Cultiva tus cinco sentidos no sensoriales

Cultiva tus cinco sentidos no sensoriales
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 05 octubre, 2023

Si le preguntamos a cualquier persona por los cinco sentidos, lo más seguro es que nos responda: oído, vista, tacto, gusto y olfato. No fallaría al responder a nuestra pregunta, sin embargo, existe otra perspectiva alejada de lo meramente sensorial.

Hace unos días, apareció un vídeo de una ponencia sobre educación en la infancia. En él, se planteaba la cuestión del estilo educativo por el cuál se podían guiar los padres a la hora de transmitir a sus hijos valores, normas sociales, moralidad y ética.

La reflexión en los últimos minutos, quedó resumida en la idea de tomar como referencia cinco sentidos como caminos en los que crecer para luego, siendo ya adultos, pudiéramos manejarnos en casi cualquier situación.

“El buen sentido es lo que mejor repartido está entre todo el mundo, pues cada cual piensa que posee buena provisión de él”

-Rene Descartes-

El sentido común

Algunos dicen que es el menos común de los sentidos. Lo tenemos y alguna que otra vez le hemos dicho a alguien como consejo directo que lo usara. Pero ¿qué es el sentido común?¿qué lo define? Es difícil encontrar una descripción.

Podemos quedarnos con el concepto de que es una idea general sobre algún tema. Es una norma que integra educación, experiencia e instinto presente en todos nosotros que sirve como nexo entre semejantes. Se asocia con acierto, serenidad, obviedad y simpleza. No aquella que es básica, sino la que no complica algo innecesariamente.

Mujer con una flor en la mano mirando al infinito

Aún así, siempre quedan pequeños detalles en los que por muy general que sea el sentido común, tenemos diferencias según la persona y el momento. Y por muy razonable y accesible que sea para consultar, en ocasiones decidimos en su contra dominados por la situación o la emoción, su más potente oponente. Pero si no nos equivocamos por nosotros mismos, no desarrollaremos este sentido y seremos dependientes de los demás de por vida.

Hay tantos sentidos comunes como personas, razones y experiencias vividas, por tanto, para cultivar nuestro sentido común es importante:

  • No juzgar el de los demás
  • Valorar nuestras opciones
  • No guiarnos por el de los demás
  • Elegir la más conveniente
  • Actuar consecuentemente

El sentido del deber

Obligación y responsabilidad. Con estas palabras podríamos construir distintas definiciones para el sentido del deber. Es tan perjudicial la ausencia del mismo como su exceso. Es conveniente ser cautos y distinguir el sentido del deber, de los “debería de….”.

La culpa, la autoexigencia y la hiperresponsabilidad están muy lejos del equilibrio emocional que aporta estar tranquilo con uno mismo siguiendo las pautas del sentido del deber…. No lo olvidemos…

“No es tan culpable el que desconoce un deber como el que lo acepta y lo pisa”

-Concepción Arenal-

Educar a los niños en este sentido no es tarea fácil. Normalmente va en contra de “sus principios”, pero es algo que a la larga como adultos, agradeceremos a nuestros mayores para poder disfrutar de la serenidad de poner en práctica este camino más allá de la impresión de obligatoriedad.

El sentido del humor

El sentido de humor respecto al mundo y con uno mismo es uno de los síntomas de salud más fundamentales que existen, y a su vez menos valorado. No se trata de reírse de todo de forma superficial y simplificar de forma casi irracional lo que nos rodea.

Mujer sonriendo
“La lucidez nos enseña que todo lo que no es trágico es irrisorio. Y el humor añade, con una sonrisa, que no es ninguna tragedia… La verdad del humor es esta: la situación es desesperada, pero no grave”
-André Comte-Sponville-

Darle sentido del humor a la vida no significa despreocupación o insensibilidad. No se trata de ser gracioso o elocuente permanentemente, se trata de trabajar cómo percibimos e interpretamos las situaciones, junto a la manera de exprimirlas de la forma más agradable y apacible posible. Es una actitud que puede ser cultivada en cualquier momento. ¿Cómo?:

  • Conócete a ti mismo. ¿Qué o quién te hace gracia?
  • Observa a alguien que lo tenga desarrollado y aprende cuándo y cómo ponerlo en práctica. Toma películas o libros como referencia y fíjate en qué hace el personaje para afrontar la situación.
  • No busques la gracia permanente, no es eso. Relájate y disfruta, eso permitirá reírte de distintas situaciones y aprender.
  • Considera el humor como herramienta de aprendizaje.
  • No utilices a los demás de forma ofensiva

El sentido moral

El hombre es un animal que esta continuamente tomando decisiones. ¿Qué nos lleva a tomar un camino u otro ante situaciones complejas? El sentido moral.

Los valores morales son las cualidades que pueden poseer ciertas acciones y relaciones humanas que los hacen preferibles a otras y cuya realización hace bueno al ser humano.

Para conocer realmente la moralidad de una persona, es necesario analizar su vida para conocer cuales han sido sus elecciones más frecuentes. Es bastante común encontrarse con personas que hablan de tener un sentido moral, y que sus acciones indican algo completamente distinto.

Es conveniente hacer un ejercicio de sinceridad personal y reflexionar sobre lo que realmente significan palabras como sinceridad, tolerancia o respeto, y hasta que punto somos coherentes con nosotros mismos, porque es relativamente fácil que en ocasiones entremos en conflicto al llevar la teoría a la práctica.

El sentido del ridículo

Mujer tímida escondida

Por último, señalar un sentido también imprescindible para desenvolvernos de una forma equilibrada en el día a día: el miedo al ridículo, la tensión de fallar o la ansiedad a ser juzgado si hacemos algo que no encaja con el entorno.

Al igual que sucede con el sentido del deber, el exceso o el defecto de este sentido es perjudicial. Para equilibrarnos lo recomendable es:

  • Cultiva tus habilidades sociales
  • Analiza las situaciones que temes
  • Utiliza el sentido del humor
  • Revisa aquello que te genera inseguridad y pon en marcha mecanismos para afrontarlo
  • Considera que los demás no siempre evalúan, analizan y juzgan nuestros movimientos
  • Cuenta con que es imposible gustar el gusto
  • Piensa si el criterio de los demás es definitivo, y en qué te basas para justificarlo

Todos y cada uno de estos cinco sentidos pueden ser desarrollados. Todos y cada uno tienen un espacio en nuestro día a día. Si alguno flaquea o pecamos por exceso o por defecto, nunca es tarde para corregirnos porque en cuanto a crecimiento personal siempre merece la pena. Ya lo dijo Lao Tse, “la manera de hacer es ser”.

 


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