5 señales que indican que el miedo está dominando tu vida
El miedo no es negativo por sí mismo. Nos protege de las posibles amenazas y a veces, ayuda a que seamos más minuciosos y dedicados en aquellos que hacemos. Sin embargo, también se trata de una realidad que a veces invade los rincones de la existencia, sin que lo percibamos. Simplemente, de pronto descubres que el miedo está dominando tu vida.
Para ser francos, no todo el mundo se da cuenta de esto. A veces el miedo está dominando tu vida, pero no te enteras de ello. El temor es una de esas realidades que en muchas ocasiones se enmascara, se disfraza para pasar más desapercibido y para seguir ejerciendo control de este modo. Por eso a veces resulta tan complejo identificarlo.
“Los tímidos tienen miedo antes del peligro; los cobardes, durante el mismo; los valientes, después”.
-Jean Paul-
Cuando el miedo está dominando tu vida, puede que solo sientas que no avanzas o que las cosas no funcionan. No logras tus objetivos y predomina el malestar, pero aún así no descubres que estás siendo cercado por el temor. Las siguientes señales te ayudarán a identificar si tu vida está invadida por el miedo o no. ¿Preparado?
Perfeccionismo
El perfeccionismo extremo no es una virtud, sobre todo si está acompañado de intolerancia y ansiedad. En lugar de hacerte mejor o de ayudarte a obtener mejores resultados, muchas veces simplemente te lleva a que no puedas disfrutar de nada.
Cuando el perfeccionismo te atormenta, se puede considerar como una señal de que el miedo está dominando tu vida. Es posible que en el fondo no quieras hacer las cosas mejor, sino que tengas temor de no ser lo suficientemente bueno o incluso, ser rechazado por los demás. Quizás también temes al error.
No tomar ningún riesgo
Esta es una señal inequívoca de que el miedo está dominando tu vida. Evitar a toda costa los riesgos equivale a dejar de vivir. Es una actitud que solo te lleva a un severo estancamiento y, tarde o temprano, a la sensación de que la vida es aburrida o insulsa.
Si quieres ir sobre seguro, terminarás reduciendo el número de experiencias al mínimo. La ausencia de riesgo es una fantasía, porque este siempre estará ahí. Lo que sucede es que tienes miedo de no ser capaz y por eso buscas crear zonas de confort e instalarte en ellas para siempre.
Postergar, una señal de que el miedo está dominando tu vida
El miedo es una de las razones por la que se postergan muchos asuntos indefinidamente. Dejas para después porque temes llegar a ese punto en el que tienes que pasar a la acción. El temor te impide avanzar hacia la concreción de tus tareas y objetivos.
El coraje no es algo que aparezca antes de hacer las cosas que requieren de valentía. Más bien se trata de una realidad que se construye en la medida en que nos atrevemos a actuar y avanzamos en ese propósito. Dejar para después, con frecuencia, solo lleva a que el miedo crezca más y más, hasta que se vuelva imposible vencerlo.
Deseo de controlarlo todo
El deseo de controlar todo es una clara señal de inseguridad. Y la inseguridad no es más que miedo a ser, a expresarse plenamente, a asumirse con todos los errores y aciertos que nos acompañan. Intentar tenerlo todo bajo control, paradójicamente, es dejar que el miedo controle nuestra vida.
La incertidumbre es una constante en la vida. En realidad, nada está totalmente bajo control. Hay demasiadas fuerzas que escapan a nuestra voluntad, a nuestro deseo. Ser flexibles y adaptables es una señal de realismo y de fortaleza. También de humildad. El deseo de controlarlo todo es un camino seguro hacia la angustia.
Represión para hablar
Cuando se habla de represión para hablar no nos referimos a dificultades para hacer grandes discursos o conferencias. Hay personas que se cohíben de decir lo que piensan o sienten. Y lo hacen por miedo. Miedo a la reacción de los demás, miedo a comprometerse con sus palabras o miedo a reafirmarse.
No decir lo que se piensa y se siente equivale a autoanularse. Quien renuncia a su palabra, renuncia a su ser. También renuncia a su libertad, que es pensamiento y de expresión. El miedo a hablar conduce a la invisibilización, a la muerte simbólica.
No hay otra manera de vencer los miedos que enfrentándolos. No se trata de que te expongas temerariamente a aquello que te asusta. Significa que vale la pena emprender un proceso que conduzca a recuperar la fuerza que hay en ti. Si el miedo está dominando tu vida, es hora de que hagas algo para dominarlo.