David G. Cooper, el primer antipsiquiatra

David G. Cooper, el primer antipsiquiatra
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 19 septiembre, 2019

David G. Cooper es considerado, junto con  R.D. Laing, Thomas Szasz y Michel Foucault, uno de los fundadores del movimiento conocido como “antipsiquiatría”. Esta corriente surgió en los años sesenta y su principal interés fue, y es, denunciar los vacíos, problemas teóricos y abusos en la práctica de la psiquiatría.

El propio David G. Cooper estudió psiquiatría. Trabajó en diferentes hospitales mentales de Londres y estuvo en contacto directo con pacientes diagnosticados de esquizofrenia. A partir de su experiencia y gracias a la influencia de otros pensadores, escribió varias obras que se consideran centrales en el movimiento antipsiquiátrico.

En realidad, lo que se enseña principalmente al niño no es cómo sobrevivir en la sociedad, sino cómo someterse a ella”.

-David Cooper-

Fue precisamente David G. Cooper quien utilizó por primera vez el término “antipsiquiatría” o “contrapsiquiatría” para aludir a ese grupo de intelectuales que encontraban graves deficiencias teóricas y prácticas en la psiquiatría. A Cooper se le deben varios postulados que cuestionan la psiquiatría y que hasta el momento no han sido invalidados.

La historia de David G. Cooper

David G. Cooper nació en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), en 1932, ostentando la nacionalidad británica. Según sus propias palabras, su familia era “común”, por lo cual no tuvo mayores sobresaltos durante su infancia y adolescencia. Cooper estudió música , pero más adelante descubrió que su verdadera vocación era la medicina. Así que estudió esa carrera y se graduó en 1955.

En aquel entonces, en Sudáfrica estaba en pleno furor el apartheid. Cooper, que estaba en contra de la segregación, ejerció la medicina atendiendo a los negros en centros médicos exclusivos para estos. Después se trasladó a Londres, ciudad donde trabajó como psiquiatra en varios hospitales.

David G. Cooper

David G. Cooper se casó con una francesa, con quien tuvo tres hijos. Más adelante tuvo como compañera sentimental esporádica a Juliet Mitchell, una líder del movimiento feminista anglosajón. Ella también era especialista en psicoanálisis lacaniano. Esta relación tuvo gran influencia en Cooper.

La experiencia en Villa 21

David G. Cooper trabajaba en un hospital mental de Londres en el que se creó un célebre programa, en el Pabellón 21, al que se le denominó “Villa 21”. Allí trató a una gran cantidad de pacientes esquizofrénicos y fue esa práctica la que lo llevó a apartarse completamente de la psiquiatría.

Cooper comenzó a cuestionar los planteamientos de Eugen Bleuter, principal inspirador de los tratamientos psiquiátricos en boga en aquel entonces. Promovió la idea de que la esquizofrenia o “locura”, como se le conoce genéricamente, no es una enfermedad mental, sino una experiencia, o un pasaje. En otras palabras, una especie de “viaje” fuera de la realidad, del que siempre se puede retornar.

Mente de un hombre en forma de laberinto representando las teorías de simbolizando la antipsiquiatría de David G. Cooper

David G. Cooper indicó que existían tres tipos de “locura”. Estas son:

  • Demencia. Llamaba así a la “esquizofrenia” originada en las condiciones sociales desastrosas en las que tienen que vivir algunas personas.
  • Viaje interior. Llamaba así al proceso de ruptura con las experiencias previas alienadas y la nueva estructuración de un proyecto de vida personal.
  • Demencia social. Corresponde a una respuesta desorganizada frente a entornos “enfermos”, como la familia, el trabajo, etc. La locura sería la única salida posible.

La antipsiquiatría

David G. Cooper realizó “experimentos” osados en Villa 21. De hecho, dejó de medicar a muchos pacientes. También permitió que los internos acumularan desperdicios y se relacionaran con ellos. Según decía, “iban al infierno” y regresaban. Era un “pasaje al acto”. Cooper pensaba que si retornaban hacia esas zonas arcaicas de su ser, mejoraban. Generó grandes polémicas, pero al mismo tiempo probó que la esquizofrenia podía curarse, algo que hasta entonces se consideraba imposible.

Cerebro con cerradura y una llave al lado simbolizando la antipsiquiatría de David G. Cooper

Desde entonces, David G. Cooper se convirtió en un referente mundial de la antipsiquiatría. Inició una ardua labor en todo el mundo defendiendo sus tesis. Estuvo acompañado por R.D. Laing y Herbert Marcuse.  Más adelante se instaló en Paris, donde trabajó hombro a hombro con figuras como Michell Foucault, Guilles Deleuze y Robert Castel a favor de los derechos humanos, en diferentes áreas del campo médico y social.

Poco a poco se convirtió en una especie de icono de los más desfavorecidos. Su figura se transformó, luciendo una gigantesca barba y con atuendos exóticos. Escandalizaba y fascinaba al mismo tiempo. Nunca cesó en su empeño por romper los esquemas del pensamiento tradicional. Murió a los 55 años, dejando una huella perdurable.


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