Cómo se extiende un rumor
Un rumor es un fenómeno social que necesita al menos de una persona para crearlo y difundirlo y de otras muchas para modificarlo y transmitirlo. Por eso, comprender cómo se extiende un rumor es clave para evitarlos.
Gran parte de las conversaciones que mantenemos a diario están plagadas de intercambios de rumores. E l bulo está inmerso en la sociedad. De hecho, su cualidad fugaz se debe a que trata de ocultarse a través del disfraz de información verdadera.
Así, la veracidad del rumor suele estar en duda o más bien, no puede corroborarse. Lo habitual es que se generen y transmitan a través del boca a boca, aunque es cierto que en ocasiones también pueden ser propagados por los medios de comunicación.
Los rumores suelen surgir para condicionar el pensamiento o la conducta de las personas con una finalidad determinada. Pese a que, al menos en un primer momento, no se puede confirmar su veracidad, los comentarios no tardan en propagarse. Esto se debe a que suelen ser impactantes o polémicos.
Por ejemplo, una gran empresa puede lanzar rumores sobre la situación financiera de otra de la competencia. Esto crearía inseguridad entre los clientes y los trabajadores, con el objeto de generar un clima adverso y perjudicar a su competidor.
Es necesario destacar que, con la expansión de las nuevas tecnologías, los rumores corren como la pólvora por las redes sociales.
Características del rumor
Antes de profundizar sobre cómo se extiende un rumor, explicaremos cuáles son sus características principales para comprender de forma adecuada este fenómeno y todo lo que conlleva.
Interés público
El rumor debe tener un determinado grado de interés público. De otra forma nadie se molestaría en transmitirlo, ni perdería el tiempo escuchándolo y por tanto, se olvidaría pronto.
Para que adquiera mayor impacto, el mensaje que se transmite debe ser corto, sencillo y relevante para el receptor. Este concepto es clave para entender cómo se extiende un rumor.
Su objetivo es convencer
Un rumor pretende ser aceptado como una explicación. Su objetivo es convencer. Se transmite para ser creído, y por ello, se escuda en la autoridad del que lo comunica, que a su vez exige confiar en su veracidad.
Por otro lado, la fuente original del rumor suele atribuirse a alguien importante para que sea lo más veraz posible.
Extender un rumor es compartir una creencia, una verdad propiedad de quien aparece o dice ser testigo.
La información no está verificada
Como dijimos anteriormente, la información que se transmite con un rumor no ha sido constrastada. De esta forma, nos conformamos con la creencia de que la fuente es fiable.
El planteamiento que nos hacemos para creer en un rumor es que no todas las informaciones que recibimos a diario han sido verificadas y contrastadas; y aún así, en la mayoría de los casos son correctas.
El rumor como globo sonda
El rumor también puede ser utilizado desde una posición de poder como “globo sonda”. Antes de tomar una decisión importante, se lanza hacia abajo una información incompleta y escueta para que llegue a la base y vuelva enriquecida con las opiniones de los distintos niveles de la sociedad.
Por ejemplo, a raíz de la fuerte crisis económica sufrida en la última década, muchos gobiernos han lanzado mensajes de austeridad económica y pérdida de derechos laborales de los trabajadores, solo para ver la respuesta de la población y cómo afectaría esta decisión a sus votantes a la hora de plantear elecciones.
Cómo se origina y transmite un rumor
Existen determinadas condiciones básicas que provocan el nacimiento de un rumor. Por una parte el contenido del mensaje que se transmite debe caracterizarse por su ambigüedad informativa y por otra, que este capte de inmediato la atención de los demás.
Si decidiésemos estudiar cómo se extiende un rumor para luego crear uno propio, lo primero a tener en cuenta sería contar con una buena historia que atrape la atención del receptor. Además, es importante mezclar algo de verdad con un poco de exageración, y más tarde añadir cuantos detalles consideremos oportunos para otorgarle veracidad.
No obstante, no podemos olvidar que en la transmisión de la información se irán añadiendo nuevos contenidos, otros se engrosarán y algunos quedarán en el olvido. De esta forma, el mensaje original se va modificando.
Comprender cómo se extiende un rumor es clave para identificarlos.
La transmisión del rumor
Fruto de las investigaciones de Allport y Postman se desarrollaron las siguientes leyes básicas de transmisión del rumor:
- Ley de nivelación: a medida que el rumor se transmite, tiende a acortarse y a hacerse más conciso. La omisión de los detalles no es casual, sino que existe cierta predisposición a omitir unos detalles más que otros.
- Ley de acentuación: consiste en la percepción, retención y narración selectiva de un limitado número de pormenores dentro de un contexto mayor. Algunos detalles particulares se mantienen durante toda la comunicación.
- Ley de asimilación: los sujetos reorganizan los contenidos, dándoles “buena forma” en función de sus intereses.
En conclusión, gran parte de nuestras conversaciones cotidiana se componen de un gran tráfico de rumores. Todos los temas, desde el comportamiento moral de un compañero de trabajo hasta el destino de la nación, atraen el interés de interesantes y perturbadores rumores.
Así, cuando no se dispone de datos exactos y completos sobre una cuestión, los rumores abundan. Puesto que estos pueden arruinar por completo la reputación de las personas, desacreditar causas y socavar la moral, su manipulación es utilizada como un instrumento de propaganda. Sin embargo, si estamos alerta, podremos detectarlos de forma eficaz.
