Claves para superar la ergofobia
Trabajar, por las consecuencias derivadas, es una necesidad vital y prácticamente ineludible para todos nosotros durante al menos una buena parte de nuestra vida. En primer lugar, porque nos permite obtener ingresos económicos para mantenernos; pero, además, porque nos ayuda a realizarnos a nivel personal y profesional, pudiendo ser la chispa que encienda buena parte de las relaciones que mantenemos.
Sin embargo, en algunos casos, acudir al puesto de trabajo se convierte en una pesadilla debido a la ansiedad que nos genera. Superar la ergofobia es, entonces, imprescindible para recuperar el bienestar.
Las consecuencias de este temor a trabajar pueden ser devastadoras. No solo por el gran malestar que se sufre en el día a día, sino también porque la autoestima puede verse seriamente afectada y el temor puede generalizarse a otras áreas de la vida. Además, la ergofobia puede conducir fácilmente a perder el empleo y, por ende, padecer necesidades económicas. Afortunadamente, existen tratamientos eficaces para abordar esta patología.
¿En qué consiste la ergofobia?
La ergofobia es una condición que se ubica en la categoría de los trastornos de ansiedad; más específicamente, dentro de las fobias específicas. Consiste en un miedo intenso y excesivo a trabajar que se prolonga en el tiempo y causa un malestar significativo. Sus principales características son las siguientes:
- Miedo intenso y desproporcionado a trabajar. Este se manifiesta no solo durante la jornada laboral, sino que también puede aparecer ansiedad anticipatoria y continuar tras acabar el horario de trabajo.
- El temor es irracional; y, pese a que la persona sea consciente de ello, no puede controlarlo o gestionarlo.
- Aparecen síntomas fisiológicos como dolores de cabeza, problemas estomacales, taquicardia o sudoración en respuesta al miedo.
- Puede padecerse falta de atención y concentración, así como problemas de memoria que afectan al rendimiento laboral.
- La persona puede evitar acudir al trabajo o realizar algunas partes del mismo con el fin de escapar del malestar que provocan.
- No se trata de una ansiedad puntual debido, por ejemplo, a una excesiva carga de trabajo. Por el contrario, la ansiedad es persistente y se prolonga en el tiempo varios meses.
¿Cómo superar la ergofobia?
Generalmente el miedo al trabajo se relaciona con una serie de pensamientos y emociones disfuncionales que se mantienen el tiempo. Así, hay varias pautas que podemos seguir para trabajar sobre ellos.
Mejora tu autoestima
La inseguridad y la baja autoestima están frecuentemente relacionadas con la ergofobia. La falta de confianza en las propias capacidades para desempeñar el trabajo puede generar una ansiedad muy intensa.
Así, trata de identificar y potenciar tus habilidades y cualidades y no te subestimes; recuerda que si estas en ese puesto es porque tienes lo necesario para llevarlo a cabo.
Modifica tus pensamientos
La ansiedad puede venir provocada por mantener ciertos pensamientos rígidos o excesivamente exigentes respecto a uno mismo. Por ejemplo, considerar que tus compañeros son mucho mejores que tú, que si cometes un error has fracasado o que, si no alcanzas, el objetivo será un auténtico desastre.
Flexibilizar tus creencias y sustituir esos pensamientos por otro más amables y realistas puede aliviar significativamente el malestar. Por ejemplo, recuerda que tú puedes tener algunas habilidades que tus compañeros no y que, si surge un problema, siempre se puede hallar una solución.
Además, el perfeccionismo puede añadir una carga psicológica excesiva e innecesaria a tu trabajo. Por lo mismo, vigila que tus expectativas no sean desproporcionadas y acepta que todas las personas pueden cometer errores. Igualmente, recuerda reconocer cada pequeño éxito y progreso que realizas, refuérzate por ello y dale el valor que tiene.
Aprende a relajarte
Dado que el principal componente de este trastorno es la ansiedad, para superar la ergofobia puede ser muy beneficioso aprender y practicar regularmente alguna técnica de relajación. Esta puede emplearse tanto para afrontar los momentos de mayor estrés como para reducir los niveles generales de ansiedad durante el día.
Tratamiento psicológico para superar la ergofobia
Si las anteriores pautas no resultan suficientes, lo más recomendable es buscar ayuda profesional. Las intervenciones psicológicas más eficaces para tratar la ergofobia parecen ser las técnicas cognitivo-conductuales. La exposición, concretamente, es la que mejores resultados ofrece.
Descartar la evitación y afrontar las situaciones que generan malestar produce una habituación a la ansiedad y, por tanto, una reducción de la misma. Pero, además, aumenta la autoeficacia percibida y con ello la autoestima y la capacidad para enfrentar nuevos desafíos.
La desensibilización sistemática y el mindfulness también arrojan beneficios al respecto. Aunque, en cualquier caso, una psicoterapia puede ayudar a superar la ergofobia de manera eficaz y con ello producir una ganancia notable en calidad de vida.
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