7 claves para dejar de sentirte culpable tras una equivocación

Si eres de esas personas que no deja de darle vueltas a la mente cuando comete una equivocación, es momento de gestionar un poco mejor esos sentimientos de culpa.
7 claves para dejar de sentirte culpable tras una equivocación
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 24 septiembre, 2021

Cuando cometes un error, un descuido, un desacierto altamente desafortunado, no falta quien te dice aquello de “¡no te preocupes, de todo se aprende!”. Es cierto, toda experiencia es equipaje vital. Sin embargo, ¿cómo lidiar con el malestar que se derivan de estas situaciones? ¿Cómo dejar de sentirte culpable tras una equivocación?

El sentimiento de culpa cumple un importante papel de regulación social. Nos obliga a experimentar un conjunto de sensaciones desagradables para favorecer la introspección y, posteriormente, el cambio. Es decir, esta realidad emocional nos obliga a mejorar nuestra conducta para salvaguardar principios sociales, éticos e incluso morales.

Así, aunque concibamos la culpa como una realidad psicológica de valencia negativa, sentirla es una experiencia necesaria. Nos hace humanos. Nos convierte en personas empáticas. Una persona con un perfil psicopático o narcisista, por ejemplo, no sentirá el peso de la culpa en su trato dañino con los demás. Ahora bien, hay un problema evidente con la dimensión de la culpa.

A menudo cargamos demasiado tiempo con ella. El diálogo negativo tiende a alimentar su poder, a reforzar el sufrimiento y la carcoma persistente del recuerdo por ese incidente, por ese error determinado. ¿Qué podemos hacer en estas circunstancias? Lo analizamos.

“Hay personas que ni siquiera se equivocan, porque no se proponen nada razonable”.

-Johann W. Goethe-

Hombre despierto representando el malestar por sentirte culpable tras una equivocación

Cómo dejar de sentirte culpable tras una equivocación

La culpa es esa emoción que tiene como propósito mantener la armonía social al motivar la reparación. Sin embargo, hay un hecho interesante al respecto. Por un lado, está la culpa que podemos sentir al generar un daño concreto a terceras personas. Sin embargo, también está esa sensación destructiva que surge cuando uno mismo se culpa de cosas irracionales.

Algo que sabemos bien desde el campo de la psicología es que las personas altamente exigentes derivan a menudo en estos escenarios mentales. Malestar, bloqueo emocional, agotamiento psicológico… Quien queda atrapado en esta cárcel de pensamientos insidiosos corre el riesgo de derivar en trastornos de ansiedad e incluso en estados depresivos.

De este modo, trabajos de investigación como los realizados en la Universidad de Lancaster y la Universidad de Kent en Reino Unido destacan algo interesante. El peso de la culpa, tanto si es inducida de forma experimental para una investigación como si es real, se vive de igual modo. El cerebro sufre.

Se experimenta un afecto negativo hacia uno mismo, hay arrepentimiento y una planificación futura. Es decir, quien más y quien menos se dice aquello de “pues la próxima vez no haré esto o haré eso otro”.

Sabemos ya en qué consiste este proceso mental y emocional. Sin embargo, si estamos pasando por esto mismo, ¿cómo dejar de sentirte culpable tras una equivocación? Lo analizamos.

1. Todo lo que sientes entra dentro de lo normal

Puede que el hecho de saber que la culpa es una experiencia muy común no alivie en exceso. Sin embargo, nos impulsa a comprender su función emocional. Es importante no vivir esto como algo excepcional o dramático.

Los sentimientos de culpa son permisibles y necesarios. Si los experimentas acepta esa vivencia y comprende que tienen un fin concreto: motivarte para actuar de manera reparadora.

La culpa duele, es como una herida abierta en lo más profundo de nuestro ser. Sin embargo, su propósito está en animarnos a actuar para resolver ese problema. Bien mediante un acto prosocial o simplemente teniendo en cuenta ciertas cosas de cara al futuro.

2. Esos sentimientos de culpa: ¿son reales o irracionales?

Para dejar de sentirte culpable tras una equivocación es importante que reflexiones en lo sucedido. ¿Parte de algo concreto y objetivo? Ejemplo de ello es haber traicionado la confianza de alguien. En estos casos es común sentirnos mal con nosotros mismos.

Sin embargo, hay un hecho muy común: a menudo nos sentimos culpables de realidades que no tienen mucho sentido. Por ejemplo, sentirse culpable por no ser tan productivo, brillante o perfecto como deseamos. Culpables por no llegar a todo el mundo, por no solucionar los problemas de los demás y darles siempre lo mejor.

Por ello, hay que reflexionar en que si lo que experimentas es culpa malsana o culpa racional. Es decir, puede que estés reforzando sentimientos negativos hacia ti mismo ante realidades que no son del todo lógicas. No te devalúes, no seas tan exigente contigo mismo o alimentarás la sombra de una culpabilidad nada saludable.

3. Si se puede resolver, hazlo: repara cuánto antes. Si no es posible, acepta

Ante un error, un descuido, una mala palabra o una acción poco respetuosa solo cabe una respuesta: la reparación. La conducta prosocial se ejerce a través del perdón y la búsqueda por sanar lo dañado, ya que alivia y mejora las relaciones. Si aún estás a tiempo, actúa.

Ahora bien, en ocasiones, la reparación no es posible y, ante estos casos, solo cabe aceptar lo sucedido. También reflexionar sobre nuestra conducta y sacar conclusiones de cara al futuro.

4. Evita el pensamiento basado en absolutos: bueno-malo/blanco-negro

Otra clave para dejar de sentirte culpable tras una equivocación es evitar pensar en términos absolutos de todo o nada. ¿Se va a acabar el mundo por no ser la madre o el padre perfecto? ¿Es que tienes la obligación de ser siempre un empleado modelo e ideal? Desde luego que no.

Permítete fallar, acéptate cuando cometas un error, porque esa pequeña muesca en un día concreto no implica “ser malo o falible”. La vida está llena de tonos grises y que esto sea así es lo más normal del mundo.

5. Autocompasión para dejar de sentirte culpable tras una equivocación

¿Qué sería del ser humano sin sus errores? Probablemente no habríamos llegado hasta donde estamos sin cada equivocación, sin cada error o decepción generada a otros. Sin embargo, tenlo en cuenta: tienes pleno derecho a tener tu propia mochila de experiencias negativas. Todo esculpe, todo cincela tu personalidad y te permite adquirir nuevas competencias vitales.

Trátate con autocompasión, sé amable contigo mismo. Acepta tu vulnerabilidad y háblate con cariño.

6. Reflexiona en si, tal vez, debajo de la culpa hay otras emociones

Hay quien transita por el viaje de la vida con la sombra constante de los sentimientos de culpa. Culpa por haber fallado a muchos, por no haber logrado ciertas cosas. También por no ser lo que otros pensaban o uno mismo aspiraba. Ahora bien, debajo de ese óxido que deja la culpabilidad a modo de pátina, pueden existir otras realidades.

La tristeza, la ira o el resentimiento también son reforzadores de esta emoción. Por tanto, es importante desmenuzar cada emoción sentida y preguntarnos la razón por la que está ahí.

Padre triste con su hijo pequeño simbolizando el dolor por sentirte culpable tras una equivocación

7. Valora todas las cosas buenas que has hecho para dejar de sentirte culpable tras una equivocación

Eres mucho más que cada error cometido. Eres tus logros, las personas que aman y las que te aman a ti. Si pones la mirada en el retrovisor de tu vida, descubrirás cuántas cosas notables has hecho. Ahí están tus logros, ahí cada cosa hecha con bondad y cariño por los demás.

Asimismo, ten en cuenta que no habrías llegado hasta donde estás sin haber cometido más de un error. Así que para dejar de sentirte culpable tras una equivocación concreta, echa la mirada atrás y luego adelante. Atrás para recordar todo lo logrado. Adelante para avanzar con mayor aplomo, templanza e inteligencia.


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