Ansiedad en verano: ¿por qué aparece y cómo gestionarla?
Descanso, vacaciones y diversión van de la mano con la llegada del calor. Sin embargo, algunas personas padecen ansiedad en verano, pero no en el resto del año. ¿Por qué ocurre esto?
Está claro que el ambiente influye en el estado de ánimo, especialmente en aquellas personas que no se llevan demasiado bien con las altas temperaturas. Por otro lado, hay algunas personas más sensibles que otras a los cambios del tiempo, comúnmente conocido como meteorosensibilidad.
Si con la llegada del verano sientes que tu estado de ánimo empeora y reconoces signos de ansiedad en ti, aquí vamos a explicarte por qué y también qué hacer para gestionarla. No te lo pierdas.
¿Por qué aparece la ansiedad en verano?
El calor extremo afecta a la salud mental. Especialmente en trastornos como la bipolaridad, la depresión o el estrés crónico, las altas temperaturas perjudican el estado de ánimo. En este sentido, las personas que viven en grandes ciudades son las grandes víctimas de esta ansiedad por calor.
Algunos de los síntomas que empeoran por las altas temperatura son la confusión, el insomnio, la sudoración, la fatiga, la irritabilidad, la agresividad, la dificultad para la concentración y el descenso en el rendimiento.
Otros factores que aumentan las probabilidades de sufrir ansiedad en esta época son los siguientes:
- Durante las olas de calor, el cuerpo trabaja para mantener la temperatura corporal en el rango que mejor funcionan sus sistemas, de forma que el cerebro destina más energías a ello que a los procesos de regulación emocional y rendimiento cognitivo.
- En verano cuesta más conciliar el sueño, lo que hace que nos sintamos cansados habiendo realizado menos esfuerzo.
- El calor acentúa la sensación de agobio. Podemos bajar la temperatura valiéndonos del aire acondicionado, pero para ello tenemos que mantenernos en un espacio cerrado.
- La presión social. Aunque podamos tener vacaciones, estas no suelen cubrir todo el verano. Por lo tanto, habrá días de mucho calor en los que también estaremos obligados a “ser productivos”.
- Aumentar el tiempo de convivencia vacacional con personas con las que existen conflictos no resueltos puede dar lugar a un aumento de la ansiedad por la propia exposición.
¿Cómo gestionar la ansiedad en esta época?
Si estás sufriendo ansiedad en verano, debes saber que es posible gestionarla de forma sana. Para ello, te traemos una serie de consejos que te ayudarán a lograrlo:
- Evitar bebidas con cafeína o con mucho azúcar, pues aumentan la sensación de agobio y aceleración.
- Evitar las bebidas con alcohol: el alcohol etílico es vasodilatador y hace que aumente la temperatura corporal.
- No tomar comidas en grandes cantidades y muy grasas.
- Utilizar ropa que transpire el sudor.
- Evitar la actividad física intensa.
Estos consejos te servirán para que tu cuerpo regule la temperatura de forma más eficaz, sin gastar más recursos de lo necesario en ello -con las consecuencias psíquicas que ello conlleva-. En cuanto al ámbito cognitivo y emocional, aquí tienes otros para gestionarte mejor:
- No te exijas demasiado en cuanto a productividad: si no tienes más remedio que seguir trabajando en las épocas más calurosas del año, no fuerces a tu cuerpo a llevar el mismo ritmo que en invierno.
- Déjate llevar por el día a día: muchas veces, planificar ocio cuando lo único que te apetece es languidecer en el sofá puede llegar a ser estresante. Chequea en el momento qué es lo que te pide el cuerpo.
- No mires demasiado las redes sociales, especialmente si tienes que trabajar. Muchas veces transmiten presión cuando se ven fotos y más fotos de bares, playas o escapadas.
- Si salir con el calor te resulta estresante, el ocio en casa también es buena opción. Ver películas o leer libros que te transporten a otras realidades es un buen ejemplo de ello.
El cambio climático dibuja en nuestro horizonte un futuro caluroso. Por otro lado, sabemos que inevitablemente es una condición que afecta a la salud mental, exista un trastorno o no. Además, la presión de la sociedad moderna tampoco respeta los ritmos naturales del cuerpo, que pide descanso en verano.
El consejo más importante para gestionar la ansiedad en verano es este: si notas síntomas y te cuesta gestionarlos, acude a una clínica psicológica de confianza. Puesto que en verano hay que seguir asumiendo responsabilidades y resolviendo conflictos, mejor hacerlo con una base de apoyo profesional.
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