Alcanzar el éxito con visualización creativa
Nuestra mente es poderosa. Nuestros pensamientos, y las emociones que de ellos se derivan, tienen la capacidad de modificar nuestra realidad tangible. Todo ello, por supuesto, a través de nuestras acciones. Sin embargo, la visualización creativa es una herramienta sencilla que, con constancia, puede ayudarnos a construir el presente que deseamos vivir.
Por norma general empleamos nuestra mente en pensar sobre lo que ya acontece. Reflexionamos sobre los aspectos de nuestra vida que no funcionan como deseamos, y nos preocupamos al respecto. De este modo estamos invirtiendo toda nuestra energía en alimentar mentalmente una situación que no nos gusta. Si comenzamos a dirigir nuestro potencial hacia la creación (en imaginación) de lo que queremos, esto finalmente se volverá tangible.
¿Cómo nos ayuda la visualización creativa?
Nos enfoca en la oportunidad
¿Alguna vez te ha ocurrido que, cuando algún objeto o elemento despierta tu interés, comienzas a verlo por todas partes?. Por ejemplo, cuando estás intentando ser madre, de pronto comienzas a ver muchas más mujeres embarazadas. O cuando un coche determinado te llama la atención, empiezas a encontrarlo allá por donde vayas.
Esto ocurre porque estamos diseñados para detectar aquello en lo que centramos nuestra atención. De esta forma, lo que ocupe tus pensamientos, será mucho más fácilmente detectado en tu mundo físico. Quien constantemente piensa en dificultades, las encuentra; igual que quien acostumbra a pensar en positivo halla siempre motivos de alegría.
Sabiendo esto, puedes decidir con qué pensamientos deseas nutrir tu mente. Si visualizas con frecuencia el trabajo de tus sueños, tu cerebro estará mucho más alerta ante situaciones y opciones relacionadas. Si mantienes la imagen de un hombre caballeroso te será más sencillo identificarlo antes que a otros que no cumplan esa característica.
Nos ayuda a transformar el contenido
Seguramente, si realizas una reflexión, encontrarás que en algunas áreas de tu vida se repite un patrón. Tal vez muchos de los amigos que tienes te han traicionado, varias de tus parejas han sido indiferentes o siempre que te has propuesto un objetivo has decaído antes de lograrlo.
Estas repeticiones no son fruto del azar, proceden de tus creencias. De una forma más o menos directa, lo que pensamos encuentra el camino para manifestarse ante nuestros ojos. Así, tal vez, tu convicción de que las personas no son de fiar te lleva a acercarte (inconscientemente) a quienes cumplen tu creencia. O tu pensamiento de que eres una persona perezosa e inconstante te resta motivación para perseverar. Sea como sea, aquello que pensabas termina corroborándose.
Hemos de recordar que nuestra realidad se alinea con nuestros pensamientos. Por tanto tratemos de llenar nuestro espacio mental con afirmaciones e imágenes positivas que sean consecuentes con lo que deseamos obtener. La visualización creativa nos ayuda a implantar y arraigar dichas escenas para tenerlas más presentes a lo largo del día.
Acerca la imaginación a la realidad
Se ha demostrado que pensar en una acción provoca en el organismo efectos similares a realizarla. Por ejemplo cuando una persona imagina un edificio alto, sus ojos se mueven como si realmente estuviese mirando de dicha construcción. Así, imaginarnos siendo sociables y espontáneos será, para nuestro cerebro, como un acontecimiento acaecido. Una suerte de práctica que queda almacenada en nuestra memoria. De forma que cuando lo pongamos en práctica en la realidad, partiremos desde dicha experiencia.
¿Cómo aplicar la visualización creativa?
Encuentra un espacio tranquilo y colócate en una posición cómoda y relajada. Cierra los ojos y comienza a realizar respiraciones diafragmáticas. A continuación, para entrenar tu capacidad de visualización, imagina objetos o estancias que ya conozcas. Por ejemplo, visualiza tu oficina y repasa mentalmente cada elemento que la compone.
Una vez domines la capacidad de visualizar y sostener la escena, empieza a aplicarla para crear aquello que deseas. Imagínate a ti mismo en tu situación anhelada (trabajando en un despacho más grande, o viendo la televisión con una pareja a la que amas). Visualiza los detalles, los colores, los olores, la temperatura. Siente de la forma más vívida posible que te encuentras en esa circunstancias.
A continuación céntrate en las emociones que te despierta: orgullo por haber logrado el ascenso, o felicidad y plenitud por haber encontrado el amor. Sostén esa emoción durante un tiempo prolongado. Si practicas este ejercicio, al menos, dos veces al día y eres perseverante, comprobarás cómo los cambios comienzan a suceder.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Gawain, S. (1991). Visualización creativa. Sirio.
- Peiffer, V. (2007). Pensamiento positivo. Ediciones Robinbook.