Cómo las afecciones respiratorias impactan nuestras relaciones sociales

Ya sea que tengas flemas y tos debido al clima o sufras dificultades respiratorias como asma o EPOC, estos problemas pueden afectar tu bienestar emocional, tu vida social y la forma de relacionarte.
Cómo las afecciones respiratorias impactan nuestras relaciones sociales

Última actualización: 12 marzo, 2025

Las afecciones respiratorias, como el asma, las alergias y algunas infecciones crónicas, afectan a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, a pesar de su prevalencia, no se habla lo suficiente sobre cómo síntomas como la tos persistente, la congestión y los mocos en la garganta pueden alterar nuestra vida social y personal.

Pocas cosas son tan penosas como estar en medio de una conversación y sentir que la garganta se cierra por culpa del esputo, o toser en una reunión silenciosa y notar las miradas de los demás. Otras formas en que esta situación afecta las relaciones sociales son:

1. Generan incomodidad en las reuniones

La tos y la necesidad continua de despejar la mucosidad en la garganta pueden interrumpir conversaciones y generar momentos incómodos. Muchas personas temen que los síntomas sean percibidos como signos de una enfermedad contagiosa, lo que puede dar paso a evitar encuentros sociales por vergüenza o temor a ser malinterpretados.

Acorde con algunos estudios, el miedo a toser en momentos inoportunos y el estrés que esto genera pueden agravar los síntomas del asma. Si no se busca ayuda profesional, esta autocensura puede afectar la confianza propia y la percepción que los demás tienen de la persona.

2. Aumentan el aislamiento social

Cuando se sufre de afecciones respiratorias, el temor a ser juzgado hace que algunas personas prefieran evitar reuniones o actividades grupales. Además, la necesidad de retirarse con frecuencia para controlar los síntomas puede afectar el estado de ánimo y aumentar la sensación de estrés.

Por ejemplo, una persona con tos crónica puede notar miradas preocupadas o incómodas en una cena con amigos. Si tose con frecuencia, aunque nadie le haga un comentario directo, la sensación de estar llamando la atención provoca que evite participar en la conversación y que la próxima vez prefiera optar por el aislamiento social.

3. Afectan la confianza y la autoestima

Sentirse observado o percibido como una molestia puede generar inseguridad en quienes padecen afecciones respiratorias. La tos persistente o la necesidad de usar un inhalador en público puede hacer que la persona se sienta diferente o incómoda, lo que disminuye su confianza en situaciones sociales.

Una investigación realizada en la India encontró que las personas con asma suelen sentir niveles mayores de estigma y baja autoestima en comparación con las sanas. Esta percepción de ser juzgados afecta la salud mental e influye en el control de la enfermedad, lo que puede agravar los síntomas y reforzar la inseguridad.



4. Impactan las relaciones profesionales

En el ámbito laboral, síntomas como la tos, la congestión y la fatiga pueden ser percibidos como distracciones en reuniones o interacciones importantes. Esto afecta la forma en que los compañeros y supervisores valoran la profesionalidad de una persona; incluso cuando su desempeño no se ve comprometido.

De igual manera, la fatiga crónica asociada a muchas afecciones respiratorias disminuye la concentración y la productividad, lo que puede derivar en altos niveles de estrés laboral, mayor agotamiento y un peor bienestar general.

5. Generan estrés y ansiedad

Tener molestos síntomas respiratorios como congestión, tos y ataques de asma, genera el temor constante de que aparezcan en momentos inoportunos, como una presentación en el trabajo o una cita con alguien especial. Esto solo aumenta el estrés y la ansiedad de llamar la atención y ser juzgados.

La frustración por la falta de control puede aumentar los niveles de incomodidad. Además, la sensación de que los síntomas aparecen sin previo aviso o no mejoran a pesar del tratamiento puede generar impotencia y afectar el estado emocional de quien los padece.

Estrategias para manejar los síntomas en situaciones sociales

Superar el impacto social de las afecciones respiratorias requiere implementar estrategias efectivas para minimizar los síntomas y su percepción por parte de los demás. Estas son algunas recomendaciones.

  • Prepárate con anticipación: lleva contigo tus medicamentos recetados por un profesional para evitar desencadenantes y mantente hidratado.
  • Controla la ansiedad: al usar técnicas de respiración o ejercicios de mindfulness puedes reducir el estrés y la ansiedad de no poder toser con libertad.
  • Informa a los demás: sufrir una afección respiratoria no es ningún delito, así que si lo consideras necesario, explica tu caso para generar comprensión y empatía.
  • No te alejes: el apoyo emocional de amigos y familiares puede marcar la diferencia en cómo una persona maneja sus síntomas.
  • Busca ayuda médica: consultar con un especialista para dar con un tratamiento adecuado y buscar ayuda psicológica puede ser de gran ayuda.


Las afecciones respiratorias afectan las relaciones sociales

Sufrir de problemas respiratorios impacta la salud física y también la vida social, emocional y profesional. Por ende, comprender la afección, gestionar los síntomas y buscar ayuda médica es clave. Recuerda que, con las estrategias adecuadas y el apoyo profesional y de los seres queridos, es posible reducir los efectos adversos y mejorar la calidad de vida.


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