Aumentar la autoestima: cinco maneras sencillas
Siempre es buen momento para aumentar la autoestima. Al fin y al cabo, en el viaje por nuestro ciclo vital estamos más que obligados a seguir fortaleciendo nuestro yo, a construir una identidad y autovaloración fuerte, segura y centrada con la que poder relacionarnos mucho mejor con los demás (y sobre todo) con nosotros mismos.
El psiquiatra Luis Rojas Marcos nos explica en su libro La autoestima (vivir mejor) que esta dimensión es ese sentimiento placentero y de aprecio o desagradable y de rechazo, que nos acompaña cada día . Es casi como un vestido que nos facilitará el poder movernos con mayor o menor comodidad, el que mediará en casi cualquier actividad y proceso que desarrollemos en nuestra cotidianidad.
Podemos optar por llevar una pesada escafandra con la que hundirnos progresivamente en la infelicidad. Podemos también, ir retirando capas, corazas, miedos e indecisiones para dar forma a una visión saludable, segura y más competente. Porque al fin y al cabo nada puede ser más devastador que dejar de querernos y respetarnos.
Apreciemos cada fragmento de nuestro ser para disfrutar de una mejor calidad de vida. Veamos cómo.
“Usted mismo, tanto como cualquier otro en el universo entero, merece su amor y afecto”
(Buda)
1. Aumentar la autoestima rememorando éxitos
A menudo, las personas tenemos una tendencia casi obsesiva en centrarnos solo en los aspectos negativos. Lo hacemos cuando nuestro estado de ánimo es bajo y entonces, damos más importancia a los fracasos, errores y decepciones.
Siempre es mejor recordar los comentarios positivos por tus logros o tu desempeño laboral. Asimismo, es altamente saludable que aprendamos a tratarnos con respeto, y ello implica “pensar mejor”, para poder generar valoraciones positivas sobre la propia persona.
Así, estudios como el realizado por Kristin Neff, de la Universidad de Texas en Austin, nos señalan algo importante. Si somos capaces de tratarnos con mayor amabilidad y autocompasión, podríamos aumentar la autoestima de manera más saludable.
Encuentra todas tus buenas cualidades y recuerda los éxitos que has logrado en tu vida, por pequeños que a ti te parezcan. Tener presentes esos buenos pensamientos te ayudará a valorar tu persona y elevar tu autoestima.
2. No te compares con los demás
Cada persona tiene sus propias cualidades y, por supuesto, tú no eres la excepción. No te preocupes por esos atributos que quisieras tener y que admiras en los demás. Céntrate en los tuyos y sobre todo, en tu potencial humano. En tu interior se inscriben grandes virtudes, y esa persona que cada día se refleja en tu espejo no podría ser ya más perfecta.
Para aumentar la autoestima valora aspectos como la salud, tu personalidad, las personas que te quieren, esas facultades mentales te hacen una persona inteligente. Recuerda las buenas oportunidades que te ofrece tu trabajo, lo que aportas a los demás. Probablemente haya muchos que envidiarían todo eso que tú tienes hoy y que quizás no valoras lo suficiente.
3. Encuentra la raíz de tu falta de autoestima
Tal vez tu baja autoestima se deba a que hayas tenido una niñez compleja, en la que sentías que todos elogiaban a los demás niños, mientras nadie prestaba atención a tus logros. ¿El apodo por el que te conocían en la escuela te hacía sentir inferior a los demás? ¿Eras demasiado alto o demasiado bajo con relación a los demás niños de tu edad?
Es necesario encontrar el fondo de nuestros sentimientos negativos. Casi todos tenemos algún aspecto de nuestra personalidad que no nos gusta. Pero eso no significa que debas enfocarte únicamente en ello, pues eso solo te hará sentir mal.
Mejor trata de analizar de qué manera esos pensamientos se relacionan con la forma como ahora te sientes. Analizar esos pensamientos en su justa medida te ayudará a aumentar la autoestima.
4. Date el valor que mereces
La autoestima está relacionada con el modo en que te percibes a ti mismo. Obsérvate frente a un espejo y enumera las cualidades que percibes. Si no puedes detectar características positivas en ti mismo, tendrías un indicio de que, probablemente, tu autoestima ande por los suelos.
A veces ayuda anotar los defectos que encuentras en tu persona. Al leerlos uno por uno puedes analizar si realmente se trata de un defecto, un error, o algo a cambiar. Puedes llegar a descubrir que, curiosamente, en algunos casos lo que consideras negativo en ti mismo es percibido como una virtud por quienes te rodean.
En todo caso, tú eres quien tiene la última palabra; solo tú puedes saber si un aspecto de tu personalidad te hace feliz o no. No obstante, al realizar este análisis evita caer en los extremos de la justificación o de la crítica despiadada; ambas actitudes son igualmente perjudiciales. Aunque difícil, trata de ser objetivo y justo contigo mismo.
5. No te ancles en el pasado, toma impulso de él
Si tienes algo que te avergüenza de tu pasado, déjalo ir, en la vida todos cometemos errores. Si ya recapacitaste al respecto y la parte afectada te ha perdonado, no insistas en torturar tu autoestima pensando que eres una persona fallida. Si insistes en poner el dedo en la llaga, no harás más que subestimarte a ti mismo.
El pasado no es más que ese espejo retrovisor al que mirar de vez en cuando para guiarnos mejor hacia el presente y el futuro. Para aumentar la autoestima nuestra mirada debe centrarse en lo que de verdad importa: el aquí y ahora.
Para concluir, no olvidemos nunca que esta dimensión psicológica es como ese músculo que ejercitar cada día. Si en algún momento percibimos que nos cuesta mucho ponerlo en funcionamiento y el malestar pesa entonces en exceso, no dudemos en consultar con un profesional especializado.
Éste nos puede ayudar a detectar nuestra falta de autoestima, hacerla consciente y trabajarla. A veces, es necesario que alguien externo e imparcial nos indique qué podemos estar haciendo bien y mal en nuestro día a día y cómo podemos incrementar nuestro bienestar interno. ¡Es sanísimo!
No somos máquinas y es probable que, a lo largo de toda nuestra vida, tengamos rachas en las que nos centremos más en nuestros puntos débiles y otras, en las que nos creamos invencibles. Es bueno que alguien nos devuelva a la realidad y comprender que, en esos momentos en los que somos más vulnerables, necesitamos volver a un punto de equilibrio.
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- Rojas Marcos, Luis (2007) La autoestima, vivir mejor. Madrid: Booket
- Neff, K. D. (2011). Self-compassion, self-esteem, and well-being. Social and Personality Psychology Compass, 5(1), 1–12. https://doi.org/10.1111/j.1751-9004.2010.00330.x