¿Cómo eliminar la charla interior negativa?
¿Has observado qué clases de conversaciones mantienes contigo mismo? ¿Sabías que tu propio diálogo interno dice mucho de ti como persona? La forma que tienes de interactuar con tus pensamientos más profundos puede llegar a determinar tu propio conceptos y tus actos. En otras palabras, te vas convirtiendo en aquello que crees que eres. Así que, si tienes una charla interior negativa, es probable que seas una persona, apocada, pesimista, pasiva, etc.
Si piensas que eres una persona fuerte y valiosa, puedes vivir acorde con esa afirmación. Si, por el contrario, te dices a ti mismo que eres débil y poco importante, entonces estarás construyendo una realidad en la que efectivamente eres así. Increíble, ¿verdad?
Recursos prácticos para terminar con la charla interior negativa
Existen una serie de ejercicios que pueden liberarte de parte de esa charla interior negativa. Veamos cuáles son. ¡Te animamos a que los pongas en práctica!
Primer ejercicio: notas personales para terminar con la charla interior negativa
Trata de elegir para esta tarea un día en que estés tranquilo y lo más desocupado posible. Si no encuentras un momento así, no importa, hazlo de todas formas. Debes cargar contigo un cuaderno y un bolígrafo para poder realizar anotaciones en cualquier momento del día. Busca 3 o 4 momentos al día para estar a solas con tus pensamientos y anotar.
En este lapso de tiempo, anota la conversación que estás teniendo contigo mismo, o aquellas que has tenido en las últimas horas. Cuantos más detalles, mejor. Si te resulta más fácil tomar notas sin un horario programado, puedes hacerlo espontáneamente. Registra todo lo que te dices a ti mismo sobre cualquier aspecto, como tus capacidades, tu inteligencia, tus sueños, tus recuerdos, tus penas, tu salud, etc.
Segundo ejercicio: autoimagen
Realiza este ejercicio de noche, ya en la cama. Te presentamos una situación hipotética. Imagina que al día siguiente debes concurrir a una cita decisiva, por ejemplo a una entrevista de trabajo, ya sea con clientes importantes o con tu jefe o superiores, quienes te estarán mirando y escuchando.
¿Cómo te ves a ti mismo en el escenario descrito? Debes relajarte para poder captar con serenidad -y sinceridad, qué mensajes te llegan sobre ti. Verás que al representarte la reunión y llevar la atención a tu propia persona, indefectiblemente recibirás algunas ideas o conceptos. Anota todo lo que puedas de ese diálogo que va surgiendo en tu interior.
Tercer ejercicio: revisión de los escritos
Lleva a cabo este ejercicio al día siguiente. Repasa lo que escribiste en los dos ejercicios anteriores. Fíjate si descubres algún punto en común o hilo conductor que atraviese ambos conjuntos de textos. En tal caso, ¿cuáles son los elementos coincidentes o recurrentes? Detállalos por separado de forma clara una vez más, por escrito.
Cuarto ejercicio: descubriendo el tono general de tu diálogo interno
Ahora, tómate un momento para analizar sucintamente aquello que has escrito: ¿de qué manera describirías el tono o carácter de aquello que te dices internamente? En general, ¿tiendes a ser optimista y encuentras aspectos favorables en tu persona? ¿Te halagas a ti mismo? O, por el contrario, ¿tienes una visión pesimista y negativa de ti? Analiza si eres realista o si crees que quizás tiendes a exagerar, ya sea en un sentido o en el otro.
Quinto ejercicio: qué clase de compañía eres
Una vez más, repasa lo que escribiste en los dos primeros ejercicios. De acuerdo a los mensajes que te dedicas a ti mismo durante todo el día, responde: ¿Qué clase de amigo consideras que eres para ti?
Si fuera otra persona quien te susurrara en el oído esos mensajes, ¿cómo crees que te sentirías? Entonces, ¿qué clase de ambiente creas a diario para ti mismo? ¿Transmites armonía, alegría y bienestar o todo lo opuesto? ¿Qué estados emocionales te generas con tu propia charla interior negativa?
En definitiva, el objetivo de estos ejercicios es que descubras y te hagas consciente de qué clase de diálogo interno mantienes en cada momento. Si quieres trabajar sobre aquellos mensajes que pueden resultar perjudiciales para tu salud emocional, ese es el primer paso: reconocer cómo es la charla interior negativa que mantienes contigo mismo. Una vez identificada, puedes avanzar con paso seguro hacia una transformación interna.
Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz, sino haciendo consciente la oscuridad – C.G. Jung