Descubre cuáles son las hormonas de la tristeza

La tristeza es una de las emociones más decisivas en nuestro día a día. Saber que la orquestan hormonas como la serotonina, la oxitocina y otras, además de mecanismos neurobiológicos, te permitirá comprenderla y regularla mejor.
Descubre cuáles son las hormonas de la tristeza
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 25 enero, 2025

Estar triste te invita a la introspección. Te lleva a hacer un ovillo con tu cuerpo y escuchar música melancólica. Reaccionar de esta manera no es casualidad; todo responde a un mecanismo neurobiológico muy sofisticado, ligado a las hormonas de la tristeza. El objetivo no es otro que invitarte a que te detengas y reflexiones desde la quietud sobre aquello que altera tu calma y homeostasis.

Estamos ante una respuesta normal frente a una circunstancia adversa, y en este proceso intervienen varias sustancias químicas que secreta el cuerpo. Nuestros circuitos subcorticales, como la amígdala, promueven su liberación. Lo más importante es recordar que la tristeza tiene una trascendencia y utilidad. Ahora, comprendamos qué componentes neuroquímicos están involucrados en su aparición.

Cortisol, la reacción ante una «amenaza»

En momentos de tristeza, tu sistema nervioso libera cortisol como parte de su respuesta natural al malestar. Lejos de ver esto como un problema, debes entender que se trata de un mecanismo adaptativo a corto plazo. Tu cerebro quiere que actúes ante lo que duele, lo que atenta contra tu calma o seguridad emocional.

Por lo general, cuando experimentas esta emoción, se activa también la corteza prefrontal con el fin de que puedas reflexionar ante lo que te sucede. Sin embargo, en caso de que no encuentres adecuados mecanismos de afrontamiento, el cortisol seguirá liberándose en tu organismo. En estas situaciones, como describen en la revista Scientific Reports, se corre el riesgo de derivar en una depresión.

Aunque las hormonas como el cortisol medien en estados como la tristeza o la ansiedad, recuerda que las emociones son el resultado de mecanismos mucho más complejos. El cerebro experimenta procesos muy variados, tanto a nivel cortical como subcortical, con el único objetivo de que puedas adaptarte a todo desafío o problema.


Serotonina y el control emocional

La serotonina es un neurotransmisor multipropósito que también cumple funciones como hormona. Esta regula el estado de ánimo, así como tu apetito, la libido, la función cognitiva, etc. Ahora bien, cuando haces frente a una pérdida o decepción, los niveles de serotonina bajan y ello explica tu desánimo, cansancio, cambios en la alimentación, etc.

En esas experiencias tan íntimas de pesadumbre te puede ayudar practicar la activación conductual. Hacer algo de deporte, yoga, pasear por la naturaleza, hacer pequeñas modificaciones en tus rutinas y exponerte a la luz solar. Tales alternativas contribuyen de modo natural a elevar la producción de este neuroquímico. Asimismo, tener una dieta más rica en triptófano es otra estrategia complementaria interesante.

Oxitocina, la hormona de la vinculación social

Sufrir una ruptura de pareja o que alguien cercano te mienta o decepcione causa una herida emocional profunda. Cuando tus vínculos sociales se rompen, los niveles de oxitocina descienden. En este caso, la tristeza es más dolorosa, ya que el cerebro procesa estas experiencias de forma muy traumática. La interacción social positiva es, al fin y al cabo, la piedra angular del bienestar.

El contacto, el afecto, la validación o la compañía actúan como amortiguadores del malestar, porque elevan la producción de esta hormona. Un trabajo divulgado en Biophysics and Physicobiology describe la complejidad y relevancia de esta pequeña molécula para el bienestar y la resiliencia emocional. El ser humano necesita de esos refugios y soportes sociales para sobrevivir. Sin ellos, la tristeza nos carcome.

Cuando la tristeza irrumpe en tu vida, el motivo casi siempre tiene que ver con factores vinculares y con las personas que te rodean. Esas experiencias son las que producen cambios en la liberación de esas hormonas como la serotonina o la oxitocina. En tal escenario, es esencial que promuevas cambios, como buscar el apoyo en figuras que te entiendan, te validen y te escuchen.

Insulina y tu salud metabólica

Cuando hablamos de las hormonas de la tristeza, es importante destacar el papel de la insulina. En ocasiones, los cambios en tu estado de ánimo no tienen un origen social o ambiental. Tu pesadumbre puede deberse también a desequilibrios en el metabolismo de la glucosa. Piensa que el cerebro necesita un suministro estable de este elemento para funcionar de forma óptima.

Si esto falla, bien por la diabetes, malos hábitos de vida u obesidad, la alteración en la insulina disminuye la producción de serotonina. Esto explica por qué, cuando una persona sufre fluctuaciones frecuentes en sus emociones, siempre es conveniente valorar posibles problemas metabólicos. Sea como sea, ten en cuenta que atender tu alimentación y evitar el sedentarismo son aspectos esenciales para tu bienestar.

Hormonas tiroideas y la tristeza inexplicable

Las hormonas tiroideas, como la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3), también son fundamentales para regular el metabolismo de tu cuerpo. Es más, el hipotiroidismo no diagnosticado ni tratado se manifiesta con tristeza, apatía y fatiga. Son situaciones en que las personas no comprenden la razón de su agotamiento, de esa negatividad que todo lo filtra.

De hecho, una investigación divulgada en Cureus destaca incluso la relación existente entre esta condición endocrina y la depresión. Ahora bien, con un diagnóstico temprano de este tipo de trastornos tiroideos y con una adecuada medicación, los síntomas emocionales se estabilizan. Por tanto, si esa tristeza estaba asociada a problemas con la tiroides, acabará disipándose.

Hormonas sexuales y ciclo menstrual

Síndrome premenstrual, menopausia… Si hay algo que saben las mujeres es que este tipo de procesos conlleva fluctuaciones en el estado de ánimo. De este modo, entre las hormonas que promueven la aparición de la tristeza están los estrógenos. Cualquier disminución o alteración en ellos afecta también a los niveles de serotonina, reduciéndolos y elevando la pesadumbre y el estrés.

Por otro lado, los niveles bajos de testosterona en hombres y mujeres pueden mediar en la experiencia de la tristeza persistente. Esta hormona sexual se vincula con la energía y la motivación, por lo que su déficit podría traducirse en melancolía y cansancio. En estos casos, un tratamiento hormonal supervisado, combinado con estrategias psicológicas, resulta útil.

Si llevas tiempo experimentando una sensación de tristeza sin motivo o explicación aparente, consúltalo con tu médico. A veces, cualquier desajuste en las hormonas tiroideas o las sexuales puede condicionar tanto nuestra salud física como la emocional.

Hormonas vinculadas al llanto

Llorar es una de las características que más define al ser humano y que cumple una finalidad sociofisiológica. Es decir, facilita empatía en los demás, así como la conexión y, a su vez, relaja y alivia. Además, el llanto responde a un mecanismo que involucra al cerebro y las glándulas hormonales, puesto que en este proceso surgen dos compuestos muy concretos.

Por un lado, la prolactina aparece en cuanto los niveles de serotonina son bajos, induciendo las ganas de llorar. Además, se libera la leucina encefalina, otra hormona que calma y reduce el sufrimiento, hasta el punto de relajarnos como si fuera un analgésico natural del sistema nervioso. Son respuestas que combinan lo fisiológico, lo emocional y lo biológico para aliviar y lograr el apoyo del entorno.


Quizás quieras leer Las hormonas de la felicidad


La tristeza más allá de la biología

La tristeza puede detener tu vida uno, dos o cinco días, pero rara vez se queda contigo demasiado tiempo. Es una incómoda visitante, nada más. Pero, ante todo, es un estado de ánimo al que no conviene descuidar, reprimir o maquillar haciendo otras actividades para no pensar en lo que duele. Si algo te entristece, profundiza en ello, entiende su mensaje y busca una solución.

Ten en cuenta que, aunque las emociones estén orquestadas por procesos neurobiológicos, tú eres mucho más que ese universo químico. Eres alguien que puede desarrollar valiosas habilidades para regular esas emociones difíciles. Comprender sus mecanismos será siempre una buena herramienta a tu servicio.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Ito, E., Shima, R., & Yoshioka, T. (2019). A novel role of oxytocin: Oxytocin-induced well-being in humans. Biophysics and Physicobiology16(0), 132-139. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC6784812/
  • Qin, D.-D., Rizak, J., Feng, X.-L., Yang, S.-C., Lü, L.-B., Pan, L., Yin, Y., & Hu, X.-T. (2016). Prolonged secretion of cortisol as a possible mechanism underlying stress and depressive behaviour. Scientific Reports6(1), 30187. https://www.nature.com/articles/srep30187
  • Nuguru, S. P., Rachakonda, S., Sripathi, S., Khan, M. I., Patel, N., & Meda, R. T. (2022). Hypothyroidism and depression: A narrative review. Cureus14(8), e28201. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC9392461/

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.