¿Qué hacer ante conflictos por hijos no comunes en la pareja?

Rehacer nuestras vidas puede llegar a ser un camino tortuoso si aparecen conflictos con los respectivos hijos. Aquí tienes consejos para establecer buenas relaciones en la nueva familia.
¿Qué hacer ante conflictos por hijos no comunes en la pareja?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 22 septiembre, 2023

Las familias reconstituidas son cada vez más frecuentes; con esto también los conflictos por hijos no comunes. Lo que para los adultos es un nuevo comienzo, para los hijos son cambios que tienen que sobrellevar sin, muchas veces, tener control sobre ello.

Esta dualidad de experiencias, si no se gestiona bien, llevaría a una nueva ruptura familiar o a problemas sin resolver que escalan con el tiempo. No obstante, es normal que dichos cambios vengan acompañados de contratiempos y dificultades, así que miremos algunas claves para transitar hacia la nueva estructura familiar de una manera suave y sana.

El origen de los conflictos por hijos no comunes

Una familia que se reconstituye con hijos no comunes es comparable con entrar a una casa y convivir con compañeros desconocidos. Aunque quizás hayas hablado con ellos con anterioridad y puede que hasta te cayeran bien, no tiene nada que ver con compartir tu vida diaria.

La limpieza, las relaciones de poder, la ocupación de espacios, todo ello es fuente de conflicto por las meras diferencias individuales.

A este escenario hay que añadirle un detalle. Existen dos figuras de autoridad que, en un principio, no estaban ligadas: los padres de cada hijo. La compleja interrelación de todos estos factores da lugar a disparadores de conflicto. Un estudio de la Revista Cubana de Salud Pública indica las siguientes:

  • Falta de conexión: a veces, los menores no encuentran puntos en común con la nueva pareja que entra a vivir, lo que causa rechazo.
  • Desautorización: aceptar la autoridad de alguien ajeno a la familia original tal vez sea dificultoso para algunos infantes. Esto es una fuente de conflicto habitual.
  • Rechazo por parte de los menores: un infante podría rechazar la presencia de su nuevo tutor por muchas razones; por ejemplo, echar de menos a su otro progenitor, diferencias en el trato o dificultades de adaptación.
  • Prioridades sociales: el tiempo que cada miembro de la pareja pasa con sus hijos cambia, así como sus prioridades. Aunque esto suele ser fruto de la alteración de la rutina, muchas veces es percibido como abandono y surgen los celos.
  • Interferencia de la anterior pareja: que la expareja tenga poder para modificar las relaciones en el nuevo núcleo familiar (pago de pensiones, visitas, acuerdos, etcétera), también requiere de una gestión orientada a la corresponsabilidad parental.


¿Qué hago si tengo conflictos por hijos no comunes en mi hogar?

Es de esperar que surja algún conflicto al iniciar la convivencia con hijos no comunes, tanto entre los propios menores, como entre ellos y los tutores. No obstante, haciendo un buen manejo de estas situaciones, es posible llegar a acuerdos e incluso fortalecer la situación. Vamos con algunos consejos para lograrlo.

1. Trabaja en la comunicación

Estos cambios son difíciles para todos. Por eso, es importante poner las cartas sobre la mesa y abordar los problemas para encontrar soluciones comunes. Para ello es fundamental que todos se puedan expresar con libertad y que nadie anule los sentimientos de los demás. 

Recuerda que tu pareja y tú deben ser un ejemplo de empatía, escucha activa y proactividad.

2. Respeta la estructura familiar del otro

Hasta que se asienten las nuevas dinámicas familiares y relaciones de convivencia, no es buena idea inmiscuirse en cómo se relaciona tu pareja con sus hijos. Pon límites también a la situación opuesta. Las interacciones entre ambos «bandos» deben construirse de manera recíproca, no a través de la intrusión.

3. Halla puntos en común

Una de las mejores maneras de construir relaciones positivas es mediante el tiempo de calidad. Seguro que entre los hermanastros o entre los hijos y el nuevo tutor hay gustos similares, actividades de interés o, incluso, temas de conversación. De esta manera, los conflictos con hijos no comunes se abordarán desde una actitud menos defensiva, pues se genera confianza poco a poco.

4. Establece límites

Es importante que los menores sean capaces de expresarse en un entorno seguro (y más cuando no lo han elegido). Sin embargo, no debes tolerar faltas de respeto de ningún tipo. Comunícate con tus hijos para dejar claro esto y contacta con tu pareja para cuando sean los hijos ajenos quienes traspasan esos límites.

5. Crea lazos de unión

Optemos por establecer puentes y trazar líneas que unan a los integrantes de la familia. Utilizar la empatía, la generosidad junto a una comunicación asertiva, genera que los mensajes se acepten mejor. Una negociación siempre es más fructífera que un ataque. Por lo que un trabajo en comunicación amplía horizontes y modela mentes.

6. Busca soluciones, no culpables

El enfrentamiento en épocas de estrés y cambio empuja, de manera inconsciente, a buscar culpables para que otros solucionen el problema. Esta tendencia, además, está menos trabajada en los hijos por su corta edad.

Deben ser los tutores quienes asienten la actitud proactiva, para evitar que los conflictos por hijos ajenos deriven en dinámicas negativas y escaladas de agresividad.



El último consejo para gestionar conflictos por hijos no comunes

Por último, es útil recordar que el intento de reconstruir una vida familiar no tiene por qué llevarse en solitario. La mediación familiar, los psicólogos de familia y organizaciones especializadas son servicios a los que se puede acudir, para lograr una convivencia positiva.

Ante cualquier situación fuera de control o falta de fuerzas, no dudes en buscar nuevas herramientas que permitan rehacer tu vida.


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