Cómo salvar una relación en crisis
Los problemas en una relación de pareja son muy comunes. Todas las relaciones atraviesan por conflictos de algún tipo, y son estos los que determinan si el vínculo se prolonga o termina por disolverse. Salvar una relación en crisis puede ser difícil, ya que solo es posible con el compromiso de ambas partes. Después de todo, es imposible que una relación se recupere si solo una parte desea que esto suceda.
Antes de mostrarte algunos consejos para salvar una relación en crisis, ten en cuenta que debes aprender a identificar cuándo es conveniente dar un paso atrás. Hacer una valoración exhaustiva de los pros y contras de continuar con él o ella, al término de la estabilidad, el respeto y el proyecto de vida en común, debe ser tu punto de partida. Solo así se asegurarán de que hacen lo mejor para ambos.
7 consejos para salvar una relación en crisis
Lo primero que debes tener en cuenta es que no existe una receta mágica para salvar una relación en crisis. Cada relación es diferente, de modo que cada una de ellas tiene su hoja de ruta para evitar el naufragio. Bien es cierto que podemos establecer ciertos patrones en común que median en el deterioro y los conflictos que surgen a medio camino.
Te dejamos con algunas ideas que te pueden ser de gran utilidad.
1. Identifica cuál es el problema real
Tal y como señalan los expertos, el acuerdo de la pareja en relación con los problemas que subyacen en el vínculo predice el compromiso y los resultados positivos de una terapia de pareja. Cuando ambas partes están de acuerdo con los motivos que han llevado a su relación a un estado de crisis, pueden establecer metas y procesos de cambio que deriven en un fortalecimiento del vínculo.
Lo anterior es imposible cuando las causas y los motivos del conflicto difieren entre ambas partes. Aunque debe haber mutuo acuerdo, lo cierto es que la reflexión debe empezar en privado. Es decir, medita por ti mismo en cuáles son los obstáculos, los problemas, las vicisitudes y las causas que han llevado a que tu relación se encuentre en crisis. Luego, conversa con tu pareja e intenta establecer objetivamente las causas de ello.
2. Asume tu cuota de responsabilidad
A menudo en los conflictos de pareja ocurren dos cosas: se opta por rechazar que las acciones propias son parte del problema (lo que deriva en acusar al otro) o por asumir por completo que uno mismo es el único responsable del conflicto. Ambas actitudes son igual de erróneas, ya que la única opción válida es asumir la cuota de responsabilidad que tiene cada uno. Ni más, ni menos.
Esto requiere muchas cosas: madurez, compromiso con la relación, objetivismo e introspección sobre lo que se ha dicho o se ha hecho en el pasado. Si no se asume la responsabilidad de ciertas acciones, si no se reconocen, entonces es imposible que en el presente se apliquen cambios que evitarán que el conflicto surja de nuevo en el futuro por las mismas razones.
3. Deja a un lado los celos patológicos
No todo conflicto empieza por los celos, aunque sí muchos de ellos. La evidencia indica que los celos patológicos son un indicativo de insatisfacción, y esta puede derivar en episodios de crisis.
Resulta pertinente distinguir la naturaleza de los celos, ya que estos no siempre se relacionan con algo malo. Existen los celos saludables, aquellos que son un síntoma de apego y aprecio por el otro.
Los celos sanos tienen que ver con la preocupación por la relación y son una consecuencia natural del apego. Los celos patológicos hacen justo lo contrario: destruyen tanto la propia relación como a los individuos que forman parte de ella. No se puede salvar una relación en crisis sin antes meditar si ha llegado a este punto debido a los celos llevados al extremo.
4. Establece una autonomía en la relación
El compromiso en una relación de pareja no implica que todo lo que se haga gire en torno a ella. Tampoco que se descuiden las relaciones interpersonales con los demás o consigo mismo. Los expertos han encontrado que el carácter individualidad es muy importante para la satisfacción de pareja. Esto pasa por muchas cosas, entre ellas destacamos:
- Tener opiniones e ideas propias.
- Compartir tiempo con amigos, familiares y colegas.
- Hacer cosas en solitario.
- Discrepar dentro de la relación (no se puede ni se tiene que estar de acuerdo en todo).
- Tener tiempo y espacio lejos de la relación.
Ciertamente, una relación de pareja es un vínculo entre al menos dos personas, sin que esto implique que se pierda el carácter de individualidad. Cuando así sucede, lo más probable es que con el tiempo derive en frustración, angustia, hastío y una necesidad imperante de huir de ella. Crea un espacio y canales para compartir contigo mismo y con quienes te rodean.
5. Practica el perdón
Otro de los consejos para salvar una relación en crisis se encuentra en practicar el perdón verdadero. Ciertamente, el perdón se distribuye hoy en día sin una intención verdadera; algo que inevitablemente lleva al resentimiento, el rencor y la animadversión o enemistad. Tal y como señalan los expertos, el perdón debe estar orientado al bienestar de la otra persona por encima del propio.
También se debe practicar el perdón propio, esto en relación con las cosas que se han dicho o hecho en el pasado y que han afectado la relación. Perdonar lleva tiempo, de modo que es algo que debes empezar a cultivar en los primeros pasos de tu viaje para salvar una relación en crisis. Requiere empatía, alteridad o consideración y comprensión.
6. Sé abierto y sincero
Otra de las prácticas medulares para salvar una relación desgastada es ser completamente abierto y sincero con respecto al otro y a la relación misma. Es imposible consolidar una relación sólida y estable sobre la base de la mentira.
Sé sincero con respecto a tus intenciones en la relación, tus proyecciones a futuro, tus anhelos, los cambios que deseas incorporar y lo que no te gusta.
7. Busca ayuda profesional
Los pasos anteriores los puedes aplicar por ti mismo conversando con tu pareja. Sin embargo, en muchas ocasiones un terapeuta profesional puede acelerar el proceso y encontrar puntos ciegos que deterioran la relación y que ninguno de los dos habéis pensado hasta el momento. No te cierres a buscar ayuda de este tipo, en especial si estás convencido de que quieres construir un proyecto de vida con tu pareja.
Reiteramos que cada relación es diferente y que sus integrantes deben meditar si vale la pena o no apostar por la relación. Cada caso es particular, ya que no es lo mismo salvar una relación en crisis debido a episodios de infidelidad, falta de comunicación, cuadros de violencia o de indiferencia total. Lo cierto es que, en la mayoría de casos, sí hay salvación.
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