7 claves para que vibre tu vitalidad en una semana
Hay ocasiones en las que es necesario hacer cambios para modificar tus inversiones de energía. Esto se vuelve más relevante cuando pasas por etapas de pesimismo, tristeza o falta de motivación. Llevar a cabo acciones que potencien tu energía es una manera eficaz de mejorar tu estado de ánimo.
La buena noticia es que existe una estrategia eficaz no solo para que vibre tu vitalidad, sino también para centrarte emocionalmente. Se trata de siete acciones sencillas y al alcance de cualquier persona. La única condición es que tienes que llevarlas a cabo en una semana.
Es probable que al comienzo tengas cierta reticencia a regalarte esa semana de empoderamiento. Sin embargo, si lo piensas un poco, no pierdes nada intentándolo y, en cambio, puedes ganar mucho. Enseguida te decimos cuáles son las siete acciones que debes realizar para que vibre tu vitalidad en una semana.
«Se puede soportar cualquier verdad, por muy destructiva que sea, a condición de que sea total, que lleve en sí tanta vitalidad como la esperanza a la que ha sustituido».
-Emil Cioran-
1. Dejar de criticarte
Dejar de criticarte suena a frase cliché y, por eso mismo, es probable que la importancia de esta acción pase inadvertida para ti. Autoevaluarte está muy bien, porque te permite crecer. Otra cosa es criticarte; en especial, si lo haces con frecuencia.
¿Qué tal si te propones dejar de hacerte críticas, tan solo por una semana? No es tan difícil y, si lo es, quizás estés encontrando una clave para entender el por qué de tu malestar. Fustigarte es una narrativa mental que poco te aporta y, en cambio, impide que vibre tu vitalidad.
2. Perdonarte
Deja de lado la idea de que la autoexigencia implacable es una vía de crecimiento. Al menos, trata de verlo de otra manera por una semana. ¿Qué tal si te das permiso para dejar de pensar en los errores cometidos o los logros no alcanzados y, en lugar de eso, te concentras en lo mucho que vales?
Es posible que estés pasando por alto tus virtudes y tus aciertos, con mucha facilidad. Tal vez sea hora de detenerte a pensar y celebrar todo eso que has hecho y sigues haciendo bien. Por una semana, puedes convertirte en tu mejor amigo, ser comprensivo y amable contigo mismo. Inténtalo.
3. Identificar lo mejor de cada situación
Muchas veces el estado de ánimo decae porque solo se consigue ver el lado problemático o antipático de cada situación. Es cierto: la realidad está llena de complejidades que cuesta asimilar. Sin embargo, todo, absolutamente todo, tiene algo positivo.
La tarea es cambiar «el chip» mental y adoptar una nueva perspectiva, al menos por siete días. Explorar e indagar por ese elemento positivo que hay en cada una de las situaciones que hoy ves como desagradables. Esto, por sí solo, hará que vibre tu vitalidad.
4. Desafiarte
Nada mejor para salir de esos estados de pasividad y hastío que proponerte un desafío. Mejor si son más, pero con uno basta para que vibre tu vitalidad y te sientas mucho mejor. No tienes que subir al Everest, ni detener el tráfico con un acto callejero de malabarismo, o algo por el estilo.
Te sorprenderás al ver que solo con enfrentar pequeños desafíos se abre una nueva perspectiva. Una buena pista para definir tu propio reto está en tus miedos. ¿A qué le temes? Bueno, ahí está la respuesta. Encuentra una manera de enfrentar, en alguna medida, alguno de esos miedos.
5. Agradecer
La vida es mucho más sencilla cuando sabemos agradecer. ¿Qué tiene de especial este gesto? Dice mucho de quien lo esgrime. Habla de alguien que ha superado las vanidades personales y el egocentrismo. En cambio, sabe que es parte de un colectivo y que recibe aportes de este.
También es señal de valoración por el otro. Solo las personas que se quieren a sí mismas son capaces de encontrar ese valor en los demás. Al margen de esto, la gratitud tiene que ver con una perspectiva de reconocimiento positivo hacia otros. Sentir que recibes y darle valor, hace que tu vida sea más feliz.
6. Dar, una buena manera de que vibre tu vitalidad
Podría resultar muy interesante verte a ti mismo dando todo lo que puedas a los demás por una semana. Solo ubícate en la posición de detectar lo que los demás requieren o necesitan y, si te es posible, contribuye a que lo consigan.
Valen regalos como abrazos, besos, palabras amables, reconocimiento, escucha, interés, etc. Cada vez que sea posible, entrégale algo de ti mismo a otra persona. Es posible que experimentes sorpresas después de un par de días de hacerlo.
7. Cambiar algo en la rutina
Una forma de lograr que vibre tu vitalidad es cambiando algo en tu rutina. Ojalá que todos los días de esta semana de prueba logres hacer alguna modificación. No te propongas cambios grandes ni permanentes. Solo haz de una manera diferente las cosas.
Las anteriores son acciones sencillas, pero muy reveladoras. Es probable que al término de la semana de prueba sientas que te conoces mejor y que entiendes más cómo son tus emociones. También es casi seguro que te sentirás mejor y lograrás que vibre tu vitalidad.
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- Romero Rodríguez, S. (2004). Aprender a construir proyectos profesionales y vitales. Revista española de Orientación y Psicopedagogía.
- Zúñiga, A. R. B., Villegas, M. A. S., & Torres, C. C. U. (2005). Los trastornos del estado de ánimo.