Ahora es el momento: cómo cuidar de uno mismo
A veces estamos tan ocupados que nos olvidamos de cuidar a la única persona que nos acompañará toda la vida: uno mismo. Puede que pensar en el bienestar propio y situarte como prioridad en tu lista de “deberes” diarios te suene egoísta…pero no lo es. De hecho, una de las inversiones más importantes que puedes hacer es invertir en ti, en tu salud, en tus necesidades y en tu bienestar. Además, es imprescindible saber cómo cuidar de uno mismo para que puedas cuidar de los demás. Porque si nos cuidamos correctamente, podemos darnos a los demás de forma más íntegra y completa.
Dedicar las horas del día a cuidar de los demás es una iniciativa que nace del cariño más genuino y profundo, sin embargo cuando esta situación es constante, pasa factura a nivel emocional. Además, si una persona dedica gran parte de su vida a cuidar de otros, ya sea a nivel práctico (hacer cosas por los demás) o sentimental (dar apoyo emocional), deja de cuidar de sí misma e incluso puede que se olvide de cómo hacerlo. Por ello, en este artículo hablaremos de cómo cuidar de uno mismo, ya que se trata de un habilidad fundamental para tener una buena salud psicológica y emocional.
“No existe mayor satisfacción que mirar hacia atrás y darse cuenta de que uno ha crecido en autocontrol, criterio, generosidad y acciones desinteresadas”.
-Ella Wheeler Wilcox-
¿Por qué cuidar de uno mismo es una tarea que puede resultar muy difícil?
Porque los humanos muchísimas veces actúan, se mueven y deciden en función de lo que necesitan o dicen los demás, no atienden a sus necesidades y se olvidan de estas. Es decir, del mismo modo que si dejamos de hacer una actividad, perdemos práctica y soltura, e incluso nos olvidamos de lo mucho que nos gustaba, si dejamos de escucharnos y cuidarnos a nosotros mismos, nos olvidamos de cómo hacerlo. Esta situación se observa especialmente en personas que dedican muchos años a cuidar de sus hijos o de un familiar y en el momento que dejan de hacerlo se deprimen, experimentan ansiedad y no entienden qué les pasa o por qué se sienten así.
Las personas que no saben cómo cuidar de sí mismas acuden a terapia y explican que tienen la sensación de estar perdidas, se sienten sin rumbo, bloqueadas y sin capacidad de hacer algo diferente para salir de la situación en la que se encuentran. Lo que ocurre en todos estos casos es que a ha llegado el momento de “cuidar de uno mismo” y no saben cómo hacerlo. Se enfrentan a un tarea que les resulta casi imposible, extraña y no que saben por dónde comenzar.
“Sólo hay una pequeña parte del universo de la que sabrás con certeza que puede ser mejorada, y esa parte eres tú”.
-Aldous Huxley-
¿Cómo cuidar de uno mismo? Aquí tienes 9 ideas prácticas
Piensa que, si tú estás bien, todas las dificultades que te rodeen serán más fáciles de superar. Además, tienes que aceptar que esta tarea depende de ti mismo. Es decir, si tienes pareja, amigos, familia o hijos, es estupendo si ellos se preocupan por tu bienestar (y en cierto modo “deberían” hacerlo), pero no has de esperar que las personas de tu entorno cuiden de ti, se trata de una labor que has de llevar a cabo por iniciativa propia. Por todo ello, aquí van 9 ideas prácticas.
1. Organiza tu entorno, que este represente lo mejor de ti
Mantener tu casa, habitación, ambiente de trabajo y entorno físico con un orden representa un paso adelante en la tarea de cuidar de uno mismo. El sitio en donde te encuentres tiene que invitar a la estancia y no a la huida. El desorden, la luz escasa y la falta de calidez hacen que nos sintamos incómodos y ello, si lo tenemos cada día, incrementa el malestar psicológico general.
2. Busca un momento de relajación cada día
Llevamos un estilo de vida en el que “nunca tenemos tiempo”. En parte, esto es cierto, pero el tiempo es un recurso que se “quita” de un sitio y se “pone” en otro. Con lo cual, para cuidar de uno mismo es importante buscar, aunque sea 10 minutos diarios de relax y desconexión, disfrutar de un café o un té, mirar las noticias o las redes sociales en tu móvil sin que nada ni nadie te moleste. Este momento de relajación puede ser por la mañana, por la tarde o por la noche, no importa en qué franja horaria esté, pero tiene que existir sí o sí.
3. Incluye la risa en tu rutina
Recurre a aquello que te haga reír: una serie, películas, un programa de radio o monólogos, da igual lo que sea… siempre y cuando te haga conectar con tu sentido del humor. El impacto que tiene buscar la risa cada día es muy positivo y se nota en el estado de ánimo. Sé proactivo y acércate a lo que te haga reír; búscalo, no esperes a que toque tu puerta.
4. Aléjate de personas y emociones negativas
Alejarse de aquello que hace daño es un paso imprescindible para cuidar de uno mismo. Si mantienes relaciones tóxicas o tienes en tu círculo más cercano a personas que te transmiten negatividad, tienes que marcar distancia y ponerles límites. Es bastante difícil cuidar de uno mismo si nos rodeamos de personas que se dediquen a tirar por la borda nuestros esfuerzos por alcanzar el bienestar.
5. Cultiva tus relaciones personales, dedícales tiempo y haz que valgan la pena
Una vez que hayas marcado límites en las relaciones tóxicas y te hayas apartado de las emociones negativas (habiéndolas escuchado antes y no ignorándolas por sistema), puedes dedicarte a cultivar las relaciones que te hagan sentir bien. Dedícales tiempo, queda con amigos y amigas, ten una cita con tu pareja o ve a visitar un familiar que te apetezca ver. Invertir tiempo en estas relaciones hará que te sientas apoyado y cuidado emocionalmente.
6. Realiza ejercicio físico y si no tienes tiempo… ¡busca el momento!
El ejercicio físico ha demostrado ser una de las mejores herramientas para ayudarnos a recuperar el equilibro psicológico y mejorar el estado de ánimo. Además de tener beneficios a nivel psicológico, el ejercicio mejorará tu autoestima, te sentirás y te verás mejor, constituyéndose así como una inyección de emociones positivas. Comprométete a cumplir con una rutina semanal de ejercicio, notarás los cambios inmediatamente.
7. Escucha a tus necesidades como persona
Antes que nada, conecta con tus necesidades, escucha lo que te apetece decir o hacer y sé fiel a ti mismo, esta será una de las mejoras maneras de cuidar de ti. Obviar tus necesidades y priorizar siempre el bienestar de los demás puede ser lo más fácil de hacer en el momento, pero a largo plazo te pasará factura. Se trata de que dediques tiempo a pensar en cómo te sientes, qué quieres, qué es importante para ti y como puedes satisfacer esos aspectos.
8. Conecta con la naturaleza
En la actualidad, es bastante común que pasemos la mayor parte del tiempo en lugares cerrados, frente a una pantalla y sin contacto con el exterior. Especialmente por las demandas laborales y las responsabilidades del hogar, que nos obligan a permanecer dentro de ambos espacios por mucho tiempo durante el día.
De esta forma, olvidamos conectarnos con aquellos espacios naturales, que son los más idóneos para relajarnos y volver a nosotros mismos. Por tanto, procura incluir a tu rutina de autocuidado paseos eventuales a la montaña, el parque, la playa… Esta experiencia te permitirá apreciar la belleza que nos ofrece el mundo de forma natural lo que, sin duda, es una excelente forma para potenciar nuestro bienestar.
9. Evita culpabilizarte al priorizarte
Las personas que suelen cuidar más a los demás que a sí mismas, suelen sentirse sumamente culpables cuando se priorizan. Esto sucede, en gran parte, porque les han enseñado que el comportamiento ideal es el sacrificio por el otro. Por tanto, cuando no cumplen con la expectativa social, aparece la culpa que carcome.
Dicho esto, recuerda que el autocuidado es condición necesaria para el bienestar propio y para poder ayudar a quienes nos rodean. Así que, cuando te sientas culpable, date cuenta que ese sentimiento fue impuesto por terceros y lo más sano es empezar a desprenderse de él.
Finalmente, recuerda que cuidar de uno mismo puede ser una tarea difícil e incluso puede ser que como no la hayas hecho nunca no sepas por donde comenzar. No te desanimes, prácticamente todo lo que hacemos durante al menos 21 días se convierte en un hábito; por tanto, puedes ponerte como meta adquirir el hábito de cuidar de ti siguiendo las 9 ideas prácticas durante los próximos 21 días: ¡no te arrepentirás!