Anorexia, alma vs. cuerpo
Podemos hablar de la anorexia como una adicción sin droga en la que no buscas llenarte de nada, sino vaciarte. Es consecuencia de pensamientos negativos hacia el cuerpo que lo hacen responsable del fracaso. Por ello se llega a la solución de borrarlo, acabar con él para castigarlo.
La anorexia afecta más a las chicas. Por un lado está el factor del miedo a convertirse en mujer y todos los cambios que éste conlleva en el cuerpo . En su mente no concilian el cambio y las formas que toma en sus cuerpos. Generan un rechazo a la feminidad y a entrar en el mundo de los adultos. Por otro lado, para la mayoría de los casos en el fondo está el falso mensaje que ensalza la delgadez como la representación del éxito, la felicidad, lo correcto y lo natural.
El crecer y vivir en una sociedad narcisista donde existe una fascinación y un culto sobre el cuerpo que genera el deseo y la frustración sobre el “cuerpo ideal”, tanto que la anorexia puede llegar a desencadenar un trastorno obsesivo compulsivo.
La anorexia es un grito a tratar de controlarlo todo, incluso el cuerpo.
Llega más allá de un problema de control cuando las personas que lo sufren se sienten en un constante estado de malestar , tristeza, problemas de sueño, vulnerabilidad. Se sienten en negación de su propio cuerpo y tienden a aislarse porque entienden que la imagen física que están proyectando no es buena.
Las consecuencias de la anorexia
Esta enfermedad tiene graves efectos sobre la salud física y emocional de la persona, produciendo daños irreversibles en el individuo y en definitiva poniendo en peligro su vida, por lo que es vital concienciar sobre sus efectos más comunes y devastadores:
- El trastorno de anorexia en las adolescentes puede llegar a parar por completo la menstruación. Esto ocurre cuando el cuerpo necesita “economizar” la energía para compensar el desgaste.
- A largo plazo implica riesgo de sufrir de osteoporosis.
- Constante sensación de rabia o explosión.
- Riesgo de suicidio muy elevado: la persona entra en un círculo vicioso de querer vaciarse y limpiarse.
Para la mayoría de los casos en el fondo está el falso mensaje que ensalza la delgadez como la representación del éxito, la felicidad, lo correcto y lo natural.
¿Cómo podemos evitar la anorexia en los adolescentes?
Hay un dicho que dice “es mejor prevenir que lamentar”, esto se aplica a a los trastornos alimenticios como la anorexia para los que existen pautas que pueden ayudar a muchos adolescentes a aceptarse con su cuerpo y figura. Para conseguirlo es vital guiarlos en la gestión de emociones:
- Ayudemos a los adolescentes a enriquecer su vocabulario emocional, lo que le facilitará exteriorizar sus emociones a través de la palabra. Con esta nueva habilidad podrán de una manera más fácil situarse en su vida y en su entorno.
- Es importante enseñarles que un exceso de control emocional puede provocar una sensación de artificialidad y una inversión desproporcionada de energía en la atención necesaria para supervisar este control. Respecto a las emociones, mejor estudiarlas al escucharlas, entenderlas y finalmente aceptarlas, haciendo que formen parte de la normalidad del momento.
- Enseñar a los adolescentes a gestionar la decepción, de manera que reaccionen de forma menos violenta cuando se enfrentan a las situaciones emocionales difíciles.
- “No siempre tienes que poder con todo”, enséñale que pedir ayuda es necesario. Explícale que buscar y pedir ayuda es una fortaleza y no una debilidad.
- Crear conciencia sobre la normalización del peso y para ello enseñar a tener una buena alimentación. Mejor si es asesorados por un especialista en nutrición que ayude a la recuperación de la salud del cuerpo y el bienestar.
- Ayudar a visualizar el esquema de esta enfermedad dando respuestas a: ¿por qué yo? y ¿cuál es mi historia?
- Trabajar en la familia una comunicación mutua positiva.
- Saber identificar los trastornos asociados que acarrea esta enfermedad, como el trastorno obsesivo compulsivo y/o la depresión.
Contribuyamos a que el adolescente cuente con un amor propio saludable, ya que sin duda alguna la baja autoestima se ha convertido en uno de los factores de riesgo para los trastornos alimenticios. Piensa que los adolescentes con una baja autoestima se encuentran en la búsqueda constante de la aprobación de los demás, persiguiendo para ello la perfección y los estándares que marca la sociedad.
“Si solo te dieras cuenta, cuán importante eres para la vida de aquellos que conoces, cuán importante podrías ser para la gente que aún no has soñado conocer. Hay algo de ti que dejas en cada persona que conoces”
-Fred Rogers-