Conciencia situacional, una estrategia resiliente

Saber en qué situación estamos. Clarificar amenazas y oportunidades. Ver las cosas en perspectivas sin el filtro del estrés o el miedo... Todas estas capacidades definen un tipo de competencia que puede revertir en nuestra capacidad de afrontamiento y resiliencia.
Conciencia situacional, una estrategia resiliente
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 14 octubre, 2020

La conciencia situacional define una capacidad excepcional de supervivencia, superación y resiliencia. Consiste en trazar un mapa mental para entender dónde estamos, qué es lo que nos rodea y cuáles son los desafíos que nos acechan. Más aún, esta habilidad tan sofisticada nos permite, por encima de todo, asumir con claridad lo que está ocurriendo para que tracemos un plan de afrontamiento.

Más de uno pensará que este recurso es propio de cualquier superhéroe o una especie de boy scout. Sin embargo, por llamativo que nos parezca, todos estamos habilitados para desarrollar esta serie de procesos cognitivos tan llamativos. Desde el campo de la psicología se sabe que el ser humano es capaz de procesos asombrosos que pueden entrenarse para poder tomar decisiones más inteligentes y asumir el control en épocas de crisis.

Es más, algo interesante que debemos considerar es que “despertar” la conciencia situacional es una estrategia muy valiosa en el momento actual. En épocas complejas, definidas por los cambios y los desafíos en el horizonte, el cerebro necesita más que nunca saber cómo actuar ante la presente incertidumbre y las posibles encrucijadas que podamos encontrarnos…

Hombre en acantilado aplicando su conciencia situacional

Conciencia situacional: ¿qué es y cómo desarrollarla?

Cuando las personas lidiamos con momentos de estrés sucede algo llamativo y de lo que apenas nos damos cuenta. Las dificultades tienden reducir la percepción y focalizarla en el miedo. Y lo que es peor, hiperconcentran todas nuestras energías en elevar las preocupaciones. Casi sin darnos cuenta, quedamos suspendidos en una pequeña isla en medio del océano de la angustia. Somos incapaces de ver más allá de los propios límites de esa situación complicada.

La conciencia situacional es como dar un paso atrás, alzar la vista y, entonces, percibir cada cosa que nos rodea. Es alzar el rostro y dejar que la brisa nos refresque para atisbar lo que hay frente a nosotros y barajar qué oportunidades tenemos. Así, gran parte de la actitud resiliente necesita de esta competencia, de esa que al transitar por en medio de la adversidad adquiere nuevas habilidades de supervivencia.

En la actualidad, gran parte de esta dimensión se aplica sobre todo en el ámbito militar y, en concreto, en la aviación. Así, una de las figuras más destacables en esta área es la pedagoga española María Gabriela López García, pionera en usar el neurofeedback para enseñar esta técnica cognitiva. Ahora bien, cabe señalar que este recurso también ha despertado el interés en la psicología. Conozcamos cómo desarrollarla.

Abre todos tus sentidos, percibe y toma conciencia de todo lo que te rodea

El primer paso para activar la conciencia situacional es saber dónde estamos. Ahora bien, dentro del campo de la psicología, no nos referimos a un espacio físico concreto que uno pueda, por ejemplo, localizar en un mapa. Hablamos de ese punto vital marcado por el aquí y ahora, por la experiencia presente.

Para llevarlo a cabo nos será de ayuda plantearnos las siguientes cuestiones:

  • ¿Cómo me siento ahora mismo?
  • ¿Qué ha desencadenado este estado de ánimo?
  • ¿Qué opino al respecto de cómo me siento? ¿Me gustaría sentirme de otro modo?
  • ¿Qué tipo de contexto me contiene? ¿Es propicio o hay algún tipo de amenaza? ¿Qué aspectos potenciales o esperanzadores presenta?
  • ¿Qué personas me rodean? ¿Me dan felicidad?

Representación mental y reconocimiento de patrones

El siguiente elemento que entrenar es la representación mental. Consiste en trazar una especie de mapa mental que nos permita tomar una mejor perspectiva de las cosas. ¿De qué manera? Comparando lo que estamos viviendo aquí y ahora con nuestra experiencia pasada, con esos aprendizajes que hemos obtenido en nuestro ciclo vital.

El cerebro se maneja frecuentemente por patrones. Nuestros conocimientos y vivencias del ayer trazan esquemas mentales para ayudarnos a reaccionar ante los desafíos presentes. Todos tenemos un recorrido personal, un pasado que traza lo que somos hoy. Para delimitar esa representación mental nos puede ayudar el clarificar los siguientes aspectos:

  • ¿Cuáles son mis valores? ¿Los estoy cumpliendo ahora mismo?
  • En caso de que esté pasando por una situación adversa ¿cuáles son los desencadenantes?
  • Uno de esos patrones que nos definen es la personalidad, además de la actitud y las capacidades de afrontamiento. ¿Son las adecuadas para la situación actual? ¿Me han servido en el pasado? ¿Debería cambiar algo para adaptarme a lo que me rodea?
Mujer mirando al mar desarrollando su Conciencia situacional

Conciencia situacional: la proyección

La conciencia situacional parte de un elemento clave: asumir que el presente está lleno de desafíos y que debemos estar constantemente actualizados. La preparación actual nos permitirá afrontar mucho mejor el futuro. La mente debe manejar la experiencia del pasado, estar atenta a cada evento del aquí y ahora y, a su vez, atisbar qué retos hay en el horizonte.

Hay que combinar la calma interna con la intuición. Es necesario aprender a calmar el miedo, a manejar el estrés para poder abrir nuestra percepción, ampliar el enfoque y proyectar metas ajustadas para el mañana. De esta manera, desarrollar una mirada atenta y relajada lleva tiempo, porque la incertidumbre y los problemas actuales pueden recortar el ánimo y hasta la esperanza.

Sin embargo, nada es tan importante como posicionarnos en lo que queremos alcanzar, en nuestros valores y en la necesidad de superarnos cada día. El futuro es una dimensión borrosa que se va definiendo a medida que avanzamos con seguridad y con una brújula interna bien calibrada.

Saber dónde estamos y dónde queremos llegar, es siempre el mejor punto de partida.


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  • Endsley, M. R. (2000). «Theoretical underpinnings of situation awareness: A critical review.» En M. R. Endsley & D. J. Garland (coords.), Situation Awareness Analysis And Measurement. Mahwah, NJ: LEA
  • López García, Mª G. (2011). «Entrenamiento de la Conciencia Situacional mediante neurofeedback.» Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial. Aviador, número 61 julio-agosto-septiembre 2011.

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