Anticonceptivos: yo los uso, yo los elijo

Anticonceptivos: yo los uso, yo los elijo
Andrea Pérez

Escrito y verificado por la psicóloga Andrea Pérez.

Última actualización: 30 agosto, 2019

Las relaciones sexuales forman parte de nuestra vida. De hecho, extrapolándolas, la mayoría de las personas se han enfrentado, o lo harán en un futuro, a situaciones que requieran intimidad, proximidad y genitalidad. Para disfrutar plenamente y sin riesgo de estas prácticas es especialmente importante el uso de anticonceptivos.

Elegir uno u otro método de protección dependerá de la persona, su estilo de vida y las relaciones que mantenga. A la hora de decantarnos por uno u otro tendremos que tener en cuenta si el método es fiable o no y si es el que más se adapta a nuestras necesidades.

Debes ser tú misma quien decida qué método es el mejor para ti. Si tienes dudas sobre cual escoger puedes dejarte asesorar por un experto en tu centro de salud. Es tu cuerpo y por tanto tu responsabilidad tomar esta decisión y protegerte frente a enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.

Ante todo seguridad

A la hora de elegir no todas las opciones son igualmente válidas. Necesitamos que el método anticonceptivo sea fiable y funcione. No sirve de nada utilizar un producto que tiene un alto riesgo de embarazo o que no nos proteja de las diferentes enfermedades de transmisión sexual si realizamos prácticas de riesgo.

Mujer desnuda cuidando de su salud sexual

Algunos métodos como por ejemplo el preservativo o los métodos hormonales se consideran muy eficaces. Sin embargo, otras alternativas como los espermicidas, la marcha atrás o los métodos basados en el conocimiento de la fertilidad como el ogino o calendario, el de ovulación o Billings y el método de temperatura basal son procedimientos poco fiables y de alto riesgo que no suelen recomendarse por su falta de seguridad.

No solo es importante escoger el anticonceptivo correcto sino también saber cómo utilizarlo. En muchas ocasiones aunque se utilice protección puede utilizarse de forma inadecuada, por ejemplo, colocar mal el preservativo o no tomar la píldora con regularidad hace que el método  pierda eficacia.

Cuida de tu cuerpo y tu salud

El uso de anticonceptivos tiene muchísimas ventajas. Te protegen de enfermedades de transmisión sexual y reducen considerablemente la probabilidad de quedarse embarazada. Su uso es sin duda beneficioso y altamente recomendable.

Sin embargo, antes de elegir un anticonceptivo deberás tener en cuenta en qué estado se encuentra tu salud. En ocasiones dependiendo de cómo se encuentre tu organismo será más recomendable elegir uno u otro método. Las enfermedades cardiovascualres, la circulación, la presión sanguínea o ser fumadora son cuestiones relevantes que deben tenerse presentes.

Es importante que antes de elegir un método acudamos a un especialista. Es conveniente acudir al médico o ginecólogo para que este pueda realizar una revisión general. Consultar con un experto y tener en cuenta tanto el estado de salud de la persona como sus preferencias hará más sencillo escoger el que más se ajuste a las necesidades personales de cada uno.

¿Hormonal o no hormonal?

Métodos hormonales

Los métodos anticonceptivos hormonales son aquellos que suministran hormonas a tu cuerpo para impedir el embarazo. Son ejemplos de ello la píldora, inyecciones, implantes, anillos vaginales, parches o dispositivos intrauterinos. Estos métodos, aunque son cómodos y efectivos, pueden estar contraindicados para algunas personas.

Los productos hormonales pueden tener ciertas ventajas, por ejemplo, reducir el acné, el dolor menstrual y regularizar los ciclos menstruales. Sin embargo, también existen algunos inconvenientes ya que pueden causar algunos efectos no deseados.

Hay que tener en cuenta que los métodos anticonceptivos hormonales no protegen de enfermedades de transmisión sexual. En algunas mujeres es recomendable combinar métodos hormonales con no hormonales, de esta forma se protege tanto de los embarazos como de las ETS.

Métodos no hormonales

Los métodos no hormonales engloban la esterilización, el DIU o los métodos barrera. Los conocidos como métodos barrera son el condón femenino, el condón masculino y el diafragma. Los más conocidos y utilizados de este grupo son los condones masculinos.

Los condones masculinos son un método económico, cómodo y seguro. Protege tanto de embarazos como de enfermedades de transmisión sexual. Están hechos de látex por lo que pueden producir alergia a algunas personas, sin embargo, existen condones de poliuretano para estos casos.

Preservativos de colores

Un problema frecuente en el uso del condón masculino es la disfunción eréctil. En muchos casos los hombres pueden perder la erección al ponerse el preservativo. Aunque puede haber causas orgánicas implicadas en esto la mayoría de las veces es debido a factores psicológicos.

No es cierto todo lo que se dice

Los mitos sobre aspectos cotidianos de nuestras vidas existen y son abundantes. Los métodos anticonceptivos no se libran de falsas afirmaciones y son muchos los falsos rumores que circulan sobre ellos, por ello es importante estar bien informado antes de dar nada por sentado.

Son muchos y muy variados los mitos en esta área. Frecuentemente se ha dicho que los métodos hormonales pueden provocar cáncer o dejar a la mujer estéril, sin embargo esta información es completamente falsa. De hecho, algunos métodos como la píldora pueden prevenir la aparición de algunos tumores.

Tampoco hace falta hacer descansos al tomar la píldora, ni existe una edad en la que se debe dejar de tomar por salud. Tampoco es cierto que los preservativos se rompan con facilidad o que los métodos como la marcha atrás o contar los días sean eficaces.

terapia psicologica

Cuando se trata de utilizar protección en las relaciones sexuales es tu salud y la de tu compañero la que está en juego. Hay que ser precavidos con algunas informaciones ya que no siempre son ciertas. Lo más recomendable es que acudas a tu centro de salud para que un experto pueda asesorarte y resolver todas tus dudas.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.