¿Cómo se diagnostica la ansiedad?

El diagnóstico de la ansiedad se realiza básicamente a través de la clínica del paciente, es decir, de sus síntomas. Aunque también pueden utilizarse otras herramientas como complemento.
¿Cómo se diagnostica la ansiedad?
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 07 julio, 2021

La ansiedad es un síntoma muy frecuente en la población (también los trastornos de ansiedad). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 5 y el 10 % de la población mundial sufre ansiedad, y es más frecuente entre mujeres. Ahora bien, ¿cómo se lleva a cabo el diagnóstico de la ansiedad?

Se hace principalmente a través de su clínica, es decir, de los síntomas que manifiesta el paciente. Recordemos que la ansiedad va más allá de sentir estrés o nervios; incluye una serie de síntomas fisiológicos, psicológicos y conductuales.

La entrevista clínica es una herramienta clave para diagnosticarla, aunque existen también test para la ansiedad que pueden ir bien como fuentes de información complementarios. En este artículo, nos centraremos en la evaluación de la ansiedad en general, aunque los trastornos de ansiedad también siguen una evaluación similar (entrevista clínica, observación, test…).

El diagnóstico de la ansiedad

El diagnóstico de la ansiedad se realiza en base a una evaluación clínica por parte de un profesional para ello, pudiendo ser el médico de cabecera (o de familia), el médico psiquiatra o el psicólogo. En caso de requerir medicación, esta deberá ser prescrita por un profesional médico colegiado (médico de cabecera o psiquiatra).

Dado que en la ansiedad los síntomas y signos suelen ser bastante característicos, en muchos casos no se requiere realizar ninguna otra prueba diagnóstica más allá de la evaluación clínica (observación y entrevista clínica).

Hombre con ansiedad

Entrevista diagnóstica

La entrevista clínica es una herramienta de evaluación que nos permite obtener datos significativos y aclaratorios que nos permitan realizar un diagnóstico psicológico clínico (o neuropsicológico). Nos permite recabar información del paciente y definir el tipo de tratamiento que este necesitará.

También nos ayuda a tomar decisiones y a realizar los juicios clínicos oportunos. La entrevista diagnóstica puede ser de diferentes tipos: estructurada, semiestructurada o libre.

Preguntas de ejemplo

Está formada por una serie de preguntas, abiertas y cerradas, que deberán realizarse al paciente a fin de recabar información útil para su diagnóstico. En el caso concreto de la ansiedad, para evaluarla se formularán preguntas del tipo:

  • ¿Qué sientes cuando dices que sufres ansiedad? ¿Cómo se traduce la ansiedad en tu organismo?
  • ¿Con qué frecuencia experimentas ansiedad en tu día a día? ¿Cuánto hace que sufres ansiedad?
  • ¿Cuál fue la primera vez que experimentaste ansiedad? ¿Cuál fue el antecedente?
  • ¿Qué antecedentes ocurren cuando experimentas ansiedad, en la actualidad? ¿Podrías identificarlos?

Estas son solo algunas preguntas de ejemplo, pero cada profesional podrá realizar su propia entrevista clínica.

Síntomas a evaluar

Por otro lado, también se deberá recabar información en cuanto a la sintomatología física de la ansiedad, evaluando la presencia o no de síntomas como los siguientes:

  • Palpitaciones.
  • Sudoración.
  • Presión o dolor en el pecho.
  • Inquietud interna o tensión.
  • Dolores musculares.
  • Vértigos.
  • Mareos.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Etc.

También se evaluarán los síntomas psicológicos de la ansiedad: presencia o ausencia de pensamientos de muerte (y grado de los mismos), despersonalización, creencias de volverse loco o perder el control, pensamientos negativos anticipatorios (de futuro), interferencia de la ansiedad en la vida diaria, etc.

Test psicológicos para evaluar la ansiedad

Para el diagnóstico de la ansiedad, se pueden emplear también diferentes test que evalúan la ansiedad, a fin de determinar la existencia de esta (así como de un trastorno de ansiedad) y su nivel o grado. Existen diferentes test psicológicos para evaluar la ansiedad, como por ejemplo:

  • STAI: evalúa la ansiedad rasgo (como algo estable, de personalidad) y la ansiedad estado (en un momento puntual).
  • Escala de Hamilton para la ansiedad: valora la intensidad de la ansiedad; está formada por 14 ítems.
  • Inventario de ansiedad de Beck: evalúa la sintomatología ansiosa, a nivel somático, y también la ansiedad en cuadros depresivos.

En niños se puede utilizar, por ejemplo, la Escala de ansiedad manifiesta en niños (CMASR-2), un instrumento de autoinforme formado por 49 ítems que evalúan el grado y la naturaleza de la ansiedad. El niño tan solo deberá responder a preguntas de “Sí” o “No”, y la calificación se realiza de forma simple.

Registros

Los registros pueden ser también útiles para el diagnóstico de la ansiedad. Con registros nos referimos a material que deberá cumplimentar el propio paciente (por ejemplo, tablas en las que registre el momento de ansiedad y su antecedente, qué síntoma en concreto manifiesta, con qué frecuencia, etc.). Normalmente, los registros se proponen como tareas para casa entre sesiones.

Pruebas complementarias

En el caso de que una causa orgánica pueda ser también el origen del cuadro, será conveniente realizar pruebas adicionales como: analíticas, resonancia magnética y una valoración por parte de otros profesionales especialistas. Además, en estos casos es muy importante seguir la evolución del paciente.

Por otro lado, para los casos más complicado, es muy positivo que el profesional pueda contar con la ayuda de otros profesionales que en un momento dado puedan echarle una mano.

Además, otras fuentes de información también serán útiles en estos casos (se trate o no de una causa orgánica), por ello será importante contrastar la información (es decir, los síntomas de ansiedad) con familiares y cuidadores del paciente (en caso de tener).

Mujer en el psicólogo haciendo terapia

Entonces, ¿cómo se realiza el diagnóstico de la ansiedad? Principalmente, a través de la observación de los síntomas. Una evaluación que puede hacerse a través de entrevista clínica, test o autoinformes, registros, información aportada por los familiares… Las alternativas son muchas y es el profesional el que tiene que elegir la mejor opción en cada caso.

Lo importante en estos casos es el cuadro clínico global, ya que una manifestación o síntoma aislado puede conducir a un diagnóstico erróneo, con lo que esto supone a la hora de planificar la intervención.


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  • American Psychiatric Association (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
  • Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (2010). Manual de Psicopatología. Volumen I y II. Madrid: McGraw-Hill.

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