¿Cómo inculcar una actitud emprendedora en los jóvenes?
Desde hace algunos años, especialmente tras el inicio de la era digital, los emprendedores se han convertido en protagonistas del panorama global. Ellos lideran los movimientos sociales, contribuyen al desarrollo de la economía y abren nuevas vías de pensamiento. Por lo mismo, cada día resulta más necesario inculcar en los jóvenes una actitud emprendedora que les permita adaptarse a los tiempos actuales, y es que no se trata solo de una cuestión laboral, sino de una transformación personal.
La actitud emprendedora es aquella que nos anima a tomar la iniciativa, a implementar acciones originales por nuestra propia cuenta y a no sucumbir ante las aparentemente limitadas oportunidades.
La persona emprendedora confía en sí misma, tiene un pensamiento flexible y es capaz de ejecutar las soluciones que propone. En definitiva, se convierte en un agente activo en su propia vida. Si te estás preguntando por qué son necesarias estas cualidades en los jóvenes, a continuación te lo explicamos.
¿En qué nos beneficia contar con una actitud emprendedora?
Generalmente asociamos este término con las personas que trabajan por cuenta propia o inician un negocio particular. Sin embargo, se trata de un concepto que va mucho más allá. Desde que los niños comienzan la escuela, la actitud emprendedora les permitirá obtener un aprendizaje mucho más significativo, ya que se involucrarán y tratarán de darle significado a la información que están recibiendo.
Del mismo modo, esta disposición será lo que les motive a perseverar para mejorar sus habilidades. Un joven con determinación que adore la pintura no se rendirá ante sus primeros fallos ni se conformará con las nociones básicas que recibe en el colegio; por el contrario, buscará formarse por otros medios, no tendrá miedo a explorar y a desarrollar su propio estilo.
Ni que decir tiene que la actitud emprendedora supone un nutritivo alimento para la confianza en uno mismo. Quien arriesga, tropieza, cae, se levanta y aprende cuenta con una poderosa ventaja respecto a quienes ni siquiera se atrevieron a dar el primer paso. Así, ya sea a la hora de establecer relaciones o de embarcarse en el mundo laboral, no dudará en ir a por aquello que desea; el conformismo y la resignación no tendrán cabida en su mundo.
¿Cómo inculcar una actitud emprendedora en los jóvenes?
Como padre o como madre, deseas que tus hijos sean felices y exitosos, que logren cumplir sus metas. Que sea la pasión y no el miedo lo que determine sus decisiones. Sin embargo, la actitud emprendedora no surge de la nada, ha de construirse y fomentarse en ciertos contextos.
Se ha encontrado que ante un clima de inestabilidad laboral, los jóvenes tienden a mostrarse conservadores y reacios a emprender. No obstante, existen algunas pautas educativas que puedes implementar para potenciar esa determinación en tus hijos.
Sé un ejemplo
No podemos pedir a los jóvenes que sean valientes y determinados si nosotros tendemos a conformarnos y a nunca tomar la iniciativa. Sé coherente y comienza por aplicar estos principios en las distintas áreas de tu propia vida.
Fomenta el pensamiento crítico
La actitud emprendedora se basa en la capacidad de tener un criterio propio y de no limitarse a repetir los mensajes que escuchan. Para ello, puedes plantearles a tus hijos dilemas morales, comentar con ellos las noticias de actualidad o animarles a explorar diversos temas que sean de su interés para debatirlos posteriormente.
Potencia la creatividad y el pensamiento divergente
No existe un único modo de hacer las cosas y generalmente cada situación puede contemplarse desde diferentes prismas. Alienta a tus hijos a buscar soluciones diversas ante problemas cotidianos o anímales a que sean originales y creativos en sus trabajos escolares en lugar de ceñirse a los mínimos establecidos.
Ayúdales a hacerse amigos del error
Emprender implica, casi invariablemente, fracasar en multitud de ocasiones. Esto no ha de verse como una tragedia sino como una oportunidad para aprender y cambiar de rumbo. Un joven que se avergüenza en exceso de sus fallos no logrará salir de su zona de confort.
Emplea el refuerzo positivo
Esto no solo aumentará la autoestima y la confianza de tus hijos (algo imprescindible para lanzarse a emprender en cualquier ámbito), también les ayudará a valorar el proceso por encima del resultado; es decir, comprenderán que arriesgarse, intentarlo y perseverar es valioso.
En suma, la actitud emprendedora se forja durante las primeras etapas de la vida pero ofrece beneficios de forma indefinida. Es evidente que no todas las personas tenemos la misma vocación y no es necesario que tus hijos decidan en el futuro embarcarse en un negocio propio; estas cualidades les serán útiles para vivir con propósitos, sea cual sea el camino que elijan.
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