¿Cómo podemos detectar a las personas negativas?
¿Cómo podemos detectar a las personas negativas? ¿Cómo nos hacemos conscientes de su conducta? A veces caemos en los tópicos fáciles y falacias que consisten en atribuir las conductas negativas, desadaptativas y tóxicas a los demás, asegurando que nuestro comportamiento está libre de toda negatividad.
Evidentemente esto no es cierto, si bien hay personas que tienen la negatividad como bandera y no dudan en compartirla en lo que dicen y hacen, todos somos susceptibles de poder llegar a ser personas negativas de tener un mal día.
Por ello nos preguntamos en el artículo….¿Qué hacen las personas negativas? Siendo conscientes de que estas conductas son más perjudiciales en función de su frecuencia e intensidad y de que la negatividad no es un absoluto y siempre tiene un grado. Pero, lo cierto es que en tu mano está, una vez que eres consciente de la naturaleza de estas conductas, evitar repetirlas.
Hablar mal de los demás
Por inseguridad, envidia o sencillamente porque carecen de tema de conversación. De una forma continua y punzante, las personas negativas no cesan de analizar el comportamiento de los demás desde una postura destructiva: desvelan intimidades, juzgan a los otros en escalas en las que solamente contemplan sus dos polos (malo/bueno, loco/cuerdo, inútil/brillante) y jamás afrontan estos aspectos para aportar soluciones, sino para lograr llevar la razón.
La diferencia fundamental entre negatividad y falsedad versus enfrentar conflictos interpersonales consiste en que en la primera intoxicas a tu entorno acerca de ciertas personas cuándo jamás has actuado con sinceridad ante las mismas. Si no te interesan, sigue tu camino sin destruir.
Instalarse en rutinas poco estimulantes
Son muchas las personas que sueñan con un trabajo que les brinde estabilidad y comodidad, pero estas dos cualidades de un trabajo pueden generar rigidez si se mantienen por un tiempo ilimitado de tiempo: falta de empatía, comunicación, conversaciones manidas y juicios sociales rápidos y estereotipados.
Esta misma comodidad se extrapola a las relaciones personales: podrás perpetuar una cierta estabilidad en tus relaciones pero eso no implica enriquecerlas. Las personas asentadas en una perenne comodidad terminan por ser insensibles a otra cotidianidad ajena. No abusemos del manido concepto “zona de confort” pero seamos conscientes de que calidad de vida no es sinónimo de conformismo.
Las personas que proyectan negatividad empiezan por tener una rutina poco estimulante.
Buscar opinión y no información
Cuándo una persona busca solo opiniones que confirmen su postura sin tan ni siquiera plantear otra confrontación con la realidad… acaban por consumirse en su versión reduccionista del mundo y su funcionamiento.
Establecer extremismos no solo es característico de la ignorancia o de una falta de identidad definida: es el preludio de una negatividad galopante, que censura todo lo que no resulta conveniente. Es el mecanismo de funcionamiento básico de personas represivas con falta de conciencia individual y colectiva a favor del entorno en el que viven…Es la autodeterminación por la anulación moral, social o económica del resto.
Aislarse o carecer de relaciones sociales significativas
El ser humano es un ser social y cuando busca salvaguardarse del resto, se despoja de su propia manta protectora. Que unas relaciones sociales hayan dejado de aportarte aspectos positivos no impide que puedas regenerar tu red social: puedes conocer gente en nuevos contextos manteniendo las relaciones que siguen siendo significativas.
La clave del bienestar social está en el anclaje y el ajuste: anclar el bienestar en relaciones significativas y ajustar tu trayectoria a nuevos círculos sociales afines a tus valores y objetivos. La armonía siempre es una fuente de felicidad.
Manifestar un exceso de ego
El exceso de ego tiene varias consecuencias claras: la falta de autocrítica, la rigidez en las relaciones íntimas y la búsqueda de reconocimiento por encima de la mejora de las propias capacidades.
El resultado evidente es una negatividad basada en el desconocimiento de uno mismo y la suspicacia respecto al comportamiento del resto, si este no es valorado como un reforzador suficiente. Esta no es una razón que carga de negatividad a muchas personas, que valoran de forma desproporcionada el trabajo que realizan y esperan una valoración externa que coincida con la propia.
El exceso de ego es la antítesis de la verdadera autoestima: solo se nutre de la alabanza de las demás personas, que a su vez suelen tener un carácter sumiso e influenciable. Ambos tipos de personalidad se retroalimentan y perpetúan.
Escudarse en familia y amigos
Muchas personas esconden carencias escudándose en situaciones familiares: impuntualidad, informalidades y falta de empatía que explican por una situación familiar difícil que no siempre es real y que de serlo no justifica cualquier tipo de conducta.
Nadie discute que en nuestra infancia hayamos partido con unas circunstancias desfavorables, pero esto no justifica que asumamos la responsabilidad de nuestros actos e ignoremos la oportunidad de corregir algún comportamiento que clasificamos como equivocado.
Centrarse en aspectos que no pueden cambiar
Las personas negativas suelen persistir en objetivos inalcanzables de acuerdo a su situación y desestimar metas más realistas y accesibles que, implícitamente, pueden servir como puente para alcanzar objetivos mayores.
En muchas ocasiones esto denota la necesidad de justificarse por la imposibilidad de alcanzar objetivos de gran dificultad, que validan su situación a la vista de los demás y salvaguarda su autoconcepto.
Trabajar en exceso
Trabajar en exceso no indica una mayor capacidad o sentido de la responsabilidad: normalmente pone de relieve la incapacidad para poner un filtro a los retos de que nos planteamos o para organizar el tiempo. Algo que no solamente repercute en el apartado laboral, sino que también lo hace en el tiempo libre y genera así personas negativas.
Así, una persona que cuenta con poco tiempo libre, que tiene el día lleno de actividades obligatorias que no le gustan será una persona propensa a cargarse de negatividad. Por eso es tan importante tener estructurada nuestra agenda, de manera que la programación nos deje espacio para respirar y coger fuerzas.