Cómo ser más carismático

Cómo ser más carismático
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Sara Clemente

Última actualización: 06 agosto, 2023

Nuestra presencia, facilidad de palabra o personalidad influyen en la manera en la que somos considerados y vistos por los demás. De esta forma, algunos somos percibidos como más carismáticos y otros como menos influyentes y más tímidos. Pero, ¿podemos de algún modo moldear nuestra personalidad? ¿es posible ser más carismático y obtener ese magnetismo natural para atraer a los demás?

Mientras que otras cualidades pueden ser más difíciles de desarrollar, cualquiera puede llegar a ser más carismático si se lo propone. ¿Quieres saber cómo? A continuación te damos las claves.

Las personas carismáticas derrochan talante, elegancia y armonía

Si tratamos de definir “carisma”, probablemente nos vengan a la cabeza muchos nombres de personas importantes o famosas. Por ejemplo, Meryl Streep, Winston Churchill o Barack Obama. ¿Qué tienen todas ellas en común?

Meryl Streep como ejemplo de persona carismática

Las personas carismáticas son capaces de despertar nuestra atención y admiración; hacen que nos sintamos identificados con ellos. Tienen un magnetismo único que atrae a los demás y una seguridad en ellos mismos que cautiva. Pasaríamos horas hablando con ellos o simplemente disfrutando de su compañía.

Son personas que llegan a cualquier reunión social y se convierten ipso facto en el centro de atención. Pero no por sus aspavientos o excesos, sino por el mero hecho de estar ahí. ¿Qué les hace tan especiales?

5 claves para ser más carismático

Transmite confianza

Lo primero que tienes que hacer es asegurarte de que los demás sepan que pueden contar contigo. Cuando hables con ellos, mantén un contacto directo con sus ojos la mayoría del tiempo. Ahora bien, hacerlo todo el rato no es recomendable, porque puede resultar intimidante y realmente incómodo.

“No se trata tan sólo de una cuestión de serlo, sino también de comportarse como tal”.

-Jay A. Conger-

Tus gestos también deben transmitir esa calma y sosiego. Tus movimientos han de ser armónicos, sin dar ápices de nerviosismo o preocupación. Si un líder pierde su credibilidad, es difícil que vuelva a ser considerado una referencia. Así que, ¡manténte sereno y seguro!

Puedes ensayar en el espejo antes de dar un discurso o tener que hacer una presentación en público. Así, limarás esos pequeños detalles que, a la postre, son los que generan esa confianza.

Lenguaje culto, pero asequible

Es básico demostrar que eres una persona preparada y que tienes un vocabulario rico y variado. Las personas carismáticas son buenos comunicadores y consiguen que los demás aprecien sus ideas. Para ello, emplea un lenguaje común, fácilmente entendible y accesible por todos, pero dando tintes de conocimiento y manejo del tema tratado.

Ten especial cuidado con dártelas de erudito. Introducir palabras muy complicadas, rimbombantes y técnicas te puede hacer pecar de pedante o prepotente.

Siempre debes respetar los turnos de palabra y no interrumpir, aunque estés en completo desacuerdo con ellos. Además, es conveniente que no critiques a los demás. Es mejor que tires de ingenio y creatividad para aportar otra visión o enriquecer la de otro.

Mostrarte amable y bien educado es básico para que se respeten tus palabras y la audiencia ponga atención a lo que dices. Es recomendable que hables de un “nosotros” no de un “yo”, porque así los demás sentirán que los objetivos son comunes.

Mujer con carisma en una reunión

Volumen medio y acentuar la entonación

¡Cuántas veces hemos escuchado a políticos diciendo frases sinsentido y les hemos jaleado simplemente por el tono que han empleado! Es tan importante lo que se dice como la manera en que se dice.
El secreto es no titubear, hablar de manera hilada, con un ritmo constante. Las pausas que hagas van a captar la atención de los oyentes. Por eso, procura introducir después de ellas mensajes importantes que quieres que permanezcan en la mente de tu público.

Hablar demasiado rápido o muy lento produce desconfianza o irritabilidad. Al igual que emplear un tono excesivamente agudo o grave. Eso sí, para pronunciar las palabras clave de tu discurso puedes subir levemente el volumen, de forma que parezca natural.

Postura erguida

La manera en que te plantas ante los demás es muy importante. Debes mantener la cabeza alta y recta, sin torcerla hacia los lados. Si quieres enfatizar algo, puedes subir el mentón levemente.

Es importante no encoger los hombros y mantenerlos a la misma altura. No hay que estar tieso como un palo, pero sí permanecer erguido y firme. Esta postura guarda coherencia con el tesón e inconformismo de las personas carismáticas. Para ellas, su descontento les conduce a la acción y, por ende, al cambio.

Vestuario mesurado

Aunque el hábito no hace al monje, la ropa que lleves te puede ayudar a ser más carismático. No es cuestión de llevar una prenda cara o de marca, sino de elegir la adecuada. Como hasta ahora, lo mejor es optar por la mesura.

En el caso de las mujeres, los escotes demasiado pronunciados, zapatos de tacón excesivo o colores muy llamativos pueden distraer, en vez de captar la atención. Es mejor elegir ropa sobria, combinada y con la que te sientas cómoda. Los accesorios te pueden ayudar a completar el look y enriquecer tu estilo.

Para los hombres, la mejor opción es ponerse un traje clásico. Si se combina con una camisa en tonos claros y una corbata a juego, sin duda, es un acierto seguro. Para restar sobriedad al vestuario, puedes deshacerte de la corbata e incluso sustituir la chaqueta por una americana.

No hace falta ser un líder para ser carismático, pero la mayoría de los líderes suelen serlo. No existe un manual que nos enseñe desde pequeños cómo ser para conseguir atraer la atención de los demás.

Se nace con o sin esta virtud. Pero, en cualquier caso, es una cualidad que puede mejorarse a través de la práctica. Ser más carismático abre muchas puertas a diferentes niveles. ¿Por qué no seguir estas pautas y ver qué sucede? ¡Si quieres resultados diferentes, haz algo diferente!


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.