Adiós a Aaron Beck, el padre de la terapia cognitivo-conductual (TCC)
Acabamos de decir adiós a Aaron Beck hace unos días, justo cuando cumplía 100 años. Su vida y su obra han cambiado la realidad de muchas personas, gracias a su destacable contribución al campo de la psicología. Su trabajo revolucionó sobre todo el diagnóstico y el tratamiento de la depresión, así como otros trastornos psicológicos.
Una de sus hijas anunció su muerte el pasado día 1 de noviembre mediante un comunicado: “mi padre murió pacíficamente en su casa a la edad de 100 años. La magnitud de sus contribuciones a la disciplina es incalculable. Con sus esfuerzos en la terapia cognitivo-conductual y sus investigaciones ha cambiado el campo de la salud mental”.
Lo cierto es que pocas figuras han contribuido de manera tan destacable al avance de esta ciencia como el doctor Beck. De hecho, nos deja un legado inmenso. Era un investigador prolífico y lo demuestran sus más de 600 artículos, sus 25 libros y sus más de 70 años en activo. Podríamos decir que era uno de los mayores expertos en sufrimiento humano y una persona que dedicó toda su existencia a tratar esa realidad.
“La terapia cognitiva busca aliviar las tensiones psicológicas mediante la corrección de las concepciones erróneas y auto-señales. Al corregir las creencias erróneas, podemos terminar con las reacciones excesivas”.
-Aaron Beck-
El hombre que aportó un nuevo enfoque a la salud mental
Cuando le preguntamos a cualquier persona que nos diga el nombre de una figura relevante en el campo de la psicología, en el 90 % de los casos aparece el nombre de Sigmund Freud. La popularidad del padre del psicoanálisis sigue siendo incombustible. Sin embargo, si hay alguien que revolucionó el campo de la salud mental fue Aaron Beck.
De este modo, si por algo es conocido es por desarrollar la terapia cognitivo-conductual en los años 60. Este enfoque clínico fue precisamente todo un desafío a los pilares del enfoque psicoanalítico freudiano. Beck orientaba a sus pacientes a centrarse en las distorsiones de su pensamiento cotidiano, dejando a un lado los conflictos enterrados en la infancia.
De hecho, introdujo una máxima antifreudiana que lo popularizó a lo largo de su vida: hay más en la superficie de lo que creemos… Era un desafío, un viraje a la hora de abordar el sufrimiento humano. Era el momento de dejar de poner la atención en los conflictos internos y subconscientes para ayudar a la persona a tomar el control de sus pensamientos.
Del sofá a la silla, la revolución de la terapia cognitiva
Como buena parte de los jóvenes psiquiatras que iniciaban su labor en los años 50, no dudó en seguir la modalidad psicoterapéutica dominante en aquella época, el psicoanálisis. Sin embargo, pronto descubrió que aquellas técnicas no armonizaban con las necesidades que él percibía en sus pacientes.
Lo que hizo fue cambiar el modelo y empezar pasando al paciente del sofá a la silla. Desde ahí ayudaba a las personas a identificar esos pensamientos negativos y esas distorsiones cognitivas que reforzaban el malestar y los enfoques psicopatológicos. Poco a poco, les iba guiando para dar forma a ideas y comportamientos mucho más saludables y adaptativos.
En 1977, se publicaron los primeros análisis de ese tratamiento psicológico innovador al que Beck llamó terapia cognitiva. Al poco, demostró ser un enfoque mucho más eficaz que los propios fármacos para tratar la depresión.
Aliviar el sufrimiento humano, un objetivo constante en Aaron Beck
Aaron Beck desarrolló múltiples herramientas de evaluación para realizar diagnósticos más ajustados. Creó instrumentos para identificar creencias disfuncionales, escalas para evaluar la desesperanza, la ansiedad, la ideación suicida…
Desarrolló nuevos tratamientos, protocolos y mecanismos para intervenir en múltiples condiciones clínicas. Su trabajo en Estados Unidos no tardó en servir de guía en Europa, de manera que, en poco tiempo, la terapia cognitiva-conductual revolucionó por completo la salud mental.
En el Reino Unido, por ejemplo, la terapia cognitiva se empezó a aplicar para el trastorno de pánico, de ansiedad social, el estrés postraumático y el trastorno obsesivo-compulsivo. Ahora mismo, es una de las técnicas más fiables y una de las que mayor éxito terapéutico ofrece. Asimismo, y como curiosidad, cabe decir que la terapia creada por Aaron Beck, aun contando con más de 50 años, no deja de aplicarse en nuevos escenarios.
Un ejemplo, en un estudio del departamento de Psiquiatría del Bengbu Medical College y la Universidad de Nueva Gales del Sur demostraron que la terapia-cognitiva ha resultado útil en pacientes con ansiedad y depresión asociados al COVID-19. Las necesidades psicológicas actuales siguen beneficiándose del trabajo de Aaron Beck.
Fueron muchos los que dudaron al principio de la terapia cognitiva de Beck. Decian que era demasiado superficial y con una línea moralista. Sin embargo, su visión pragmática sumada a la fiabilidad y efectividad de dicho enfoque, hizo que dicho tratamiento fuera una materia obligatoria para los residentes de psiquiatría.
Adió a Aaron Beck, uno de los psicoterapeutas más influyentes de la historia
La revista American Psychologist nombró a Aaron Beck en 1982 como uno de los diez psicoterapeutas más influyentes de la historia. Sin embargo, aún le quedaban varias décadas para desarrollar más contribuciones y dar forma un legado indiscutible. El mismo que ahora hereda su hija, Judith Beck, quien trabajó codo con codo con su padre y fue también cofundadora de la organización sin fines de lucro Beck Institute.
Como siempre sucede en la vida, son las casualidades las que orientan nuestros destinos. Beck iba a ser neurólogo, pero le tocó cumplir su residencia en el área de psiquiatría y fue allí donde encontró el sentido a su existencia. Su infatigable trabajo y su pasión por comprender el sufrimiento humano ha cambiado el rumbo de muchas personas.
Sus aportaciones y legado seguirá evolucionando para traer bienestar a quien más lo necesita.
“Uno de los principios de la terapia cognitiva es inculcar en el paciente un espíritu de cooperación y confianza… Terapeuta y paciente tienen que trabajar juntos en el proyecto de cambio de la personalidad a largo plazo”.
-Aaron T. Beck-
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- Beck, A.T. (1967). The diagnosis and management of depression. Philadelphia, PA: University of Pennsylvania Press. ISBN 0-8122-7674-4
- Beck, A.T. (1972). Depression: Causes and treatment. Philadelphia, PA: University of Pennsylvania Press. ISBN 978-0-8122-7652-7
- Beck, A.T. (1975). Cognitive therapy and the emotional disorders. Madison, CT: International Universities Press, Inc. ISBN 0-8236-0990-1
- Beck, A.T., Rush, A.J., Shaw, B.F., & Emery, G. (1979). Cognitive therapy of depression. New York, NY: Guilford Press. ISBN 0-89862-000-7
- Beck, A.T. (1989). Love is never enough: How couples can overcome misunderstandings, resolve conflicts, and solve relationship problems through cognitive therapy. New York, NY: Harper Paperbacks
- Beck, A. T. (2019). "A 60-Year Evolution of Cognitive Theory and Therapy". Perspectives on Psychological Science, 14(1), 16-20. doi:10.1177/1745691618804187