Cómo empezar una revolución
¿Cómo empezar una revolución? Empezar una revolución es algo complicado pero no imposible. La mayoría de las revoluciones empiezan con una “chispa” pero detrás de esa chispa suele haber grupos de gente preparados para que la revolución no muera en el momento de empezar.
De la organización de esos grupos y de su capacidad para movilizar a más gente van a depender tanto el futuro de la revolución como el de las reivindicaciones por las que se promulgue. Otro factor importante de cara a la movilización de más gente, que en principio no pertenezca a los grupos de raíz revolucionaria, es la forma de lucha que estos grupos adopten.
Formas de lucha
Existen muchas formas de lucha y varias distinciones que sirven para categorizarlas. Una de estas distinciones es entre acciones normativas y no normativas. Las normativas son aquellas que siguen las normas preestablecidas en el país en el que se desarrolle la lucha; las no normativas, aquellas que se consideran fuera de las leyes establecidas.
Otra distinción relevante se da entre la lucha violenta y la no violenta. Esta distinción es importante en cuanto a la aceptación de la gente que no pertenece a los grupos iniciales. Las tácticas violentas suelen estar desprestigiadas y deslegitimizan a los grupos que las usan aunque los fines sean compartidos. Un ejemplo son las prácticas de grupos como el IRA (Irish Republican Army) en Irlanda y ETA (Euskadi ta Askatasuna) en España.
La lucha no violenta se puede utilizar para liberarse de la opresión y sustituir los conflictos militares y violentos. Así no se planteará una batalla contra el terrorismo, porque las personas que podrían haberse convertido en terroristas han elegido la lucha no violenta para ayudar a la gente oprimida.
La lucha no violenta trata de alcanzar la libertad de forma autosuficiente. Es una lucha armada. Se combate con armas psicológicas, sociales, económicas y políticas. Es un arma más poderosa que la violencia, ya que la propia acción nunca se va a volver contra los principios que se defienden.
Las tácticas de Gene Sharp
Dentro de la lucha no violenta es bien conocido Mahatma Gandhi. Además, nosotros queremos destacar otra personalidad no tan conocida, pero con una relevancia muy importante dentro de la lucha no violenta y cuyo conocimiento han usado muchos para hacer caer régimen dictatoriales.
Esta figura es Gene Sharp. Este hombre a dedicado gran parte de su vida a estudiar las distintas revoluciones y las tácticas no violentas usadas en ellas. Ha sido llamado el genio de las libertades o de cómo conseguir las libertades.
Las tácticas que él describe se pusieron en práctica conscientemente en revoluciones como la de Egipto y Siria en “la primavera árabe”, en Serbia en la caída de Milosevic, en la revolución verde de Irán y una larga lista de países. En sus libros aparecen descritos 198 métodos de resistencia no violenta como el boicot económico, la desobediencia civil, las protestas, etc. Estos métodos o tácticas son lo contrario a la lucha militar.
Lecciones a seguir en caso de revolución
Dentro de sus estudios, Gene Sharp cuenta que si puedes identificar las fuentes del poder de un gobierno -legitimidad, apoyo popular y apoyo institucional-, entonces sabrás de qué depende la existencia de ese gobierno. Puesto que esas fuentes de poder dependen del apoyo de la gente, lo que hay que hacer es reducir el apoyo, la legitimidad y la obediencia. Así, el régimen quedará debilitado y finalmente caerá.
Entre sus lecciones destacan las siguientes:
- Lección 1. La primera lección nos dice que hay que planificar una estrategia. Cuanto más definida esté, más probabilidades tendrá la revolución de triunfar. La improvisación no va a traer el éxito.
- Lección 2. Hay que superar la atomización. Los que estén en contra de la revolución van a tratar de que cada individuo en la sociedad sea una unidad aislada. Por todos los medios hay que tratar de ser un grupo y utilizar el poder que nos da actuar de esta manera. Nosotros podemos hacer cosas que uno no podría.
“Divide y vencerás”
- Lección 3. Pilares de apoyo. Los pilares de apoyo son esenciales para la sustentación de cualquier régimen y, a la vez, son su punto más débil. Destruir los pilares de apoyo es una de las maneras más efectivas de acabar con un régimen. Dichos pilares de apoyo vienen a ser los ya nombrados, la legitimidad, el apoyo popular y el apoyo institucional.
- Lección 4. Hay que resistir la violencia. En el momento que se use la violencia se pierde toda la legitimidad y se legitima al adversario para que la use, lo cual tiene fuertes consecuencias porque el adversario suele tener más poder. Manteniendo la no violencia es más difícil ser contrarrestado por el adversario.
- Lección 5. Esta lección nos habla del Ju-Jitsu político. El ju-jitsu no es más que usar la fuerza del adversario en beneficio propio. Si el gobierno es brutal muchas personas se pasarán a la oposición. Esto pasó durante el “viernes sangriento” en Irlanda cuando la policía reprimió una marcha pacífica dejando seis muertos. Al día siguiente, un torrente de personas abandonó la vía pacífica para alistarse en el IRA.
- Lección 6. La última lección es la más simple, pero quizás de las más difíciles de llevar a cabo con el transcurso del tiempo. No te rindas. Mientras no te rindas no estás derrotado.