Descubre 9 formas de convertirte en una persona más amigable

¿Qué tienen de especial las personas que hacen amigos con mayor facilidad? No es magia, es una combinación de características psicológicas que también tú puedes desarrollar. ¡Descúbrelas!

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 08 septiembre, 2023

Para convertirte en una persona más amigable no hace falta un giro de 180º a tu forma de ser. Se trata de poner más luz a tus virtudes, desarrollar habilidades sociales y practicar estrategias psicológicas. La conexión genuina y enriquecedora con los demás es una competencia que requiere autenticidad y autoconfianza.

No importa que seas algo introvertido o que roces la timidez. Eres alguien único y con gran potencial que merece construir vínculos saludables y felices. Tener iniciativa, ser cercano y demostrar un interés sincero en quienes te rodean, son herramientas sencillas y favorecedoras. En la siguiente lectura te damos todas las claves para conseguirlo.

Cómo convertirte en una persona más amigable

Hay múltiples circunstancias en las que puedes necesitar, en un momento dado, convertirte en una persona más amigable. Es posible que ya no tengas contacto con tus compañeros/as de siempre. En ocasiones, un divorcio o romper una relación afectiva hace que todo tu microcosmos social cambie y sientas el peso de la soledad. Sea como sea, habilitarte en esta dimensión no es difícil.

La sociabilidad o la capacidad de interactuar con éxito requiere de práctica y adecuadas estrategias psicológicas. Basta con empezar poco a poco, manejando la ansiedad y regulando tu inseguridad. Romper el hielo y conectar desde la empatía y las emociones será siempre tu mejor estrategia. Toma nota de estas claves para empezar a trabajar desde hoy mismo.

1. Mejorar tu autoconfianza

Uno de los principales problemas que suelen aparecer cuando deseas ser más amigable es el miedo al rechazo. Personality and Individual Differences describe en un artículo esta realidad. Dicho temor socava tu oportunidad de crear lazos interpersonales. Para vencerlo, es necesario ejercitar al máximo tu autoconfianza. Te explicamos cómo:

• Acepta tus imperfecciones mediante la autocompasión.
• Cuida tu diálogo interno y quítale poder a la autocrítica.
• Recuerda todas las veces que has tenido éxito en la vida.
• Trabaja el autoconocimiento y ten claras tus virtudes y potenciales.
• Exponte a múltiples situaciones sociales para mejorar tu confianza.
• Evita compararte con los demás y recuerda que eres alguien valioso.
• Transforma en positivo ideas negativas, como «seguro que no les gusto».

2. Potenciar la conexión emocional

La conexión emocional es el pegamento social de las relaciones significativas. Por ello, si deseas convertirte en una persona más amigable, te ayudará mejorar la artesanía psicológica de esta competencia. Se trata de la capacidad para construir intimidad y cercanía desde la empatía, con el fin de llegar al corazón de los demás. Toma nota de estas sugerencias:

• Transmite positividad, cercanía y autenticidad.
• Demuestra interés y preocupación por los demás.
• Usa la escucha activa durante las conversaciones.
• Haz ver que eres alguien en quien se puede confiar.
• Expresa tus emociones de manera abierta y honesta.
• Practica la sonrisa de Duchenne; será tu mejor aliada.

3. Demostrar afinidad

Seguro que en algún momento has experimentado lo siguiente. Conoces a alguien nuevo y te sorprende lo mucho que se parecen en cuanto a valores, pasiones e inquietudes. Tener afinidad con una persona es la base de la confianza y de esa magia interpersonal tan motivadora. Por ello, es adecuado que procures moverte por círculos sociales que tengan tus mismos intereses.

A la hora de convertirte en una persona más amigable, será más sencillo si te rodeas de figuras con quienes compartes aficiones y/o ideologías. Si le demuestras a alguien que tienes sus mismos intereses, sentirá mayor afinidad contigo. Procura la sinceridad y describe tus pensamientos, sueños y hobbies, de ese modo crearás una mayor cercanía.

4. Construir una buena confianza

En un trabajo divulgado por Personal Relationships se analizó por qué las personas hacen amigos. Una de esas razones fundamentales es contar con un buen apoyo. Que los demás se apoyen en ti mediante el valioso tejido de la confianza es esencial. Es un ingrediente decisivo para ser una persona más amigable. Mira los próximos consejos:

• Comparte información: puede que al principio te cueste, pero si compartes algunos detalles relevantes y confidenciales sobre tu vida, le estarás mostrando a esas figuras que confías en su discreción y capacidad para manejar información sensible.
• Presta y acepa ayuda: si quieres convertirte en una persona más amigable, acepta los favores y deferencias que los demás tengan contigo. Asimismo, procura demostrar en actos y palabras que siempre es posible contar contigo para lo que necesiten.
• Expresa interés en el día a día: cuando alguien se preocupa por saber cómo estás y cómo te van las cosas de manera frecuente, te demuestra que eres importante en su vida. Tal dinámica y actitud es la que deberás trabajar si deseas ser más sociable y una presencia en quien confiar.
• Demuestra vulnerabilidad: la académica Brené Brown nos enseñó en su célebre libro El poder de ser vulnerable (2012) la importancia de esta dimensión. Es la capacidad de expresar tus necesidades emocionales, tus miedos e inquietudes a los demás para construir vínculos auténticos y sinceros.
• Ofrece retroalimentación positiva: la confianza no se basa en solucionar los problemas ajenos, sino en demostrarle a esas figuras cercanas que las valoras, que confías en ellas porque crees que son hombres y mujeres fuertes, capaces de lograr lo que deseen. Alentar a quien aprecias es un ejercicio catártico y saludable.

Para demostrar que eres alguien amigable, fomenta un ambiente cercano y empático en el cual la comunicación sea abierta, para que cada uno se sienta libre a la hora de expresar sus opiniones sin temor a ser juzgado.

5. Hacer preguntas abiertas

«Entonces… ¿Siempre quisiste ser profesor o tenías pensado estudiar otra carrera?». «¿De dónde viene tu afición cinéfila? ¿De tus padres, quizá?». «¿A dónde viajarías si te tomaras un año sabático?». Las preguntas abiertas son cuestiones que invitan a la reflexión y la argumentación. No pueden responderse con un «sí» o un «no» y esto resulta muy útil a nivel relacional.

6. Usar con frecuencia el nombre de las personas

Quizás te parezca una tontería, pero llamar a los demás por sus nombres de forma frecuente te hace ser una persona más amigable. Con algo tan simple les confieres valor y les refuerzas a nivel emocional. Por tanto, mientras mantengas una conversación, procura intercalarlos entre las frases. Son pequeños gestos cargados de afectividad y reconocimiento.

7. Tomar la iniciativa

¿Sabes qué factores suelen impedir a las personas hacer amigos? En Individual Differences describen tres. La primera ya la hemos descrito: la inseguridad. Ahora bien, las más llamativas son las siguientes: la falta de tiempo y la introversión. Si te sientes identificado con estas dimensiones y deseas ser alguien más amigable, es hora de realizar cambios.

Aunque navegues en la esfera de la introversión o de la timidez, favorece tener un poco más de iniciativa. No hace falta convertirte en alguien que no eres, ni forzar dimensiones incómodas. Se trata solo de ser más abiertos y crear situaciones que den pie a la conexión y la confianza. Estos serían algunos ejemplos:

• Plantea temas de conversación estimulantes e ingeniosos.
• Haz preguntas, demuestra que quieres interaccionar y comunicarte.
• Propón planes y actividades (que se ajusten también a tus intereses).
• Usa el sentido del humor en los instantes en que aparece la monotonía.
• Visualízate como alguien que tiene iniciativa y sabe conectar con los demás.

8. Cuidar tu lenguaje no verbal

Para demostrar que eres alguien sociable, accesible y confiable, cuida de tu lenguaje no verbal. Porque en las relaciones no solo importa lo que dices, sino cómo lo dices. A veces, los gestos más simples lo son todo y por ello, hay que pulirlos y saber aprovechar su potencial. Te interesará, por tanto, tener en cuenta las siguientes estrategias:

• Evita cruzar los brazos; mejor déjalos relajados.
• Sonríe y mantén el contacto visual siempre que puedas.
• Utiliza las manos para expresar y acompañar a tus palabras.
• Procura una postura recta y dirigida hacia quien habla contigo.

9. Recordar pequeñas cosas

En un trabajo divulgado en Journal of Social and Personal Relationships se intentó averiguar cuánto tiempo se tarda en hacer un amigo. Lo que se pudo ver en esta investigación es que, a más horas compartidas, más estrecho es el lazo. Sin embargo, para que el vínculo se consolide, necesitas de sutiles estrategias psicológicas de gran poder. Te daremos un ejemplo.

Con el fin de demostrar que eres alguien cercano y amigable, evoca pequeñas cosas de esa persona. Recuérdale anécdotas, comentarios graciosos que hizo hace unos días. Devuélvele a la memoria los momentos divertidos vividos en común. Asimismo, no dudes en evidenciar que te acuerdas de lo que comparte contigo en el día a día.

Todo ello son semillas cargadas de afecto e interés que terminarán germinando. Con la presente estrategia demostrarás que valoras a esa figura y que tienes en cuenta cada aspecto de su vida.

Para agradar a los demás, empieza valorándote

La persona amigable tiñe de colores cálidos el paisaje de las relaciones humanas. Con esta virtud, no solo creas lazos más genuinos al mostrar que eres alguien en quien se puede confiar. Además, tu autoestima mejora al darte cuenta de que tienes habilidades para hacer amistades, edificar relaciones felices y construir puentes con quien te rodea.

Ahora bien, este arte enriquecedor aparecerá siempre y cuando trabajes tus miedos e inseguridades. Aprecia tu valía y fortalece tu amor propio para recordar que eres alguien que merece rodearse de buenas personas. Conecta con quien te respete y sepa apreciarte como mereces. Tu bienestar psicológico también depende de ello.