Consejos para dormir mejor
Dormir mal es un problema. Además de la incomodidad que genera, lleva a experimentar trastornos del sueño. Recientes estudios demuestran que estos pueden relacionarse con enfermedades o problemas de todo tipo.
Aunque no lo parezca, dormir es una función básica de nuestro cuerpo que aporta el equilibrio necesario para tener una buena salud. Por ello, te queremos compartir en esta lectura algunos consejos para dormir mejor.
No dormir bien conduce a los trastornos del sueño
Pasamos de un tercio a casi la mitad de nuestra vida durmiendo (en casos de 8 horas al día), por lo que los hábitos que tomemos durante todo ese periodo nos van a repercutir y mucho. A continuación tienes algunos de los trastornos del sueño más comunes:
- Somniloquia: consiste en hablar durante el sueño.
- Bruxismo: llamado comúnmente «chirriar de dientes durante el sueño».
- Sonambulismo: repetición automática durante el sueño de conductas aprendidas en el estado de vigilia.
- Síndrome del jet-lag: alteraciones en conciliar o mantener el sueño tras viajar en avión atravesando con rapidez diversos husos horarios.
- Terrores nocturnos y pesadillas (niños): consiste en un despertar repentino durante el sueño acompañado de llantos bruscos e inesperados.
- Síndrome de la apnea del sueño: es una alteración que se produce por la cual una persona llega a dejar de respirar por unos segundos mientras duerme.
- Insomnio: dificultad para poder conciliar o mantener el sueño durante un periodo de tiempo determinado. Suele generar cansancio, irritabilidad, etc., durante el día como consecuencia de no haber descansado correctamente.
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Consejos que te ayudarán a descansar y dormir mejor
Si crees que puedes tener alguno de estos problemas, debes consultar a un especialista lo antes posible y seguir sus instrucciones. Solo un profesional puede evaluarte y tomar las medidas oportunas, nunca lo hagas por tu cuenta.
No obstante, aquí tienes unas pautas o consejos generales para dormir mejor, los cuales puedes poner en práctica si tienes alguna dificultad para conciliar el sueño, ya sea por un aspecto puntual, como puede ser la época del año, el clima, problemas de trabajo o personales, etc.
Mejora los factores ambientales
- Reduce y elimina los ruidos, en la medida de lo posible.
- Intenta adecuar la temperatura del dormitorio para que te sea lo más cómoda posible.
- Ventila la habitación antes de dormir, para liberarla de olores y que se refresque.
- El lugar donde duermes ha de ser tranquilo para ti. Lo que es tranquilo para unos no lo es para otros. ¿Te lo habías planteado? Piensa bien en lo que te produce a ti tranquilidad, relajación y bienestar.
- El colchón y la almohada en la que duermes también son muy importantes. Por tanto, trata de que sean lo más cómodos posible.
Mejora los factores asociados a la salud
- Intenta levantarte y acostarte siempre a la misma hora, dado que el descontrol horario afecta al sueño. Aunque resulte sorprendente, dormir un domingo demasiadas horas puede ser contraproducente.
- Procura establecer hábitos previos antes de ir a dormir, como pueden ser lavarte los dientes, preparar la ropa del día siguiente o airear la habitación. Esto, inconscientemente, le señala al cerebro que se acerca la hora de dormir.
- No realices actividades en el dormitorio que te puedan desvelar, tales como ver la televisión, usar el portátil, jugar con el móvil, etc.
- Hay que acostarse con la digestión hecha y sin hambre y hay que evitar a toda costa levantarse a media noche para comer algo. De lo contrario, tu cuerpo se acostumbrará a este hábito y te despertará por la noche para que lo alimentes.
- Reduce al máximo los estimulantes como café, té, cola, etc. en la cena o antes de ir a dormir. Igualmente, es prudente evitar el consumo de sustancias estimulantes como el alcohol y el tabaco.
- Haz ejercicio físico de manera regular, acabar el día cansado hace que sea más fácil conciliar el sueño. Eso sí, evita hacerlo a última hora, pues activarías tu organismo, lo que te podría desvelar.
- La siesta después de la comida está muy bien, pero no debe durar más de 20-30 minutos o desequilibrará tu sueño.
- No te obsesiones con quedarte dormido. Si te acuestas y no te puedes dormir, levántate de la cama y haz alguna actividad tranquila. Leer un rato o relajarte pensado en proyectos o recuerdos gratos son buenas opciones.