Cómo ayudar a una persona con trastorno límite de personalidad
Pocos cuadros clínicos son tan complejos y desgastantes como el trastorno límite de personalidad (TLP) o borderline. Ahora bien, más allá de los tratamientos, más allá de la biogenia o psicogenia, se halla ese escenario psicosocial del propio paciente, donde su entorno personal y familiar no sabe qué hacer, qué no hacer o cómo ayudar a un ser querido que demanda cuidados. De ahí la pregunta de este artículo: ¿cómo ayudar a una persona con trastorno límite de personalidad?
A menudo, y cuando se habla de las enfermedades mentales o de cualquier tipo de trastorno psicológico, nos limitamos a enumerar las características y a abordar en los orígenes y desencadenantes de los mismos, olvidando un aspecto clave. Dejamos de lado el universo personal y relacional de esa persona: lo queramos o no, se halla perdida, sofocada y arrinconada en las rejas de su propia mente.
“El trastorno límite de la personalidad está aún mal entendido. Nos encontramos con personas incomprendidas y que van de terapeuta en terapeuta confundiéndose y desesperándose cada vez más”.
-Dolores Mosquera-
La dificultad intrínseca de los trastornos de personalidad
Cualquier experto en psicología sabe que nada es tan desafiante y complicado de evaluar y tratar como los trastornos de la personalidad. Hay un gran solapamiento sintomático, muchos falsos positivos (personas que reciben un mal diagnóstico) y aunque los manuales de diagnóstico como el DSM-V ayuden a clarificar algunos rasgos, a menudo se pasa por alto el inmenso laberinto psicopatológico que presenta esta condición.
Este es el trastorno de personalidad más frecuente, en un porcentaje entre el 30% y el 60%, y el diagnóstico suele hacerse en un rango de edad de 19 a 34 años.
De ahí que sea tan complicado saber cómo ayudar a una persona con trastorno límite de personalidad. Las familias que tengan a una persona diagnosticada con este trastorno saben que no todo lo que hace o sufre su ser querido aparece en los libros.
La mayor parte de las veces son la diana y las víctimas directas de cada inestabilidad, de las ideas paranoides, vacíos existenciales y de sus pensamientos dicotómicos son aquellos que están más cerca. Es necesario, por tanto, que tengamos más presente al entorno familiar de las personas con trastornos psicológicos.
Características generales de las personas con trastorno límite de la personalidad
La Universidad de Ohio, en Estados Unidos, realizó un estudio para delimitar las principales características de las personas con trastorno límite de la personalidad (TLP). Un aspecto que siempre queda en evidencia es el comportamiento desajustado.
No obstante, la inestabilidad en sus relaciones interpersonales, en su autoimagen y afectividad son sin duda los elementos más llamativos. Existen, sin duda, otras evidencian que añaden mayor complejidad a esta condición:
- Sus cambios de humor son extremos.
- Pueden pasar de idealizar a sus seres queridos a devaluarlos y humillarlos.
- Presentan conductas impulsivas e irracionales.
- Tienen sentimientos crónicos de vacío y sensación de abandono.
- Tienen ideas paranoides o síntomas disociativos transitorios.
- Suelen derivar a menudo en conductas de autolesión y tendencias suicidas.
- Utilizan abundantes mecanismos de defensa, tales como la negación o la proyección, lo cual, dificulta aún más la toma de conciencia de su enfermedad y su capacidad para responsabilizarse de sí mismos.
Causas principales del TLP
Tal y como nos revela un estudio llevado a cabo en la Universidad de Heidelberg, en Alemania, esta condición tiene correlatos neurobiológicos. Es decir, hay ciertos desajustes en el área de la amígdala cerebral, así como una actividad baja en la inhibición de áreas prefrontales y una excesiva actividad en el sistema de las neuronas espejo.
Otra de las causas que se han encontrado para este trastorno es la presencia de un evento traumático en la vida del paciente. Abusos, desastres ambientales, guerras y demás horrores son agentes que pueden desencadenar un TLP.
Los desajustes biológicos también pueden ser una causa de este trastorno, sobre todo cuando se trata de alteraciones en los niveles de dopamina, serotonina, acetilcolina y norepinefrina.
Por otro lado, tampoco se debe desestimar la influencia de los factores psicosociales. En una sociedad donde se fomenta el individualismo, la superficialidad en las relaciones y la soledad, las personas neurodivergentes tienen un escollo extra que salvar. Los problemas de integración, regulación emocional o la educación abusiva deben ser contemplados a la hora de hacer el diagnóstico.
Cómo ayudar a una persona con trastorno límite de personalidad
Cabe señalar que, al igual que ocurre en muchos otras condiciones psicológicas, el trastorno límite de personalidad no tiene una “cura mágica”. No hay una terapia infalible que desactive la montaña rusa de sus cambios de humor, de sus extremos, de sus miedos y vacíos.
Lo que tenemos a nuestro alcance son distintos tipos de tratamientos donde conseguir algo esencial: que recuperen la estabilidad emocional y mejoren la calidad de sus relaciones. Este es el primer paso para saber cómo ayudar a una persona con trastorno límite de personalidad.
Hay un aspecto esencial que no podemos dejar de lado: el apoyo familiar es básico en esos casos donde existe una enfermedad mental. Debemos ofrecer adecuadas estrategias de afrontamiento al entorno personal para que aprendan a convivir y a ayudar a su ser querido.
Las personas cercanas al paciente con trastorno límite de personalidad suelen sentirse culpables. Cargan con infinitas dudas, se responsabilizan de las recaídas, de las autolesiones, de no haber intuido esto o aquello, de no haber elegido bien las palabras en determinado momento… Si somos familiares o amigos es primordial que en primer lugar tengamos en cuenta estos 5 aspectos.
1. No debemos culpabilizarnos de la enfermedad de nuestro familiar
Parece algo de sentido común, pero vivir esta situación lleva a sentimientos de culpabilidad muy a menudo. Por eso, necesario interiorizar 3 frases muy sencillas:
- No hemos causado el trastorno.
- No podemos curarlo.
- Nosotros no podemos controlarlo.
2. La importancia de comprender el trastorno límite
A la hora de ayudar a una persona con trastorno límite de personalidad, debemos entender que nada es tan importante cómo entender qué está pasando y por qué mi familiar actúa de este modo.Es esencial que conozcamos toda la sintomatología y características.
Tal y como hemos señalado al inicio, esta enfermedad es una amalgama de psicopatologías tan complejas como devastadoras. A veces, junto al propio trastorno, puede aparecer otras condiciones: depresión, trastorno bipolar, trastornos de ansiedad, trastornos alimenticios o abusos de sustancias.
Asimismo, y a pesar de que el trastorno límite de personalidad es tratable, es común que estos pacientes eviten y se salten cualquier ayuda. Es imprescindible, por tanto, que favorezcamos en ellos la adherencia a las terapias y de los tratamientos farmacológicos.
3. Aprende a comunicarte con tu familiar
Las personas con un trastorno límite de personalidad pueden decir cosas crueles e irracionales. Temen ser abandonados y dejados de lado, de ahí que estallen en ataques de rabia y en el abuso verbal.
Los especialistas indican que es como tener “dislexia auditiva”. Oyen las palabras desordenadas, de adentro hacia afuera, de lado y sin contexto. Cuando se muestren verbalmente agresivos les indicaremos que no es buen momento para hablar, que para nosotros ellos son importantes y que para poder ayudarles es mejor comunicarse cuando estén relajados.
Cuando estén en calma, nos fijaremos más en sus emociones que en sus palabras para validarlos, para conciliar afectos y prestar ayuda. No importa que lo que digan no tenga sentido o resulte irracional. Debemos conseguir que se sientan escuchados y apoyados.
Si en algún momento vuelven a caer en el ataque o la agresión, lo mejor es alejarse antes de caer en una discusión con ellos e intensificar aún más la sintomatología.
4. Establecer límites saludables con la persona con trastorno límite de la personalidad
Una de las formas más eficaces de ayudar a un ser querido con un trastorno límite de personalidad es conseguir que logre un control sobre su comportamiento. Para ello, le haremos cumplir unos límites donde poder regularse y donde, sobre todo, entienda que debe continuar con su tratamiento.
Todos los miembros de la familia deben estar de acuerdo en esos límites y esas normas.
Estableceremos qué es y qué no es permisible. Lo que no es permisible se lo indicaremos con afecto a la persona con trastorno límite de la personalidad: “te queremos y deseamos que esto funcione. Para lograrlo debes entender que si nos hablas de este modo o haces estas cosas te haces y nos haces daño. No podemos aceptarlo. Te pido que hagas este cambio por ti y por nosotros”.
5. Implícate en el tratamiento
Muchas de las terapias, como es lógico, implican de forma directa a la familia o a los seres queridos más allegados. Parte de trabajar la comunicación y poner límites consistentes pasa por participar en el tratamiento y aprender estrategias de autorregulación.
Además, el desgaste de los cuidados y de ayudar a otra persona a regularse también acaba por causar trastornos en los familiares. Es posible que tú también necesites un tratamiento.
Qué NO hacer con la persona con trastorno límite de la personalidad
Por otro lado, y aunque a veces cueste, también es necesario reprimir ciertos comportamientos que se confunden con la colocación de límites. En realidad, estas acciones solo crean una brecha entre el enfermo y el familiar, impidiendo el avance en el tratamiento:
- Amenazarlo o darle ultimátums.
- Tolerar el comportamiento abusivo.
- Permitir que deje el tratamiento.
- No podemos pasar por alto sus amenazas de suicidio.
Para ayudar a alguien con trastorno límite de la personalidad, primero cuídate
Tú también eres importante. No solo eres la persona que apoya al que sufre TLP, sino alguien digno de recibir ayuda, respeto y de tener una vida propia. Por eso, no olvides seguir estos consejos:
- No debemos aislarnos y reducir toda nuestra vida alrededor de la persona con trastorno límite de la personalidad.
- No descuidaremos nuestra salud.
- Podemos acudir a grupos de apoyo con otros familiares en la misma situación.
- Aprenderemos técnicas para gestionar el estrés.
Para concluir, conseguir esa alianza terapéutica entre el paciente, su familia y los profesionales que estén tratando a la persona no es algo sencillo, pero no por ello imposible. Ayudar a una persona con trastorno límite de personalidad es un reto diario, un camino lleno de baches, pero gratificante al fin y al cabo cuando logramos neutralizar la impulsividad y sembrar en ellos una toma de decisiones más racional que emotiva.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Friedel, Robert (2004) “Borderline Personality Disorder Demystified: An Essential Guide for Understanding and Living” New York: Da Capo Press.
- Mosquera, Dolores (2014) “Trastorno Límite De La Personalidad Y EMDR” Madrid: Pléyades.
- T. Blokehead (2015) “Trastorno Límite de Personalidad. Una guía de autoayuda”. Babelcube.
- Leichsenring, F., Leibing, E., Kruse, J., New, A. S., & Leweke, F. (2011). Borderline personality disorder. The Lancet, 377(9759), 74-84.