser más felices
Cuando hablamos de las preguntas para ser más felices, nos referimos a aquellos interrogantes que vuelven a ponernos en contacto con lo más esencial de la vida. De eso está hecha la felicidad, de escenarios que son los que verdaderamente nos permiten estar en paz y conformes con nosotros mismos y con la realidad.
El problema es que fácilmente perdemos de vista aquello que realmente nos proporciona una dicha auténtica. Por eso, lo mejor es formularnos las preguntas para ser más felices después de cada jornada. Es una bonita manera de terminar el día y de hacernos conscientes de aquello que le da sentido a nuestra existencia.
Las preguntas para ser más felices son en realidad muy sencillas. Pequeños interrogantes que nos remiten a lo verdaderamente maravilloso que hay en nuestras vidas. A todas esas situaciones cotidianas que suelen pasar desapercibidas, pero que encierran el secreto del buen vivir. Estas son cinco de ellas.
“El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda, sin disminuir la felicidad de los demás”.
-Aldous Huxley-
1. ¿Qué experiencia del día te proporcionó satisfacción, aunque fuese pequeña?
Desafortunadamente, los seres humanos tendemos a escribir los buenos momentos en arena y los malos en piedra. Un mal momento puede dañar el día, a pesar de que hayan sido muchas más las situaciones positivas de la jornada. Instintivamente tendemos a hacer esto porque nuestra supervivencia también depende de estar atentos a las amenazas.
Sin embargo, si en la noche te preguntas serenamente por la mejor experiencia del día, seguro se puede rescatar algo muy valioso de la jornada. Sin darte cuenta, vas a comenzar a hacer un inventario de experiencias felices, en distintos grados y esto en conjunto te ayudará a apreciar más tu vida.
2. ¿Recibiste algún gesto de afecto por parte de los demás?
Tanto si la respuesta a esta pregunta es positiva como si es negativa, se trata de un interrogante que enriquece. Y lo hace porque te ayuda a orientar tu mundo afectivo. A saber en qué punto estás y eso es también muy valioso.
Además, también te lleva a pensar en esos gestos afectuosos que a veces no notas. La sonrisa de la persona que sirvió el café o la palabra amable de un compañero de trabajo. Ninguna expresión de afecto es demasiado pequeña. Los estímulos positivos que recibimos de los demás forman parte de esos momentos que vale la pena conservar en la retina de nuestra memoria.
3. ¿Hay algo que te haya hecho sentirte afortunado?
Esta es una de las preguntas para ser más felices que sirven como guía. Y si lo hacemos todos los días, seguramente nos vamos a sorprender de la cantidad de respuestas que vamos encontrando. La primera de ellas: somos afortunados de estar vivos. Hoy mismo, ahora mismo, hay personas que ya no tienen más la vida.
También somos afortunados por la cuota de salud de la que disponemos, por las capacidades de las que gozamos, por el trabajo, o por los momentos al lado de nuestros seres queridos. Hay días que también traen fortunas adicionales, como una buena noticia, un instante particularmente especial, etc.
4. ¿Qué logro obtuviste, aunque sea pequeño?
Es imperdonable que pasemos por alto nuestros propios logros. Cometemos una injusticia con nosotros mismos cuando lo hacemos. Todo logro, por pequeño que sea, merece que al menos nosotros mismos lo reconozcamos. Es una manera de darle valor concreto a lo que hacemos día a día.
Seguro que todos alcanzamos alguna meta al día, por pequeña que sea. Estás van se abren en un abanico muy amplio: desde superar un momento de pereza hasta terminar una tarea que debíamos concluir. ¿Por qué hacemos como si no contaran esas pequeñas metas alcanzadas diariamente? Nos acostumbramos solo a poner en la lista los grandes logros y ese es un mal hábito, obteniendo así riqueza al cambiarlo.
5. ¿Hiciste algo por alguien? Una de las preguntas para ser más felices
Esta es una de las preguntas para ser más felices que también nos remiten a cómo estamos haciendo felices a los demás. Hacer algo bueno por alguien siempre será un motivo de dicha. No tenemos que cambiarle la vida a nadie, sino enriquecerla, así sea de forma modesta.
Cada día en que hacemos algo por alguien no es un día perdido. Plantar cotidianamente esa semilla de la solidaridad es inmensamente valioso, no solo para los demás, sino para nosotros mismos. Más tarde o más temprano, vamos a cosechar lo que sembramos.
Las preguntas para ser más felices son un regalo que podemos hacernos diariamente. Quizás al principio te parezca un poco extraño formulártelas antes de dormir. Sin embargo, los resultados de este ejercicio de análisis merecen la pena. Me atrevo a decirte que te sorprenderás al darte cuenta de todo lo que hasta ahora has pasado por alto.
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- Csikszentmihalyi, M. (2012). Fluir: una psicología de la felicidad. Editorial Kairós.