Defínete, toma la riendas y crea tu propia visión de la vida
Hacer una declaración de tu visión de la vida te proporcionará una guía para trazar el rumbo de tu día a día, te ayudará a tomar tus propias decisiones, te iluminará el camino y te ayudará a definir tus prioridades y renunciar a todo lo tóxico que te impide ser feliz.
Para hacer esta declaración de tu visión de la vida es importante que te hagas algunas preguntas para identificar tus valores y para averiguar cuáles son de verdad tus metas. Para ello, reflexiona honestamente sobre las siguientes preguntas:
– ¿Cuáles son las diez cosas que más te gusta hacer?
– ¿Qué necesitas hacer o vivir diariamente para sentirte realizado?
– ¿Cuáles son los valores más importantes en tu vida?
– ¿Cuáles son tus metas a nivel espiritual, familiar, relacional, físico, laboral, académico y de diversión y ocio (Si no las has establecido, este es un buen momento para empezar).
– ¿Cuál es la forma en la que te gusta pasar tu tiempo de ocio?
– ¿Qué es aquello de lo que no quieres arrepentirte el día que llegue el final de tu vida?
– ¿Qué te gustaría que dijeran de ti los otros?
– ¿Cuáles son los puntos fuertes que ves en ti? ¿Cuáles los que ven los demás?
– ¿Cuáles son tus debilidades? ¿Cuáles las que ven otros?
Cuando tengas listas estas respuestas y otras que puedan surgir por el camino ya estás listo para elaborar tu propia declaración de tu visión personal de la vida. Escríbela en primera persona formulando los que esperas lograr en el futuro y como si formara ya parte de tu vida, como si lo que quieres lograr estuviera sucediendo ya.
Algunos expertos recomiendan que esta declaración tenga 50 palabras o menos. Si no puedes resumirlo tanto intenta condensar tus ideas de forma breve, aunque tengas que repetir la redacción varias veces.
Escribir tus compromisos y tus metas te ayudará a reflexionar sobre ellas, a visualizarlas y a recordarlas cuando tengas dudas o te fallen las fuerzas, así como a hacer las modificaciones que puedan ir surgiendo a lo largo de la vida, fruto de las nuevas experiencias y las nuevas situaciones personales.
Renunciar a lo que te intoxica
A veces el entorno y las personas que nos rodean nos lo ponen muy difícil. No todo el mundo tiene que compartir nuestros valores, nuestros objetivos y nuestra visión de la vida, pero eso no le da derecho a nadie a juzgar nuestras metas, valores y aspiraciones.
Establecer tu visión de la vida de forma privada te ayudará a identificar los agentes tóxicos que te rodean y a tomar medidas para evitarlos. A veces es necesario renunciar a ciertas cosas que no aportan nada y que nos ponen muy difícil ser lo que queremos ser y superar el miedo a no ser lo que los demás quieren que seamos.
Vive tu vida y deja atrás todo lo que no te ayuda a crecer y a ser feliz.