ChatGPT, la inteligencia artificial que quiere ayudarte en todo
Cada año la ciencia hace avanzar más a la tecnología, y la tecnología a la ciencia. La inteligencia artificial (IA) es el mayor avance hasta la fecha, un universo de programaciones capaces de automatizar tareas y de resolver desafíos en todos los ámbitos.
Nuestros dispositivos estarán dominados por algoritmos cada vez más complejos capaces de hacernos (en apariencia) la vida más fácil. En los últimos meses, disponemos de otro sofisticado “juguete” conocido como ChatGPT. Como la propia palabra indica, se trata de un chatbot especializado en el diálogo y en la interacción con humanos. Este responde a preguntas complejas y es capaz de llevar a cabo desde redacciones de textos a peticiones de programación. Sus utilidades son infinitas y ha dejado boquiabierto a medio mundo.
Este recurso cuenta ya con miles y miles de usuarios y, cómo no, las inversiones millonarias de las grandes tecnológicas no dejan de aumentar. Ahora bien, ¿es tan fascinante como parece? ¿Cómo cambiará nuestra vida este tipo de ingenierías orientadas a resolver tareas que, hasta el momento, venimos haciendo nosotros mismos?
El ChatGPT es una inteligencia artificial entrenada para mantener conversaciones, pero no todo lo que nos dice es fiable, según los expertos.
El ChatGPT: qué es y cómo nos puede ayudar
El ChatGPT ha sido creado por el laboratorio de inteligencia artificial OpenAI, que está especializado en dinámicas de diálogo e interacción conversacional. Se lanzó en noviembre del 2022 y hasta el momento su éxito es absoluto.
Se trata de una herramienta que ha sido entrenada con millones de textos y que le facilita tener una conversación tan realista como efectiva. Su finalidad es proporcionarnos toda la información que necesitemos. Además, es capaz de explicarnos de manera detallada cualquier dato. Algo así podría poner en una posición delicada a Google, que quedaría en seria desventaja.
Esta tecnología, de la que forma parte Elon Musk, promete hacernos la vida más fácil. Puede resolver problemas matemáticos, programar, desarrollar códigos, escribir textos de cualquier tipo por nosotros y orientarnos en cualquier área o disciplina. Es un tipo de innovación de gran impacto que ha causado expectación y también temor. Pensemos en el número de puestos de trabajo que podría sustituir…
Los predecesores del ChatGPT eran algoritmos cargados de sesgos que solían proporcionar respuestas ofensivas e incluso engañosas. Esto casi ha desaparecido con esa nueva versión.
Aspectos positivos que podremos aprovechar
La inteligencia artificial de este nuevo recurso tecnológico está bien afinada, y se puede mantener con ella conversaciones óptimas. Las respuestas que nos ofrece ante cada una de nuestras dudas y preguntas son acertadas, con buenos detalles, además de respetuosas.
Hace unos años, este tipo de chatbots acabaron por aprender lo que procesaban en internet, de manera que era común encontrarse con respuestas racistas y ofensivas. En esta ocasión, el ChatGPT es capaz de rechazar incluso consultas poco éticas. Es más, un aspecto muy interesante que la define es ser capaz de admitir sus propios errores. Es decir, presenta una sofisticada metacognición.
Otro aspecto destacable es que realiza un seguimiento y un análisis de las cuestiones que le vamos planteando. De manera que si las preguntas que le hacemos tienen relación unas con otras, sabrá sintetizar y agilizar las respuestas para no repetir información que ya nos ha ofrecido. Es una tecnología analítica y con excelentes capacidades de autorreflexión y metaanálisis.
Podemos pedirle al ChatGPT que nos escriba guiones o que se dirija a nosotros de manera más informal o con alguna tonalidad propia de nuestra región idiomática.
¿Podemos confiar en esta nueva inteligencia artificial (IA)?
Quienes han utilizado esta nueva tecnología señalan que es una innovación prodigiosa, sin embargo, aún está en pañales. Aunque esto es algo que también saben sus propios desarrolladores. Nadie resta valor al hecho de que pueda realizar hasta meta-razonamientos, pero cuidado, hay limitaciones que debemos considerar.
1. Cuando no sabe una información se la inventa
Cuando surgen este tipo de tecnologías es común que se las ponga a prueba de todas las maneras posibles. Los analistas y los desarrolladores saben cómo testar a este tipo de algoritmos. De este modo, algo que han visto en el ChatGPT es que cuando no puede resolver una pregunta, usa la inventiva.
Es cierto que, en ocasiones, puede admitir un error. Sin embargo, está programada para ofrecer alguna respuesta, pero cuando esto no es posible dada la encrucijada en que la situamos, opta por inventar. Una costumbre muy humana.
2. No puede ofrecer información anterior al 2021
Esta inteligencia artificial fue entrenada durante los años previos a 2021. Por tanto, no podrá dar información sobre eventos o celebridades posteriores a dicha fecha.
3. Presenta un sesgo algorítmico
La universidad de Oxford ya nos habló en un estudio sobre la prevalencia de los sesgos algorítmicos en la inteligencia artificial. También de su necesidad de corregirlos. Consisten en errores sistemáticos que ofrece un sistema informático al proporcionarnos información que privilegia a un grupo social, como los grupos de raza blanca o la población masculina.
Por ello, si le preguntamos por ejemplo “¿quién ganó el mundial del 2018?”, asume que le estamos hablando de fútbol y de equipos masculinos.
4. De momento, la matriz de Google es más efectiva
Debemos darle tiempo al tiempo, pero a día de hoy la matriz de Google es más fiable y efectiva. Sigue siendo el buscador más eficaz y también el más utilizado. No obstante, insistimos, el ChatGPT aún lleva poco más de un mes entre nosotros.
¿Hacia dónde vamos?
Es evidente que estamos en el amanecer de esa gran conciencia que está por despertar que es la inteligencia artificial. Estas tecnologías, que se entrenan durante años dándoles cantidades ingentes de información, terminan por convertirse en grandes cerebros orientados a darnos respuestas, a cumplir tareas por nosotros y a proporcionarnos, cómo no, la ayuda que necesitamos.
Sin embargo, si bien ya forma parte de nuestra vida, dentro de poco automatizará múltiples trabajos hasta el punto de tomar decisiones por nosotros. Todavía hay aspectos éticos que deben resolverse. Tampoco está de más reflexionar en el hecho de si es lícito que una tecnología sustituya tareas y procesos que, hasta el momento, eran de exclusivo dominio humano…
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