¿De dónde saco las fuerzas? 11 estrategias que te pueden ayudar!
¿Cuántas veces te has sentido deprimido porque las cosas no van como esperabas, porque últimamente parece que el mundo va contra ti o porque sientes que mueves un dedo y todo te sale mal?. Entonces te preguntas ¿De dónde saco las fuerzas?. Todos hemos experimentado esos sentimientos de fracaso, de derrota, de no encontrarle un sentido a nuestra vida en muchísimas ocasiones.
Lo importante, en el fondo, no es que las sintamos sino lo que hacemos con ellas, la pereza y la pesadez que nos producen. Así, ¿Cómo podemos gestionar mejor estas emociones negativas, fundadas o no en hechos reales?
No es una tarea sencilla y para ayudarte compartimos 11 ideas que pueden servirte:
1. Céntrate en lo positivo que hay en tu vida. Seguro que tienes cosas buenas y estás nublado por la negatividad. Una buena forma de hacerlo es escribiendo una lista con todo lo positivo que hay en tu vida. Cuando te sientas mal saca y lee tu lista personal. Al final la vida no es como es, sino como la sientes.
2. No hay mal que cien años dure. Si algo malo te está ocurriendo no dejes de pensar que nada es eterno; ni la felicidad, ni la tristeza, ni la desgracia. Nuestra historia personal se va configurando de retazos de mil colores, así es la vida.
3. Mañana será otro día. Cuando tengas uno de esos días desastrosos, piensa: “mañana será otro día”. Eso te aliviará profundamente.
4. Reconocer los errores y rectificarlos es de sabios. Si has metido la pata en tu trabajo, con tu pareja, con un amigo, en lugar de darle mil vueltas al asunto, pide perdón y da un abrazo, tan sencillo como eso y problema solucionado.
5. Rodéate de personas que te aporten cosas positivas. Está comprobado que las personas que se rodean de personas positivas ven todo de otra manera. Habla de tus problemas; a veces un amigo que relativiza contigo el problema y te hace reír es suficiente para que el problema se solucione.
6. No busques las soluciones fuera, sino dentro de ti. Tú eres quien tiene el poder de cambiar su mente y por lo tanto de ver lo que te sucede de otra manera.
7. Mal de muchos, consuelo de tontos. En cierto modo el ver que no somos los únicos a los que les ocurren cosas malas o negativas nos ayuda a ser menos dramáticos con nosotros mismos y con nuestras cosas.
8. Hacer nuestra actividad favorita. Y es que muchas veces nos encanta quedarnos en el sofá rumiando nuestro problema, ¿por qué no nos vestimos y salimos a la calle con cualquier excusa, la excusa por ejemplo de recibir la energía y ñas vitaminas que nos ofrece el sol. En cuanto pongas tu cuerpo en movimiento y te dé un poquito de aire y de sol en la cara, verás como todo tendrá un color diferente.
9. Ayúdate del ejercicio físico. Incorpora algún tipo de ejercicio físico como bailar, andar a ritmo ligero al menos 3 veces en semana y practica la meditación antes de dormir. Sigue tu ritmo peo haz un esfuerzo por incorporarlo a tu vida.
10. Cuida tu charla interior. “No puedo”, “Que mala suerte tengo”, “Nada me sale bien”…En esta vida todo es muy relativo o como se suele decir “En este mundo traidor nada es verdad o es mentira, todo es del color del cristal con que se mira”. Cambia este discurso por frases positivas “Mañana me saldrá mejor”, “Qué feliz me voy a sentir cuando supere esto con ayuda de mi fuerza interior”, “Esto me ha pasado para madurar, todo pasa por algo”.
11. Cree en ti mismo, sé persistente y confía en que tus acciones te van ayudar. Las cosas muchas veces cambian por el camino, según vamos probando con ensayo y error. es un ejercicio de aproximación que no te tiene que desanimar. Al contrario, tienes el reto de aprender a disfrutarlo.
La vida no es fácil, ¿Alguien dijo que lo fuera? Pero nuestra fuerza interior puede ayudarnos y mucho. Tenemos que aprender a manejar nuestra inteligencia emocional. Desde aquí te damos toda la fuerza y el ánimo para que sepas que de todo se sale y “aunque una puerta se cierre, una ventana se abrirá para ti”.