¿Cuál es tu carácter?

¿Cuál es tu carácter?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 06 agosto, 2023

Erich Fromm es sin duda uno de los autores más leídos en psicología social. Sus tesis combinan aspectos del psicoanálisis, con aproximaciones sociológicas y un implacable examen sobre la sociedad contemporánea.

Aunque Fromm no presenció la era tecnológica, su ética humanista parecía preverla. De ahí que sus planteamientos sigan plenamente vigentes y constituyan un motivo de reflexión para el mundo contemporáneo.

La forma como tipificó los diferentes caracteres de las personas es realmente interesante. Enseguida te presentamos una síntesis de los rasgos que definen diversos tipos de carácter, según las tesis de Fromm.

Carácter de orientación receptiva

Como el nombre lo indica, en este tipo de carácter prima la idea de que la fuente de su propio bienestar se encuentra fuera de sí mismo. Su consigna entonces es la de establecer lazos de dependencia con otros, quienes en su percepción son quienes les prodigan todo lo que requiere.  Les cuesta trabajo decir “no”, así como tomar decisiones y emprender iniciativas. Sienten miedo de perder sus supuestas fuentes de bienestar. Les gusta comer y beber en abundancia; suelen ser cordiales y considerados con los demás. Pero sufren fuertes accesos de ansiedad y se atolondran cuando tienen que tomar las riendas de una situación.

Carácter de orientación explotadora

Al igual que en el caso anterior, quienes tienen un carácter explotador suponen que la fuente de su bienestar se encuentra en una persona o un objeto externo a ellos. La diferencia está en que mientras los de carácter receptivo buscan llenar sus necesidades a través de otros, luchando por alcanzar sus dádivas, los explotadores les arrancan a los demás lo que piensan que les sirve. Usan la violencia pura y dura o se valen de trucos para lograr lo que quieren. Tienden a “robar” en el sentido más amplio del término. Les complace quitarle la pareja a otro, o apropiarse de sus ideas, o manipular a las personas en su propio beneficio.

Carácter de orientación acumulativa

Las personas con carácter de orientación acumulativa crean una especie de burbuja de cristal y procuran no moverse de allí. No esperan obtener nada del mundo, más bien están atentos a que el mundo no obtenga algo de ellos. Son metódicos, ordenados y sobretodo desconfiados. Quieren mantenerlo todo bajo control y detestan los cambios. Valoran mucho más el pasado que el presente o el futuro. Son rígidos y quieren conservar a toda costa sus ideas, su estilo de vida, su espacio y todo lo que consideran “suyo”
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Carácter de orientación mercantil

Corresponde a las personas que se perciben a sí mismas como un artículo puesto en circulación en el mercado de la personalidad. Necesitan de la aprobación social, por encima de todo. Están siempre en posición de “venderse” para alcanzar el “éxito”, que para ellos equivale al reconocimiento de los demás. Corresponden al típico consumista moldeado por los medios de comunicación, que no siente afectos sino que negocia beneficios con otros. Más que ser, siempre están en función de parecer.

Carácter de orientación productiva

Para Fromm este tipo de carácter es el que corresponde a una condición madura. Corresponde a quien ha vencido las trampas del narcicismo y del egoísmo. Por eso vive en función de crear y de dar, antes que de “seguir la corriente” y recibir. Busca ser genuino en sus apreciaciones y en sus actos. Es espontáneo, ávido de aprendizaje y amoroso en su relación con los demás. Siente la necesidad de lograr todo a base de esfuerzo y se responsabiliza por sus actos. Según Fromm este tipo de carácter se mueve sobre dos grandes ejes: amar y razonar.

Imagen cortesía de Victoria HAF.


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